Los chalecos, usados en principio por los hombres persas y popularizados en el siglo XVIII, tuvieron en principio la utilidad de cubrir del frío. Sin embargo, actualmente son considerados una prenda de etiqueta y elegancia. Es una prenda clásica que no pierde vigencia. Sin embargo, los chalecos son versátiles, respetando preferencias, luce tanto en un look formal con traje como casual. Puedes hacerlo destacar de manera que sea el protagonista de tu outfit. El chaleco va y viene, pero siempre será una opción acertada a la hora de vestir. Acá te damos algunos consejos sobre cómo usar el chaleco del traje.
Colores sobrios
Evita llevar chalecos con texturas, satinados o muy brillantes sobre todo porque no vamos a ir a presentarnos en un circo. Más bien apuesta por los colores sobrios que te den elegancia y presencia. Igualmente, recuerda que si lo llevas con un traje debe ser del mismo color de este.
Versatilidad
La particularidad de esta prenda es que tiene la capacidad de transformar por completo un look. Si lo llevas con un accesorio de época como un reloj de bolsillo, podrás tener un look vintage. Además, ten en cuenta que los chalecos de lana y algodón son los indicados para combinarlos con el mayor número de looks.
Con camisa
Para un estilo clásico se usa como camisa manga larga, lo que te da un toque de elegancia. Aunque tiene detractores, también suelen usarlo con franela. Sin embargo alguno dicen que no es el uso que se debe dar a esta prenda.
Soltar el botón
Tradicionalmente el último botón no debe ser ajustado en su ojal. Esto debido a que es considerado un símbolo de elegancia. Además, le permite al chaleco descansar a cada lado de sus caderas al estar sentado.
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