El corrector es cada día uno de los productos más usados, nunca falta en nuestro neceser, pero todavía hay quienes no conocen las diferencias entre un color y otro, cómo y donde se debe usar, etc, así que hoy, me pongo las pilas y os muestro con todo detalle todo lo que debéis saber sobre el uso de este cosmético.
Cada tipo de corrector tiene una función diferente y unos son ideales para los distintos tipos de pieles, es por eso que es de suma importancia aprender a conocer cuáles son los que nos sientan mejor.
Voy a comenzar explicando en función de cada color, para qué sirve cada corrector:
1. Color verde – Se usa para esconder las imperfecciones como las manchas rojas o el acné, también se usa para camuflar una pequeña picadura o una alergia. El problema a esconder debe ser de color rosa o rojo porque sino no funcionará.
- Color naranja – Ideal para las ojeras que son entre azuleadas y grisáceas, pero también ayudan a disimular alguna manchita oscura que tengas en la parte superior de los labios.
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Color amarillo – Ideal para camuflar las ojeras moradas o violetas, y para imperfecciones de estas tonalidades, como los hematomas.
4, Color lila – Este tono es ideal para tapar granos de color amarillo o alguna imperfección en un color marrón, también camufla cicatrices y manchas anaranjadas.
- Color azul – Estupendo para tapar imperfecciones única y exclusivamente de color naranja, pero debes difuminarlo muy bien…
6. Color blanco – No se usa para cubrir imperfecciones de color, sino que su función es hacer que las líneas de expresión se suavicen y rellenen. Se puede usar como iluminador, para enfatizar algún rasgo que te guste más y para darle más luminosidad al rostro.
- Color carne – Este corrector es el que es igual que nuestro tono de piel o un tono más claro, y siempre se usa después de la base porque su función es ocultar lo que esta no ha podido. Para asegurar el maquillaje podemos usar el corrector de color carne. Lo ideal es que sea 1 o 2 tonos por debajo del nuestro.Pero cuidado, porque si lo escoges mal tendrás en tu cara el temido efecto mapache! Te propongo algo, una vez que te hayas puesto el corrector, hazte una foto, si ves que alrededor de los ojos se ve muy claro, entonces es que el tono que has escogido no es el adecuado y debes usar uno un poco más oscuro.
Es decir que dependiendo del color del problema a camuflar, deberemos escoger su opuesto, os dejo esta imagen de una rueda cromática para que os sea más fácil la elección, por ejemplo si yo tengo una mancha en la cara de color verdosa, entonces tendré que camuflarla con el corrector de color naranja que es el más cercano a ser su opuesto.
Ahora que ya tenemos claro el uso de los diferentes colores de corrector, le llega el turno a su textura.
1. Correctores en barra – Son ideales para tapar granitos y manchitas de la piel, pero no terminan de quedar bien para camuflar las ojeras ya que suelen ser muy secos y cuesta de difuminar adecuadamente.
2. Correctores compactos – Estos cubren mucho, y tienen la gran ventaja de que tapan manchas, ojeras, y algunos sirven también como iluminadores dependiendo de la tonalidad que escojas. Si lo vas a usar para tapar imperfecciones, estos deben ser lo más parecidos al color de tu piel.
- Correctores fluidos – Muy buenos para camuflar las ojeras, porque son los más hidratantes, y como ya habréis notado, esa zona tiende a secarse y a formar arruguitas, además no suelen agrietarse.
Correctores en lápiz – Ideales para corregir problemas muy localizados, como manchitas o granos.
Cuál escoger va en función de tus necesidades, por ejemplo, si tienes unas ojeras bastante pronunciadas, apuesta por un corrector de barra, ya que, por su consistencia, cubren a la perfección cualquier imperfección. Pero si son muy tenues, lo mejor es optar por un corrector líquido.
Un buen corrector puede marcar la diferencia de un buen maquillaje, y lo más importante no solo es escoger la textura o el tono que nos vaya bien, sino aplicarlo correctamente, así que ahora os lo explico.
Debes coger una pequeña cantidad del producto y aplícala con el dedo anular o con una brocha especial para corrector dando pequeños golpecitos. Difumínalo bien con movimientos suaves y circulares, ten cuidado con la presión que ejerces, para evitar arruguitas prematuras.
Para la zona de las ojeras debes aplicar unas gotitas en la parte inferior de los ojos y extiende con pequeños y suaves toques sin llegar a arrastrar el producto, recuerda difuminar muy bien los extremos para que el color se adapte a tu tono de piel.
Para finalizar, recuerda sellar el corrector con polvos translúcidos para que este no se agriete y dure más tiempo.