Cómo superar el mal de montaña

El viajero con espíritu de aventura, difícilmente eluda conocer destinos tales como el Machu Picchu, en Perú, o el desierto de Atacama. Sin embargo, dependerá de la velocidad con la que ascienda sobre el nivel del mar, y la cantidad de metros a la que se encuentre, que pueda sentir malestar físico.

La falta de adaptación del cuerpo a la altura, es lo que da origen al apunamiento, soroche o mal de montaña. En general, todo turista que supere los 2500 metros de altura, sufrirá este malestar en el grado leve: cefaleas, por empezar. Usualmente, estos dolores de cabeza cesan luego de las 24 horas de llegar a destino.

En las excursiones al desierto de Atacama, o cuando se recorre la Puna en Argentina, o en Bolivia, los lugareños ofrecen sus propias soluciones. Mascar coca es una de ellas, tanto como consumir la hoja de la misma planta, pero dentro de un té, o en el mate.

Para los indígenas, la coca es una planta no sólo milenaria, sino también sagrada. Defienden su uso con objetivos medicinales, o curativos, contra la mala fama que le hace ser la materia prima con la que se fabrica la cocaína. Lo cierto es que quienes viven en zonas de Sudamérica, más de 2500 metros de altura, consumen la coca en variadas formas.

Para los médicos, en cambio, la manera de morigerar los dolores es la misma que en la vida cotidiana: Paracetamol o Ibuprofeno. Además, se aconseja hidratarse muy bien, porque es la falta de agua en el cuerpo por hiperventilación, lo que produce el dolor de cabeza. Si persiste la cefalea, es bueno descender, en la medida de lo posible, al menos de 300 a 500 metros.

Pero en niveles elevados de esta dolencia, las cosas realmente pueden empeorar. Los especialistas señalan que, el cuadro agudo del mal de montaña, trae consigo vómitos y sangrado nasal.

En esos casos, es muy importante descender 1000 metros, tomar mucha agua, medicarse con 400 a 600 miligramos de Ibuprofeno o entre 500 y 1000 miligramos de Paracetamol, y descansar. Si aun así no mejora puede ser necesario el uso de diuréticos y corticoides.

La atención médica es aconsejable, pero de no disponerse de la misma se debe incorporar un comprimido de 40 mg de Deltisona B o Cortipyren. Eventualmente, tomar un comprimido de 250 mg de acetazolamida cada 12 horas, y administrar oxígeno por inhalación. El cuadro no debería extenderse más allá de las 48 horas.

Finalmente, es importante destacar que hay registros de casos que resultaron fatales. No es nada frecuente, pero a veces, los turistas sufren edemas pulmonares y/o cerebrales. En esos casos, con el objetivo de evitar desenlaces fatales, la atención médica es indispensable, y el descenso acompañado por profesionales, también.