La MS causa una variedad de síntomas que puede interferir con las actividades cotidianas pero que generalmente puede tratarse o controlarse para reducir su impacto. Muchos de estos problemas son mejor tratados por los neurólogos que tienen capacitación avanzada en el tratamiento de MS y que pueden recetar medicamentos específicos para tratar los problemas.
Problemas de visión
Los problemas del ojo y la visión son comunes en las personas con MS pero raramente producen ceguera permanente.
La inflamación del nervio óptico o daño en la mielina que cubre el nervio óptico y otras fibras nerviosas puede causar un número de síntomas, incluyendo visión borrosa o grisácea, ceguera en un ojo, pérdida de la visión normal de color, problemas con la percepción de profundidad, o una mancha oscura en el centro del campo visual (escotoma).
Los movimientos oculares horizontales o verticales no controlados (nistagmo) y “visión que salta” (opsoclono) son comunes en la MS, y pueden ser leves o lo suficientemente severos como para alterar la visión.
La visión doble (diplopía) se produce cuando ambos ojos no están perfectamente alineados. Esto ocurre comúnmente en la MS cuando un par de músculos que controla un movimiento ocular específico no está coordinado debido a la debilidad en uno o ambos músculos. La visión doble puede aumentar con la fatiga o como resultado de pasar demasiado tiempo leyendo o en la computadora. Puede ser útil descansar los ojos periódicamente.
Músculos débiles, músculos rígidos, espasmos musculares dolorosos y reflejos débiles
La debilidad muscular es común en la MS, junto con la espasticidad muscular. La espasticidad se refiere a músculos que están rígidos o que tienen espasmos sin ningún aviso.
La espasticidad en la MS puede ser tan leve como una sensación de tirantez en los músculos o tan severa que causa espasmos dolorosos e incontrolados. También puede causar dolor o tirantez en las articulaciones y alrededor de ellas. A menudo afecta la marcha, reduciendo la flexibilidad normal o el “rebote” implicado en dar pasos.
La espasticidad leve puede ser controlada exitosamente por el estiramiento y el ejercicio muscular usando terapia acuática, yoga, o programas de fisioterapia.
La fisioterapia también es útil para prevenir las contracturas (cuando los músculos se contraen y acortan) manteniendo los músculos precalentados y listos para estirarlos. Si fuera necesario, los medicamentos como la gabapentina o el baclofén pueden reducir la espasticidad. En dosis altas, estos medicamentos pueden causar embotamiento, así que es importante que los médicos se ocupen de indicar la dosis adecuada.
Es muy importante que las personas con MS estén físicamente activas. La inactividad física puede contribuir a la rigidez, debilidad, dolor, dificultad para dormir, fatiga, problemas cognitivos, depresión, y desarrollo de contracturas. Caminar, estirarse, yoga, natación y otras actividades de bajo nivel, realizadas durante 10 a 20 minutos una a tres veces por día, tienen un efecto beneficioso general sobre el bienestar de las personas con MS
Temblor
A veces las personas con MS tienen un temblor, o sacudida incontrolable, desencadenada a menudo por el movimiento.
El temblor puede ser muy discapacitante. A veces son útiles los dispositivos de asistencia y las pesas adjuntas a los miembros en las personas con temblor. También pueden ser útiles la estimulación cerebral profunda y los medicamentos como el clonazepam.
Problemas para caminar y con el equilibrio
Muchas personas con MS experimentan dificultad para caminar. De hecho, los estudios indican que la mitad de aquellos con MS con recaída-remisión necesitarán algún tipo de ayuda para caminar a los 15 años del diagnóstico si permanecen sin ser tratados. El problema más común para caminar que tienen las personas con
MS es la ataxia— movimientos inestables y no coordinados—debido al daño dentro de las áreas del cerebro que coordinan el movimiento de los músculos. Las personas con ataxia severa generalmente se benefician del uso de un bastón, andador, u otro dispositivo de asistencia. La fisioterapia también puede reducir los problemas para caminar en muchos casos.
En 2010, la FDA aprobó el medicamento dalfampridina para mejorar la marcha en las personas con MS. Es el primer medicamento aprobado para este uso. Los estudios clínicos mostraron que las personas tratadas con dalfampridina tenían velocidades más rápidas de marcha que aquellos tratados con una píldora de placebo.
Fatiga
La fatiga es un síntoma común de MS y puede ser tanto física (por ejemplo, cansancio en las piernas) como psicológica (debido a depresión). Probablemente las medidas más importantes que pueden tomar las personas con MS para contrarrestar la fatiga física son evitar la actividad excesiva y permanecer lejos del calor, que a menudo agrava los síntomas de MS. Por otra parte, los programas de actividad física diaria de intensidad leve a moderada pueden reducir la fatiga significativamente. Puede recetarse un antidepresivo como la fluoxetina si la fatiga está causada por depresión. Otros medicamentos que pueden reducir la fatiga en algunas personas incluyen amantadina y modafinil.
La fatiga puede reducirse si la persona recibe terapia ocupacional para simplificar las tareas y/o fisioterapia para aprender a caminar de manera de ahorrar energía física o aprovechar un dispositivo de asistencia. Algunas personas se benefician con los programas de manejo del estrés, entrenamiento para relajación, asociarse a un grupo de apoyo de MS, o psicoterapia individual. También puede ayudar el tratamiento de los problemas para dormir y los síntomas de MS que interfieren con el sueño (como los músculos espásticos).
Dolor
Las personas con MS pueden experimentar varios tipos de dolor durante el curso de la enfermedad.
