Hace poco me escribió una lectora para decirme:
“Me pregunto si ha llegado el momento de capitular y de reconocer que éste no es el camino que me toca recorrer.
Quizá solamente estoy forzando lo que no tiene que ser…
Esta situación me hace cuestionarme si el problema es que no soy capaz de generar buen ingreso como otras mujeres…
Aida, ¿cómo te das cuenta que llegó la hora de dejar de perseverar con tu emprendimiento?”
Una pregunta muy importante y frecuente, así que de eso te voy a hablar hoy.
¿Cómo saber si ha llegado la hora de abandonar tu emprendimiento, de dejar de perseverar?
Hay varios factores implicados.
En primer lugar puedes pensar que si necesitas el dinero para vivir y tu negocio no está funcionando, pues es hora de desistir, ¿no?
No necesariamente.
Siempre puedes volver a buscar un trabajo y compaginar ambas cosas hasta que puedas volver a tu negocio de nuevo, por ejemplo.
Las preguntas que yo me haría son:
¿Qué me hace dudar? ¿Por qué estoy considerando abandonar? ¿Es porque no tengo ingresos ni clientes, me esfuerzo y no veo resultados y estoy agobiada y desmotivada? ¿Es porque ya no me estimula, me aburre? ¿Qué hace que lo esté considerando?
En el caso de mi lectora, lo tenía en marcha pero no tenía clientes ni ingresos estables.
Y estaba empezando a dudar de sí misma y de su elección.
Según mi experiencia, muchas, muchas veces cuando no tenemos los resultados que queremos en nuestro negocio (o en otras áreas de la vida) lo primero que hacemos es dudar de nosotras mismas.
De nuestra motivación –> “Quizá ya no me gusta y tengo que cambiar”.
De nuestra capacidad –> “A ver si es que yo no sirvo para esto y estoy aquí haciéndome la fuerte”.
De la idea en sí –> “A ver si es hora de desistir de esto porque no es lo mío, no es mi camino y lo estoy forzando”.
Y entonces te planteas dejar de perseverar en tu negocio porque, total, no tienes resultados.
La cuestión es que estás tratando de decidir qué hacer en un momento de bajón. Y las decisiones importantes hay que tomarlas con la cabeza clara.
Me gusta esta cita de un libro que te recomiendo mucho, “The Dip” de Seth Godin:
“Nunca abandones algo que tenga un buen potencial a largo plazo sólo porque no aguantas el estrés del momento.”
A veces tienes esas dudas porque no estás en un buen momento por alguna otra situación.
Una de mis clientes me contrató porque estaba pensando en dejar su negocio y resulta que su padre había fallecido hacía poco, se estaba divorciando y tenía tal estrés encima que no podía centrarse.
El problema no era su negocio.
Le recomendé pasar el duelo, hablar con una psicóloga si hacía falta porque consideraba que el negocio no era el problema sino esa situación personal tan difícil.
Se tomó un tiempo de descanso, se recuperó personalmente y entonces se le quitaron las dudas sobre su negocio.
También puede pasarte cuando acabas de empezar y no tienes ingresos estables ni clientes.
Dudas de todo.
Y solo es que no tienes resultados y te estás agobiando. No que tengas que abandonar.
Ni que no estés capacitada o no seas lo suficientemente buena. De eso nada.
A veces es otro tema que te ronda la cabeza y te desanima. Y hay que trabajar ese tema.
A veces es la falta de resultados y no saber qué hacer. No ver el camino claro.
Otras veces es que realmente ya no quieres seguir porque no te merece la pena o no te ilusiona.
Una pregunta interesante que hacerte sería:
¿Si tuvieras buenos resultados, si te fuera muy bien, abandonarías?
Si tu respuesta es “¡claro que no, eso es lo que quiero!” entonces a centrarte en mejorar tus resultados. Porque el problema es ese, no tu capacidad o motivación, sino que no sabes cómo darle la vuelta a tu negocio.
Busca ayuda para generar ingresos o darle una vuelta a tu negocio.
Eso es por ejemplo lo que le sucede a mi lectora.
Es su camino, es algo que le encanta pero la falta de resultados y el no saber qué hacer hacen que dude de todo.
PERO…
¿Y si es algo más profundo?
¿Y si tienes dudas aunque te esté yendo bien?
Entonces hablamos de otro tema. Quizá sea momento de cambiar de rumbo, está bien.
Si ya no te ilusiona, te pesa, no te imaginas seguir así más años porque se te cae el mundo encima.
Ves otras cosas y te emocionan más…
Entonces toca aclarar bien lo que quieres en este momento, porque puede haber cambiado respecto a cuando empezaste.
Recuerda las razones por las que comenzaste…
¿Siguen ahí?
¿Te siguen ilusionando?
¿O ha llegado el momento de pasar página pero te da un poco de miedo?
Lee este artículo al respecto si no lo tienes muy claro.
En resumen, si estás agobiada, agotada, desmotivada y piensas que quizá es hora de dejar de perseverar en tu negocio, pregúntate:
¿Hay algún tema personal que me esté afectando ahora mismo y que tenga que gestionar antes?
¿Es la falta de resultados lo que me está afectando?
¿Si me fuera bien el negocio seguiría con él? (Escucha bien a tu corazón en este punto. ¿Sientes ilusión o un peso?)
¿Qué podría hacer para recuperar las ganas, la motivación?
Reestructurar mi negocio, delegar lo que menos me gusta, contratar a alguien para tener mejores resultados…
¿Necesito un cambio profesional? ¿Es hora de cambiar de rumbo? (Fíjate aquí también en lo que sientes. ¿Sientes un aleteo de emoción en el estómago ante la idea de un cambio?)
¿Cómo me sentiría si pudiera cerrar mi negocio sin sobresaltos y hacer otra cosa? ¿Aliviada? ¿Triste? ¿Liberada? ¿No quieres ni pensarlo?
Toca pararte a reflexionar…
Puedes leer este artículo si necesitas más ideas, apuntarte a mi programa online para decidir tu siguiente paso profesional o trabajar conmigo para darle una vuelta a tu negocio.
¿Qué me dices? ¿Cuál es tu situación ahora mismo? Te leo…
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