Revista Diario

Cómo superar la mamitis, y otra vez....

Por Belen
Haciendo limpieza del revistero he encontrado algunas revistas de maternidad. Algunas de ellas tienen un par de años, pero ahí seguían adornando mi salón. Me ha sorprendido ver en un par de portadas el llamativo título "cómo superar la mamitis". 
¡Qué cansancio!, siempre con lo mismo, que si le mimas, que si no se va a desprender de tus faldas, que si está muy consentido, que si eso no es bueno para tu hij@ .... ¡Venga ya!. Y pensar que hubo un día en el que dudé de mi misma y me creí semejante milonga.....
Este es un post escrito y dedicado a las madres y a los padres recientes. ¡Atención!: la mamitis no es mala ¡¡exclusiva!!. En serio, en serio, aunque la vecina, la prima, la amiga, el carnicero, la del pan, la profe de la guarde, la revista de turno os cuenten otra cosa, ¡no hagáis ni caso!. 
Confiad en mi, me avala una experiencia de cinco años en tareas relacionadas con la maternidad, crianza, educación y cuidados variados. Igualmente aporto experiencia de hijo con mamitis absoluta, dependencia total y apego indiscutible. Basándome en mi demostrada experiencia (solo deben pasar y leer las entradas antiguas de este blog), puedo asegurar y aseguro que la mamitis no es mala. Es más, me atrevería a afirmar que es necesaria y beneficiosa. 
Ojeando una de estas revistas la verdad es que me gusta parte de lo escrito y documentado. Pero claro, el colofón, el final del artículo.... "¿Hay solución?". La solución solo se da ante un problema, y vuelvo a insistir, esto no es un problema. 
Los niños necesitan a la madre para consolidar aspectos tan importantes como la seguridad, la confianza, la autoestima. Entre los 12 y 24 meses es cuando se dan los episodios de mamitis más acentuados.... y pensando fríamente, ¿qué hay de malo en que una criatura de tan corta edad reclame a su madre?. Por más vueltas que le di en su día y que le vuelvo a dar no veo nada de malo. 
Así que si me permitís el consejo y con el único fin de ahorraros sufrimiento, comeduras de cabeza y consultas con la almohada, no hagáis caso. Insisto y repito, la mamitis no es mala. El término mamitis no es negativo. 
Es más, disfrutad ahora de ese abrazo que no te deja escapar, de esos ojillos que no te pierden de vista. Porque cuando menos te lo esperes empezarán a ser independientes, a jugar en el parque con los amigos, a ir solo a ti para pedirte un juguete o agua, y de pronto, ¡pof! se hicieron adolescentes y ni dependencia, ni mamitis ni nada. 

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