La neuralgia del trigémino es un dolor facial agudo y punzante causado por la MS que afecta al nervio trigémino al salir del tallo cerebral en su ruta hacia la mandíbula y la mejilla. Puede ser tratado con anticonvulsivos o antiespasmódicos, inyecciones de alcohol o cirugía.
Las personas con MS ocasionalmente tienen dolor central, un síndrome causado por daño en el cerebro y/o en la médula espinal. Los medicamentos como la gabapentina y la nortriptilina a veces ayudan a reducir el dolor central.
Ardor, cosquilleo y pinchazos (comúnmente llamadas “alfileres y agujas”) son sensaciones que se producen en la ausencia de estimulación. El término médico para ellas es disestesias. A menudo son crónicas y difíciles de tratar.
El dolor musculoesquelético o lumbar crónico puede estar causado por problemas para caminar o al usar dispositivos de asistencia incorrectamente. Los tratamientos pueden incluir calor, masajes, ultrasonido y fisioterapia para corregir la postura incorrecta y fortalecer y estirar los músculos.
Problemas con el control de la vejiga y estreñimiento
Los problemas más comunes de control de la vejiga que tienen las personas con MS son la frecuencia urinaria, la urgencia, o la pérdida del control de la vejiga.
La misma espasticidad que causa espasmos en las piernas también puede afectar la vejiga. Un pequeño número de personas tendrá el problema opuesto—retención de grandes cantidades de orina. Los urólogos pueden ayudar con el tratamiento de los problemas relacionados con la vejiga. Se dispone de un número de tratamientos médicos. El estreñimiento también es común y puede ser tratado con una dieta alta en fibra, laxantes y otras medidas.
Problemas sexuales
Las personas con MS a veces tienen problemas sexuales. La excitación sexual comienza en el
sistema nervioso central, cuando el cerebro envía mensajes a los órganos sexuales a través de nervios que pasan por la médula espinal. Si la MS daña estas vías nerviosas, la respuesta sexual puede estar directamente afectada. Los problemas sexuales también pueden provenir de síntomas de MS como fatiga, músculos contraídos o espásticos, y factores psicológicos relacionados con disminución de la autoestima o depresión.
Algunos de estos problemas pueden corregirse con medicamentos. El asesoramiento psicológico también puede ser útil.
Depresión
Los estudios indican que la depresión clínica es más frecuente entre las personas con MS que en la población general o en las personas con muchas otras afecciones crónicas y discapacitantes. La MS puede causar depresión como parte del proceso de la enfermedad, ya que daña la mielina y las fibras nerviosas dentro del cerebro. Si las placas están en partes del cerebro que están implicadas en la expresión y el control emocionales, puede producirse una variedad de cambios de conducta, incluyendo la depresión.
La depresión puede intensificar los síntomas de fatiga, dolor y disfunción sexual. Mayormente se trata con medicamentos antidepresivos inhibidores de la recaptación de la serotonina selectiva (SSRI), que menos probablemente causen fatiga comparados con otros antidepresivos
Risa o llanto inapropiado
A veces la MS está asociada con una afección llamada afecto pseudobulbar que causa expresiones inapropiadas e involuntarias de risa, llanto o enojo. A menudo estas expresiones no están relacionadas con el ánimo; por ejemplo, la persona podría llorar cuando en realidad está muy contenta, o reírse cuando no está especialmente contenta. En 2010, la FDA aprobó el primer tratamiento específico para el afecto pseudobulbar, una combinación de los medicamentos dextrometorfano y quinidina. La afección también puede tratarse con otros medicamentos como amitriptilina o citalopram.
Cambios cognitivos
La mitad a tres cuartos de las personas con MS tiene deterioro cognitivo, que es una frase que los médicos usan para describir un deterioro en la capacidad de pensar rápida y claramente y de recordar fácilmente. Estos cambios cognitivos pueden aparecer al mismo tiempo que los síntomas físicos o pueden desarrollarse gradualmente con el tiempo.
Algunas personas con MS pueden sentir como si pensaran más lentamente, se distraen fácilmente, tienen dificultad para recordar, o están perdiendo la habilidad con las palabras. La palabra adecuada parece estar en la punta de la lengua.
Algunos expertos creen que es más probable que sea un deterioro cognitivo en lugar de un deterioro físico, esto causa que las personas con MS finalmente se retiren de la fuerza laboral. Se ha desarrollado un número de pruebas neuropsicológicas para evaluar el estado cognitivo de las personas con MS. Basado en los resultados de estas pruebas, un neuropsicólogo puede determinar el alcance de puntos fuertes y debilidades en distintas áreas cognitivas. Los medicamentos como el donepezil, que generalmente se usa en la enfermedad de Alzheimer, pueden ser útiles en algunos casos.
Terapias complementarias y alternativas
Muchas personas con MS usan alguna forma de medicina complementaria o alternativa. Estas terapias provienen de muchas disciplinas, culturas, y tradiciones y abarcan técnicas tan distintas como la acupuntura, aromaterapia, medicina ayurvédica, terapias de tacto y energía, disciplinas de movimiento físico como yoga y tai chi, suplementos herbales y biorretroalimentación.
Debido al riesgo de las interacciones entre la terapia alternativa y las más convencionales, las personas con MS deben discutir todas las terapias que están usando con su médico, especialmente los suplementos herbales. Aunque los suplementos herbales se consideran “naturales,” tienen ingredientes biológicamente activos que podrían tener efectos perjudiciales propios o interactuar perjudicialmente con otros medicamentos.