La inmigración de los últimos años nos ha traído a las aulas un panorama multicultural muy enriquecedor del que, si sabemos sacar partido, nuestr@s niñ@s podrán aprender mucho.
Lo que más nos interesa es que este tipo de alumnado se adapte lo mejor posible. Por ello, a continuación os indico algunas premisas a tener en cuenta:
- Conocer su país de origen, costumbres, festividades... Tenemos que estar bien documentados al respecto y no dejar lugar a la improvisación. Una buena idea es elaborar una unidad didáctica acerca del mismo.
- Apoyar a los padres: como ya he comentado en alguna ocasión , los niños no llegan a nosotros solos, tienen una familia detrás. Debemos mostrarnos accesibles, comprensivos, porque en la medida en que ellos estén tranquilos, el niño también lo estará. Y esto, nos facilitará el trabajo. Algunos de ellos, necesitan " una mano amiga" que les ayude, pues ellos también se están adaptando a la nueva situación.
- Si el alumno habla otro idioma, debemos conocer el vocabulario básico para comunicarnos con el al principio: agua, papá, mamá, como decirle si quiere ir al baño.... Frases de la rutina diaria...
- Fomentar la participación de los padres todo lo que se pueda así se sentirán más integrados.
- Se aíslan del resto, incluid@ el maestr@ hasta que consiguen estar cómodos en la situación.
- Tienen tendencia a utilizar conductas agresivas ante la dificultad con el lenguaje
Para ganarnos su confianza debemos seguir las siguientes pautas:
- Intentar siempre el acercamiento físico respetando los tiempos del niño. Hay niños que al principio pueden sentirse incómodos y hay que dejarles su espacio.
- Utilizar el vocabulario de su idioma a la vez que en el nuestro.
- Servirnos del lenguaje gestual, acompañándolo con expresiones del lenguaje oral.
- Utilizar la música y las canciones como manera de acercarse al niñ@. Suele dar muy buen resultado.
- Observar cuáles pueden ser las actividades que más le gustan para motivarle.
- Ser comprensivos y empáticos.