Un almacén de hoy en día, bien diseñado y gestionado, es básicamente un generador de ventajas competitivas, de aporte de valor. Es el almacén el que recibe, custodia, selecciona, acondiciona y envía la mercancía adecuada a un cliente cada vez es más exigente, que requiere plazos de entrega cada vez más cortos, que realiza pedidos más complejos y que tiene en la palma de su mano una cantidad ingente de oferta a una distancia de apenas un movimiento de pulgar. Un cliente que puede basar su decisión de volver a comprar o no, en base a acciones que suceden dentro de un almacén, sin siquiera ser consciente de ello.