Cómo vender una casa encantada, de Grady Hendrix

Cómo vender una casa encantadaGrady Hendrix (trad. de Pilar de la Peña Minguell)MinotauroRústica / digital | 440 páginas | 19,95€ / 8,99€

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Los títeres y las marionetas, en general, pueden llegar a ser realmente espeluznantes. O al menos, a mi me lo parecen. Sus movimientos extraños, sus vestimentas, las voces agudas que solemos ponerles... no sé, me dan mal rollo. Mételos en una casa un poco vieja, dales vida y pon allí a dos personas destrozadas psicológicamente por una repentina muerte. Lo nuevo de Grady Hendrix, titulado Cómo vender una casa encantada, es una adictiva historia de casa encantada que se da la mano con las de muñecos demoniacos en una exploración del trauma generacional. Más cercana a colección de muñequitos vintage de James Wan en Silencio desde el mal gobernados por una Annabelle en potencia que un Terror en Amityville, siempre tamizado por el cómico toque terrorífico de Grady Hendrix, Como vender una casa encantada se posiciona de nuevo como una poderosa historia que parte de los tropos del terror para sorprendernos una y otra vez.
Louise y Mark quieren vender su casa
Cuando Louise se entera de que sus padres han muerto, teme volver a casa. No quiere dejar a su pequeña Poppy con su ex y volar a Charleston. No quiere enfrentarse al domicilio familiar, donde se amontonan los restos de la vida académica de su padre y de la constante obsesión de su madre por los títeres y los muñecos. Además, está su hermano. Ella y Mark están casi totalmente distanciados y no podrían ser más diferentes entre si. Ahora, sin embargo, no les queda más remedio que llevarse bien. Por desgracia, ella lo necesita, porque para vender esa casa, va a hacer falta algo más que una manita de pintura. Necesitan sacarlo al mercado lo antes posible porque necesitan el dinero. Pero, antes de que sus padres murieran, cubrieron los espejos con papel de periódico y clavaron la puerta del ático. Cuando intentan reparar la casa para sacarla a la venta y los acontecimientos inquietantes se acumulan dentro de ella, Louise y Mark tienen que aprender que a veces la única manera de romper con el pasado, a veces la única manera de vender una casa embrujada, es quemarla toda.
Imagen promocional del libro
Tan Hendrix como siempre
Cómo vender una casa encantada es la habitual mezcla de maestro alquimista de Grady Hendrix donde lo conmovedor, lo hilarante y lo aterrador se empaquetan en un dispositivo de tropos del terror gloriosamente descriptivos que son subvertidos ante tus ojos. Con un primer acto que desarrolla a sus dos protagonistas y nos plantea las primeros ganchos para la historia, es en el segundo donde nos deja con la cara perpleja cuando todo parece estar a punto de solucionarse. Sin embargo, un bofetón de estos imborrables nos deja con un tercer acto metido de lleno en el thriller de acción con elementos de terror que desata, por momentos, todas sus posibilidades. Y aunque este último episodio se siente más largo e interminable de lo habitual, puedes sentarte cómodo, por que los elementos de la historia logran equilibrarse y regalarnos un final totalmente satisfactorio. Hendrix reúne los viejos tropos familiares, los espeluznantes gabinetes llenos de muñecos cuyos ojos te siguen y los juguetes que parecen moverse por sí solos y hace algo nuevo con ellos, inteligentemente actualizado para una audiencia adulta y contemporánea, creando una nueva textura donde la violencia, el trauma familiar y el humor resultan ingredientes indispensables.
Personajes y familia
Una de las principales características de las historias de casas embrujadas es que más allá de lo visual y lo aterrador, de los crujidos y los sustos, suelen ser una historia sobre el dolor. No se trata solo de los fantasmas y espíritus que pululan por ahí, sino de lo que representan para quienes están siendo perseguidos. Su origen, el impacto en los personajes y lo que representan para cada uno. Al igual que los otros dos libros del autor ambientados en Charleston (El exorcismo de mi mejor amiga y Guía del club de lectura para matar vampiros), Cómo vender una casa encantada es una novela sobre personas defectuosas y grises. También, sobre dinámicas familiares disfuncionales. Aquí, el pack está capturado a la perfección, con dos hermanos antagónicos que recuerdan sus infancias de maneras diferentes. La novela nos habla sobre las relaciones familiares fracturadas a la vez que las mismas impulsan el conflicto de la trama. El libro de Hendrix no sólo se trata de diversión y engaños repletos de terror, si no que ofrece comentarios sobre el lado más oscuro de las relaciones familiares. Y aunque la situación de los Joyner es un tanto extrema y los momentos de humor alivian parcialmente el horror y la violencia, es fascinante como Hendrix consigue entrelazar el dolor que provocan los secretos familiares con el crecimiento emocional y sentimental de ambos hermanos.

El duelo como motor de cambio
Cómo vender una casa encantada es un libro sobre el duelo. De hecho, el mismo libro está dividido en esas cinco etapas del duelo. Las historias de los hermanos les permiten mostrar múltiples formas en que las personas enfrentan el duelo, siempre sin traicionar su propia esencia. Hay una curva sólida de acción y drama creciente a medida que pasan las páginas, sobre todo desde el primer centenar, que funciona perfectamente y en conjunto con los viajes de los personajes de nuestros dos hermanos. Ambos comienzan con posturas encontradas, sin estar de acuerdo sobre qué hacer con el patrimonio de sus padres. Pronto se revela que Louise y Mark recuerdan sus infancias de formas diferentes, y esta exploración del pasado, a la vez que luchan con la pérdida de sus padres, funciona como un excelente motor de cambio para reconectarse. Sin embargo, no será fácil, ya que hay muñecos diabólicos y una casa encantada, que digamos... no pone las cosas sencillas.
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