Revista Maternidad
Como te explico hija por quien son mis lágrimas estos días, por quien me duele tanto y tan hondo. Como te explico que hoy mi corazón, mis entrañas además de acompañarte y acunarte se vuelcan sobre otra criatura que a esta hora yace sola, sin regazo donde ampararse, sin pecho donde guarecerse y no porque su madre así lo haya decido, o porque no esté disponible, sino porque otr@s (los terribles otr@s, que son solo representante de esta sociedad patriarcal e inhóspita) así lo han decidido. Como te explico que a través de su historia se abre la herida, la mía, la personal, la de mi vida de nena sin teta desde los 21 días de nacida y sobre todo la historia común, la que anida en mis células y que me une a nuestra especie; la historia del abandono y la vida sin cuerpo materno, la existencia precaria que desde hace unos siglos como humanos compartimos con una madre frígida y mutilada. Hoy se de lo concreto de esta criatura y su madre, hoy se de ese vacío físico, de esa ausencia que provoca heridas irreparables, pero hay tantos, tantos miles de casos sin voz, casos silenciados a fuerza de creer que es lo normal, lo lógico y deseable, casos que han perdido incluso el derecho de ser llamados por su nombre y que son ahora solo estadísticas sin humanidad detrás
Como te explico hija hacia quien se dirige mi indignación y al mismo tiempo mi profunda tristeza, tristeza por l@s niñ@s que imagino que fueron aquell@s que hoy han separado a una criatura de la fuente de todo amor y placer, tristeza por pensar quienes fueron para que hoy hagan lo que hacen e indignación con l@s adult@s que hoy son y que no han hecho más que repetir la historia, alimentar el círculo de violencia y abandono.
Como te explico que aquell@s que en este caso han tenido en sus manos la posibilidad de nutrir un mundo distinto, de darle a Habiba y a su hija otra vida posible, sustentada en el amor y el vínculo que entre las dos han construido, han preferido (guiad@s seguramente desde sus vacíos, miedos y carencias) perpetuar la miseria, el dolor y la violencia. Como te explico hija que Habiba y su hija fueron tras un sueño y se encontraron con una pesadilla que dejará en ellas heridas permanentes. Como te explico que aquell@s cuya función es proteger de la violencia, la siguen imponiendo y agrandando.
Hoy me duele el pecho como cuando eras bebe y nos separábamos y mi cuerpo quedaba vacío de ti y yo sabía que tenías hambre o necesitabas de mi porque mis pechos así me lo manifestaban y hoy aunque tu yaces en mi regazo me duelen por el hambre devoradora (física y sobre todo emocional) que se, hoy vive una criatura sin amparo materno, una criatura arrebatada desde la prepotencia y el abuso de poder.
Hemos construido un mundo hija… un mundo capaz de despojar del amor y el amparo, capaz de separar brutalmente a una criatura del lugar donde reside su placer, su bienestar y garantía de amor... y no pretendo que cambies el mundo, ni te pongas a cuestas la carga de arreglar el desastre que hemos hecho, pero de corazón espero que cuando el destino de Habiba y su hija estén en tus manos (y lo estarán preciosa, te sorprenderá la cantidad de veces que el destino de otr@s están en nuestras manos, no en vano aunque reneguemos de ello, aunque no lo deseemos e intentemos ocultarlo somos un enorme tejido, estamos intercomunicad@s y es responsabilidad de tod@s la realidad que vivimos) espero que cuando te llegue el momento, sepas obrar guiada desde el amor y con el bienestar de la criatura y de su madre como fin último y de esa manera habrás hecho posible otro mundo.