Cómo superar el desfase horario: 7 consejos y sugerencias

El desfase horario es ese pequeño duendecillo de los viajes que siempre parece aparecer sin ser invitado. En un momento estás bebiendo una cerveza fría a 35 mil pies de altura; al siguiente, estás luchando por permanecer despierto durante el almuerzo. El desfase horario ocurre cuando el reloj biológico se sale de su rutina al cruzar múltiples zonas horarias.

Siempre me gusta pensar que adaptarme a cada hora de diferencia horaria lleva aproximadamente un día. Pero esto no siempre ayuda cuando viajas de este a oeste, luchando contra una diferencia horaria de siete horas para un viaje de una semana. Cuando llegue a casa, se habrá adaptado a su nueva zona horaria.

He estado allí (demasiadas veces), pero por lo general he sobrevivido ileso. Mi truco consiste en seguir estos siete consejos prácticos, desde el momento en que despega el vuelo…

Intenta dormir en el avión

Lo primero es lo primero: intenta dormir lo más que puedas durante el vuelo. A menos que seas uno de los pocos afortunados que viaja en la parte delantera del avión, los aviones no son los más cómodos. Pero si incluso duermes unas horas en tu vuelo de salida, te estás preparando para el éxito.

Convenientemente, muchos vuelos de larga distancia vuelan durante la noche. Sin embargo, volar de oeste a este puede ser un poco complicado, ya que técnicamente seguirás al sol. En este caso, asegúrese de mantener las persianas cerradas cuando las luces estén apagadas y lleve una máscara para los ojos en caso de que algunos pasajeros vayan contra la corriente.

Y si tiene ojos rojos, sáltese la película durante el vuelo y trate el avión como su cama para pasar la noche.

Adáptese rápidamente a su nueva zona horaria

La regla de oro del jetlag es adaptar la mente a la nueva zona horaria inmediatamente. Nada de ‘pero para mí es media noche’, excusas y definitivamente nada de siestas. El objetivo final es permanecer despierto hasta al menos las 9 de la noche.

Mi principal truco para combatir los bostezos es salir a caminar por la naturaleza. Ya sea en la playa, a lo largo de un río o a través del bosque, el aire fresco es la mejor manera de mantenerte despierto. La luz del sol también es una excelente manera de ayudar a regular el ritmo circadiano, lo que ayuda a restablecer el ciclo de sueño-vigilia.

Cuando lleguen las 9 p.m., estarás tan agotado que incluso podrías dormir toda la noche, aunque técnicamente sea mediodía en tu cerebro.

No programe demasiado sus primeros días

Durante los primeros tres días de su viaje, mantenga las cosas simples. Si bien mantenerse ocupado puede ser una excelente manera de superar el agotamiento del desfase horario, es una decisión de novato. El desfase horario no discrimina porque tienes una agenda apretada.

En su lugar, comience el viaje con calma para darle a su cuerpo y a su cerebro la oportunidad de ponerse al día. Pero recuerde, controlar su ritmo no significa perder el tiempo. Aún podrás hacer todo tipo de cosas divertidas, pero sin forzar demasiado tu cuerpo.

Limitar el alcohol

El champán en el avión puede ser casi tan tentador como una margarita fría junto a la piscina al llegar. Pero el alcohol y el desfase horario son una de las peores combinaciones. El alcohol deshidrata el cuerpo, altera los patrones de sueño y hace que el reloj interno se vuelva aún más loco.

Guarde los cócteles para cuando su cuerpo haya tenido tiempo de calmarse. O, si simplemente debe darse el gusto, hágalo con cautela. Limítate a una o dos bebidas y asegúrate de beber mucha agua para rehidratarte.

No exageres con la cafeína

El café es un poco como el alcohol. Se sabe que su contenido de cafeína cambia nuestros ritmos circadianos y nos da energía inmediata, seguida de una posible caída de energía. Es posible que desees más café de lo habitual cuando tienes desfase horario. Sin embargo, la moderación es clave.

Los tragos adicionales de espresso pueden darle un impulso rápido, pero solo afectarán su sueño más adelante. El consejo es seguir tu horario habitual de consumo de café (a menos que eso signifique siete cafés al día). Bebe una o dos tazas por la mañana y evita a toda costa la cafeína después del mediodía.

Mantente hidratado

Pasar más de diez horas en un avión es como caminar por un desierto. Está seco, y el hecho de que no te hidrates y no muevas el cuerpo tanto como de costumbre sólo empeora las cosas.

La deshidratación es como un fertilizante para el desfase horario. Trabajan de la mano y, a veces, la única forma de detenerlos es beber más agua de la que cree. Con cada comida a bordo, beba al menos dos vasos de agua; evite los refrescos y los jugos.

Lleva contigo una botella de agua para mantenerte hidratado entre comidas. Incluso podrías agregar algunos electrolitos para ayudar a combatir la fatiga y los dolores de cabeza.

Prueba la melatonina

La melatonina es como la kriptonita del desfase horario. Esta ayuda natural para dormir te ayuda a restablecer tu reloj interno imitando la hormona que tu cuerpo produce durante la noche. Algunas personas confían en él, especialmente en viajes cortos que cruzan múltiples zonas horarias.

No es necesario que se exceda. Solo su dosis personal recomendada una hora antes de acostarse durante la primera semana de su viaje puede hacer maravillas. Le ayuda a conciliar el sueño y a permanecer dormido, lo que significa que se sentirá mejor y más alegre cuando llegue la mañana.

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