En los niños pequeños los mocos en exceso se producen debido a la inflamación de las vías respiratorias superiores por resfriados o alergias.
En un principio su composición es líquida y pasan de forma paulatina a tener un aspecto más espeso y variar a un color amarillo verdoso.
En los bebés que están mamando pueden ocasionar dificultades para alimentarse.
Los niños que acuden a guarderías o al colegio son muy propensos a resfriarse. En estas condiciones pueden estar acatarrados unas seis veces al año. En principio el constipado remite solo y no precisa tratamiento.
Los mocos pueden ir acompañados de fiebre, dolores de garganta, tos, etc…
Claves para evitar el contagio de un resfriado
- Evite el contacto con otras personas refriadas.
- Utizar pañuelos deshechables.
- Evitar que los niños se lleven juguetes a la boca y otros objetos.
- Lavar las manos al niño frecuentemente.
Tratamiento de un resfriado acompañado de mucosidad.
- Ofrecer al niño líquidos de forma periódica, agua o zumo.
- Evitar que esté demasiado abrigado o ambientes con mucho calor.
- Ventilar bien las habitaciones.
Como facilitar la expulsión de los mocos
- Realizar lavados nasales con suero fisiológico y la ayuda de una jeringa. Introducir el suero con suavidad inclinando la cabeza ligeramente.
- Usar una perilla de goma para aspirar la mucosidad en caso de bebés.
- El ligero vapor que desprende el agua del baño o la ducha puede ayudar a descongestionar.
- Aplicar vaselina si la parte baja de la nariz presenta irritación.