Revista Salud y Bienestar

¿Cómo son las pruebas de alergia?

Por Smartsalus @SmartSalus

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Con la llegada de la primavera parece que las alergias se acentúen, y es que una de las alergias más comunes en España es al polen, que ya afecta a más de 8 millones de personas en nuestro país. Las alergias se pueden manifestar en cualquier momento y a cualquier edad, así que muchos adultos se encuentran con que tienen síntomas de alergia de un año para el otro. Estos síntomas suelen ser: estornudos, picor de ojos o congestión nasal en los casos de alergias respiratorias. Pero los síntomas dependen mucho del tipo de alergia, el grado de afectación y la proximidad con el agente alérgeno.

En la mayoría de casos la alergia se convierte en una situación incómoda para el día a día de quien la sufre, impidiendo en muchos casos el desarrollo normal de su rutina. Por esta razón se realizan las pruebas de alergia, para identificar y diagnosticar la alergia en cada paciente, y poder así prescribir la medicación indicada que acabe con los síntomas. Las principales pruebas para diagnosticar la alergia son las siguientes:

Principales pruebas de alergia: diagnóstico

  • Test Cutáneo: se trata de un examen rápido,  también conocido como Prick Test, que consiste en la introducción de un alérgeno en la dermis para evaluar la respuesta obtenida. Para ello, se marcan unos círculos en la piel del paciente según la cantidad de alergenos que se vayan a probar, posteriormente se pasa a la inclusión del alergeno en la piel, se espera unos minutos y se comprueba el método en positivo con Histamina y el negativo con suero fisiológico.
  • Test de alergia en sangre: es un sencillo análisis de sangre, el cual determina la reacción a algún alérgeno. Es rápido de realizar, y se obtienen los resultados en 1 semana, tras su valoración en un laboratorio.
  • Prueba de parche cutáneo: es una prueba sencilla e indolora que no presenta efectos secundarios. El procedimiento consiste en colocar un parche en una zona de la piel que esté completamente sana y dejarlo actuar sin quitarlo al menos 48 horas. Este parche contendrá diferentes sustancias de alérgenos previamente. Así que, pasado ese tiempo se verá si realmente la piel ha dado algún tipo de reacción o no a los alérgenos.
  • Espirografía forzada: tiene como objetivo medir la rapidez con que los volúmenes pulmonares pueden ser movilizados, es decir los flujos respiratorios. Para su realización de la prueba de pide al paciente que inspire profundamente y expulse todo el aire que tenga dentro de los pulmones de la forma más fuerte y rápida posible.
  • Prueba de hiperactividad bronquial: ésta es la prueba que se realiza en aquellos pacientes que presentan alergia respiratoria y necesitan saber cuál es la causa de la patología por ejemplo del asma. Se hace una provocación bronquial con un nebulizante de extracto acuoso del agente incriminado para comparar los efectos que produce en él. Otras veces, ese agente se coloca a través de un tubo inhalador o por una campana de inhalación.
  • Prueba de broncodilatación: en esta sencilla prueba, que no dura más de 15 minutos, se hacen dos espirografías forzadas consecutivas mientras que en el medio de ambas se da una dosis de un aerosol conocido como broncodilatador. Así, es posible comparar los resultados de las dos espirografías, previo y posterior a la inclusión del broncodilatador y obtener el cálculo de las variaciones en el flujo de aire sabiendo si existe dilatación bronquial y el grado de la misma.
  • Rinonanometría: en esta prueba se valora la capacidad nasal y su función de respiración. Para realizarla se hace uso de un rinomanómetro. El procedimiento consiste en que el paciente se sienta frente al rinomanómetro y se le coloca una mascarilla facial mientras se le pedirá que respire de forma normal y pausada. En muchos casos se ocluye una fosa nasal y posteriormente la otra para comprobar el funcionamiento de ambas.
  • Test de provocación con alimentos: para detectar esta alergia es necesario ingerir el alimento en cuestión. En algunos casos se mezcla el alimento con otros o se administra la sustancia susceptible de ser origen de la alergia, en forma de cápsula.
  • Test de provocación con medicamentos: también es muy habitual presentar alergia a ciertos medicamentos. Según el tipo de alergia y el medicamento en cuestión, la comprobación en el paciente se realizará vía oral o por inyección subcutánea o intravenosa.
  • Test de provocación ocular: esta prueba sólo es efectiva si se trata de una alergia que afecta a los globos oculares.  Se colocan gotas del alérgeno en el ojo y se evalúa su reacción. En el caso de que el ojo se irrite, y caigan lágrimas entonces querrá decir que existe alergia a esa sustancia en concreto.
  • Test de provocación nasal: esta prueba es similar a la de provocación ocular, pero tomando la nariz como referencia de la reacción alérgica. Se introducirá el agente alérgeno en la nariz mediante una jeringuilla, y si se siente irritación, estornudos y congestión nasal, el paciente confirmará que sufre alergia a esa sustancia.

La consulta con el alergólogo es muy importante ara diagnosticar correctamente la patología y saber si las pruebas de alergia son necesarias en cada caso. Tras la consulta con un especialista en alergología, es posible que descubra que no necesita las pruebas en realidad porque sus síntomas corresponden a otra patología. Además, este especialista le indicará, de entre todas las pruebas disponibles, la que mejor le diagnosticará en su caso.


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