Desde que llegó su nueva "seño " parece que a Adrián le cuesta menos ir al cole. No voy a decir que le apasione, ni que la cosa vaya viento en popa ( sobre todo por mi parte ya que no acabo de estar convencida ), pero él se ve contento.
Por las mañanas entra corriendo a su fila y se pone a jugar con los compañeros. Yo me quedo mirándole desde la verja y le veo feliz.¡ Ayer incluso me dijo con la manita que me fuera !. Cuando vamos al parque y se encuantra con compañeros del cole enseguida le llaman y se pone a jugar con ellos.
Cuando le recojo está feliz, se despide con alegria de su maestra y me cuenta las cosas que han hecho durante la mañana. Por las tardes es el mismo niño de siempre. No le ha cambiado el caracter, ni muestra ningún signo preocupante. Oigo a otras madres decir que sus hijos están más berrinchosos o que se han vuelto a hacer pipí en la cama, pero a Adrián no le sucede nada de eso. Está un pelín más mimoso y dice que nos echa de menos, pero es que si no mostrara algún cambio también me resultaria preocupante. Adrián es un niño que no se calla nada por lo que sé que si se sintiera mal me lo diria.
Con la maestra aún no he podido hablar mucho. Pronto le solicitaré una tutoría y la conoceré mejor, pero me ha causado buena impresión las pocas veces que he hablado con ella. El día que se incorporó me mandó una nota en la agenda escolar presentándose y diciéndome que veía a Adrián feliz, independiene y muy bien integrado en la clase, que ya es mucho.
Sé , por otras madres, que esta maestra es más dura en el sentido de que le gusta mantener el orden en su clase. Que no permite que los niños " revolucionen" mucho, pero también dicen que hace muchas cositas con ellos . Adrián dice que se lo pasa bien y que la quiere y para mi eso ya es mucho.
El lunes pasado tuvimos la reunión de padres. Nos informaron de cómo iba a ser el curso y de los objetivos. Me gustó que la maestra dijera que no pasaba nada si algún niño no los cumplia, que aún eran pequeños y que cada uno tenia su ritmo de maduración. Me gustó tambien que pidiera la implicación de los padres en casa, que nos sentásemos con nuestros hijos a hacer a hacer cositas.
Tambien hay cosas que no me gustan:
No me gustan las pegatinas según el comportamiento, ni las amenazas, ni los castigos. Me parece los niños deben aprender a comportarse bien porque se les hayan inculcado valores, no por recibir un premio o evitar un castigo. Pero creo que a estas alturas, Adrián ya tiene claro esto
No me gusta el hecho de que la seño de Adrian sea la directora del colegio y tenga que ausentarse a menudo dejándoles con una sustituta.
No me gusta el hermetismo que hay, no dejandonos entrar a los padres a acompañar a nuestros hijos a su fila o a las actividades extraescolares ( ¡¡ Sí, Adrian se ha quereido apuntar a Karate !!, asi es que supongo que no está tan mal en el cole ).
Me da la impresión de que la que no termino de adaptarme soy yo, pero, en gneral, el balance es positivo. Mi hijo se ve feliz y eso es lo realmante importante.