Hola chicas! Yo no se si a vosotras os pasará lo mismo pero a mi, normalmente, después del verano el pelo me queda un poco más seco y difícil de manejar. Bueno, eso me pasaba antes, hasta hace un par de años, ya que ahora lo cuido mucho y con buenos productos. En fin, que me voy del tema. Si notáis que tras las vacaciones vuestro cabello necesita pasar por peluquería, seguid leyendo, porque con estos consejos podéis ahorraros la visita y de paso, un dinerillo, que nunca va mal.
1-PELO APAGADO Y SIN BRILLO: Reavivar el tono y restituir el brillo es esencial en verano, dado que el sol, así como los continuos chapuzones y lavados, desgastan el color.
Las gamas protectoras del color (champú, acondicionador y mascarilla) previenen el deterioro de los pigmentos y prolongan la intensidad y el brillo del cabello. Si la sal o el cloro hacen estragos en tu pelo, lávalo con un champú antiresiduos al llegar a casa. Si se está aclarando más de la cuenta protege el color con un balsamo capilar dotado de filtro solar.
Las altas temperaturas de las planchas, las tenacillas o el secador son otro gran enemigo de los cabellos coloreados. Evitalo aplicando un protector térmico.
Para un color más intenso, entre tinte y tinte, reaviva el tono con un baño de color o un tratamiento repigmentante. Algunos tratamientos de coloración incluyen un reactivador del color. Este producto se extiende 15 días después de aplicar el tinte y, en tan sólo 10 minutos, el cabello recupera la intensidad y el brillo del primer día.
2-PELO ENCRESPADO Y REBELDE: Cuando la superfície del pelo se deshidrata, las escamas se levantan y el pelo se encrespa. A fin de evitar que la humedad lo hinche y le dé ese caracteristico aspecto fosco y alborotado, nada mejor que sellar la cutícula.
Medidas de rescate: Utiliza un champú reparador enriquecido con colágeno, ceramidas o queratina. Este último ingrediente, presente de forma natural en el pelo, le aporta la suavidad y flexibilidad que necesita, dejándolo más manejable y con un tacto sedoso. Los secadores iónicos, aparte de potenciar el brillo, previenen el encrespamiento y la electricidad estática.
Tratamiento de choque: Tras la ducha, emplea un sérum antiencrespamiento, un producto que suaviza y disciplina el cabello, protegiéndolo de los daños externos y la humedad.
Sin señales de alarma: Las puntas abiertas delatan el nivel de agresión que ha sufrido el cabello. Al menor indicio, recurre a los peines de púas anchas y baja la temperatura del secador o las planchas. Los productos que sellan los extremos del cabello, formulados con siliconas, se convertirán en tu más fiel aliado.
3-PELO APELMAZADO Y SIN VOLUMEN: Los aceites capilares, los bálsamos sin aclarado, las lacas, etc, pueden sobrecargar el cabello fino o graso. Luce un pelo más suelto y bonito siguiendo estos consejos.
-Cepillado: Retira los residuos de los productos de acabado cepillándote el pelo por la noche, por la mañana y antes de cada lavado (entre 10 y 20 pasadas). Este gesto favorece la microcirculación del cuero cabelludo, haciendo que el cabello gane movimiento y brillo.
-Aclarado: Después de cada lavado, enjuaga el pelo con abundante agua tibia o fría. De lo contrario, los restos de acondicionador o de mascarilla pueden apelmazarlo y dejarlo mate.
-Secado: dirige el difusor de aire hacia abajo. Así evitarás que las cutículas que protegen la fibra capilar se abran. Cuando estas escamas están perfectamente sobrepuestas, el pelo se mueve con soltura y refleja mejor la luz del sol.