La toma de decisiones es una de las actividades más importantes del Gerente o Dueño de un negocios o una empresa.
Existen decisiones que se deben de tomar de manera rutinaria pero también hay decisiones de las cuales dependen no solamente el buen funcionamiento de la empresa, sino todas las personas que dependen de ella como empleados, proveedores, sociedad y hasta el mismo país.
A continuación hablaremos un poco sobre el Proceso de la Toma de Decisiones.
¿Qué es una decisión?
Es seleccionar la mejor opción de dos o más posibilidades. De ahí podemos deducir que existen varias opciones para resolver un mismo problema, pero debemos aprender entonces a elegir la mejor de acuerdo a diferentes factores.
En las pequeñas empresas se presentan situaciones muy variadas, por lo que debemos tomar decisiones dependiendo de cada situación en forma particular.
Tenemos entonces que existen:
- Decisiones programadas. Son aquellas repetitivas o rutinarias y por lo general ya tenemos un reglamento o un procedimiento establecido para tomar estas decisiones.
- Decisiones no programadas. Son aquellas que se presentan de manera extraordinaria, ya sea que no sean frecuentes o que sean únicas.
- Decisiones cuantitativas. Se basan en estadísticas y operaciones matemáticas.
- Decisiones no cuantitativas. Se basan en hechos y se toman apoyadas en la intuición, el sentido común, la experiencia y las opiniones de otros.
Una guía básica para tomar decisiones es la siguiente:
- Diagnosticar y definir el problema. ¿Qué pudo causar esa situación? ¿Qué partes del problema se pueden resolver?
- Obtener y analizar los hechos más relevantes. ¿A quién afecta directamente el problema? ¿Qué recursos se pueden utilizar para resolverlo?.
- Desarrollo de opciones. Se deben desarrollar varias opciones de solución, esto es indispensable para poder resolver un problema.
- Evaluar opciones. Una vez que se desarrollen las opciones, éstas deben ser evaluadas para ver qué tan efectivas pueden llegar a ser.
- Selección de la mejor opción. Para estar en condiciones de seleccionar la mejor opción debemos contar con la mayor cantidad de información adecuada disponible.
- Analizar las posibles consecuencias de la decisión. Anticiparse a los problemas que sucederán cuando se lleve a la práctica la decisión seleccionada.
- Poner en páctica la decisión:
- Establecer un calendario de acción.
- Establecer controles para verificar el progreso de la acción.
- Preveer los posibles problemas que surjan y establecer el sistema para resolverlos.
Los cristianos tenemos el mejor Asesor y Consejero, experto en cualquier área: nuestro Dios. Por eso cuando enfrentemos cualquier problema y tengamos que tomar alguna decisión, debemos recurrir a Él en primer lugar. Dios nos dará la sabiduría necesaria para saber cómo enfrentar cualquier situación.
¡ÉXITO!
Bibliografía:Anzola, Administración de Pequeñas Empresas, McGraw Hill