Las roderas o surcos que nos encontramos en los caminos son uno de los obstáculos que más dificultades pueden entrañar cuando salimos con la bicicleta de montaña.
Las roderas son simplemente los surcos, provocados generalmente por el agua o rodadas de vehículos, que encontramos en los caminos. El problema es que como introduzcamos las rueda delantera en un surco a una velocidad considerable hay muchas probabilidades de caerse de la bicicleta.
Cómo superar las roderas con seguridad
La clave para superar los surcos es intentar no cogerlos nunca en forma longitudinal. Si somos capaces de realizar una trazada en la que los superemos de forma transversal a nuestra dirección serán un simple bache.
El problema viene cuando el surco es muy largo y no tenemos más opción que meternos dentro de él. Hay que tener mucho cuidado con la velocidad, ya que si vamos demasiado rápido hay muchas posibilidades de que la rueda delantera golpee en algún lateral del surco y nos vayamos al suelo.
No obstante tampoco es recomendable una vez dentro del surco frenar bruscamente, sobre todo con el freno delantero. En caso de tener que frenar en un surco hay que hacerlo con mucho tacto y suavidad con el freno delantero, y con el trasero sí podemos frenar más enérgicamente.
En conclusión, si queremos atravesarla habrá que hacerlo en una dirección lo más perpendicular posible para que se convierta en un simple bache. Y si ya estamos dentro y queremos salir deberemos levantar ligeramente la rueda delantera, la rueda trasera acompañará el movimiento y la superará por sí sola.
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