Cómo trabajar con los sueños

Es cuando estamos despiertos, al recordar, que el sueño nos sorprende y queremos comprender lo qué significa. Eso es lo que aquí buscamos, pero también ampliar la visión de los sueños en su vertiente práctica. Para resolver esto planteamos un ejercicio de reinterpretación de lo soñado como una unidad escénica en la cual todas las partes surgen de uno mismo, ya que cualquiera de ellas puede ofrecer la pista para una resolución adecuada.

Una razón de peso por la que creo que el propio soñador es el que mejor puede interpretar los sueños es por la subjetividad y las diferentes visiones sobre un mismo estado onírico. La dificultad no solo reside en contar los sueños con un lenguaje al cual se le escapan matices y formas difíciles de expresar con el léxico, sino también a las conclusiones que de la interpretación se derivan, las cuales son siempre subjetivas. La sintaxis nunca podrá expresar la acción de los eventos en su plenitud, esta siempre será una aproximación. Las palabras nos limitan cuando queremos expresar contenidos donde hay acción, emociones, sentimientos, imágenes y todo ello además en movimiento. El resultado siempre será una probabilidad y no la totalidad de lo sucedido. Por eso, hay que ayudar a la persona a que trabaje con el sueño en presente, reviviendo cada una de las partes como en el sueño ocurrieron. Al volverlo a relatar y dejando que la persona saque sus propias conclusiones, esta puede llegar a entenderlo por sí misma. Como podrán observar, con este método no soy partidario de resolverlo con una sentencia y dejarlo cerrado a posteriores interpretaciones. Al igual que la vida de una persona no termina ahí, su sueño tampoco; siempre habrá un siguiente capítulo. Además, la comprensión del sueño puede llegar no solo en el momento del análisis sino en un periodo posterior, y esto procurará una comprensión más global. De ahí la importancia de elaborar una interpretación propia.

Dentro de la psicoterapia existen varías técnicas para trabajar los sueños. Entre las que solemos recurrir en nuestros talleres podemos encontrar el Psicoanálisis Freudiano, la Psicología Analítica de C.G. Jung, la Gestalt de Fritz Perls e incluso la Psicología Formativa de Stanley Keleman. Este abanico de técnicas nos permite dar salida a las necesidades de la persona que trabaja su sueño: por ejemplo, mientras se revive un sueño pueden surgir emociones o bloqueos corporales y el trabajo corporal junto con el análisis facilitan la expresión y comprensión integra de lo que está sucediendo.

Los sueños, una preciada herramienta que el ser humano ha utilizado seguramente desde el principio de los tiempos.