Si no agitas la mente, la pobredumbre emocional y los pensamientos negativos se mantienen en el fondo como si fuera un vaso de agua sucia. Si la agitas, los pensamientos se enturbian y aparecen, si no menos, algunas trazas de esos negativos. También vuelven los malos recuerdos y sus consecuencias emocionales. De ahí que es mejor no agitar mucho la mente. Pero nuestro cerebro tiene la ironía intríseca de que lo que es mejor para la mente suele pasárselo por el forro, es más, diría que casi disfruta (cerebro y mente no son semejantes). Así, nuestro cerebro, cada cierto tiempo, agita ese "vaso de agua sucia" a ver si se divierte un poco torturando a la mente y sus suspicaces remodimientos. Tal vez, el cerebro piense que así nos mantiene en esa alerta surgida de la evolución de las especies hacia la supervivencia. Si quieren evitarlo, tan sólo deberían centrarse en su respiración un minuto. ¿Qué es un minuto si les mantiene alejado de esa agitación mental? Un minuto. Ya sé que eso es meditación, pero de un minuto. No tienen excusas para ello por mucho que inventen alguna. No hay ninguna lo suficientemente buena. Pueden creer que es una estupidez como otra cualquiera, pero un minuto puede convertirse en un gran reparador y purificador de esa metáfora del agua sucia. Y quien sabe si con el tiempo podrán concentrarse ese único minuto en cualquier circunstancia llena de ruido o interferencias sociales. O puedes esperanzarte hasta que te mueras esperando que el cerebro deje de agitar tu mente cada vez que le parece, apetece o le viene en gana. Ya saben que el cerebro es como es y no pueden esperar que cambie por arte de magia su condición si no es con ayuda.