Reconozco que soy un verdadero desastre para confeccionar una maleta, y no por el hecho de organizar la ubicación de las prendas sino más bien por ponerte a pensar en qué llevar. Asumido el defecto, dejar que os pueda ayudar para dar respuesta al título del artículo o, por lo menos, en aclarar algunas dudas.
Creo que ya lo he mencionado en otro artículo; aún así lo repetiré. Embarcar en cualquiera de las naves que las compañías de cruceros tienen en el mercado es como adentrarse en el hall de un hotel de cinco estrellas. A las pocas horas observarás que las cinco estrellas se amplían más allá del hall de entrada y, en consecuencia, tus comportamientos (en el que yo incluyo la vestimenta) se acomodaran a la vida de a bordo.
Solo necesitarías un bañador si fueses la persona que va a pasar todo el crucero en cualquiera de las piscinas del barco, pero seguro que eso no es así. Cada jornada, en el diario de a bordo que dejarán en tu camarote, tendrás unas indicaciones/sugerencias de la forma de vestir según el acto. Por regla general, en todos los cruceros, vienen a ceñirse a tres apartados: gala, casual o informal y temática (variando las distintas acepciones). Las noches temáticas (rojo y negro; de blanco e incluso fiesta de disfraces, carnaval, años 60, etc.) se aprovechan tanto para la cena como para las actividades posteriores. Si te interesa especialmente este último apartado puedes ampliar esta información, bien directamente con la compañía o con tu agencia de viajes.
Vestimenta de gala: Por regla general se celebran dos noches de gala: la cena y el cóctel del capitán. Lógicamente no es obligatorio, pero es en estas noches cuando el barco se asemeja a la idea que tenemos de un crucero: el lujo. Los caballeros con traje (generalmente oscuro) y corbata, incluso smoking, y no debe dejar de sorprendernos como algunos otros nacionales se enfundan su traje típico popular, señal de elegancia. Las damas, con elegantes vestidos de noche y luciendo al máximo su esplendor y sus joyas. Esta forma de vestir no es un hecho sintomático solo de personas mayores; más al contario podrás ver a una gran mayoría de jóvenes también engalanados como si se celebrase la fiesta de fin de año. Aunque solo sea por unas horas, merece la pena dejarse imbuir por el ambiente de gala.
Vestimenta casual y/o informal: Esta será la forma más generalizada de vestimenta en la mayoría de las noches. Eso significa que deberás combinar la comodidad no exenta de la elegancia. Ya son muy pocos los barcos que, para la cena, exigen corbata a los caballeros. La americana es una elección pero no estrictamente necesaria. Diríamos que una vestimenta sport, sea con camisa o polo, es adecuada para los caballeros. Por supuesto, no proceden pantalones cortos, chanclas o camisetas, pues esta será la vestimenta que hayas utilizado en el resto del día dentro de las actividades lúdicas (excursiones, uso de piscina, área deportiva y/o de cubiertas al aire libre).
Para las señoras ¡que decir!. Ellas siempre van elegantes, vayan como vayan, y no voy a ser yo quien les de consejo. Sin embargo si creo necesario hacer una observación importante, válida para ambos géneros y, sobre todo, para los frioleros. En los barcos, por regla general, la climatización del aire acondicionado en todas las áreas públicas es bastante elevada. Con elevada quiero decir que se puede llegar a sentir hasta un poco de frío en determinados momentos y/o espacios (teatro, restaurante, cafés, etc..). Así que, independientemente de la época del año en la que viajéis, no vendría nada mal echar mano de alguna pequeña rebequita, jersey fino o prendas similares. El que avisa no es traidor.
¿Qué otra ropa o prendas debo llevar?
Lo reconocí al principio: mi fuerte no es el de hacer la maleta. Sin embargo, al elegir las prendas, o mejor dicho el número de ellas para llevar, casi siempre fallo por exceso. No cabe duda que es muy importante conocer la previsible meteorología de los sitios a visitar. Por la mañana, caso de realizar excursiones, utilizarás ropa cómoda y ligera (si cabe en tu mochila puedes llevar algún pequeño recambio, que tampoco es que sea necesario; salvo unas gorras o sombreros para el sol e incluso, dependiendo de la excursión o de tu elección por libre, hasta de un bañador). Será lo mismo en el caso que decidas quedarte en el barco en la cubierta de la piscina. Por tanto, haz tu previsión para un juego de camisetas, camisas, polos, calcetines, etc.. para cada mañana y/o tarde. Un impermeable (el más ligero que puedas) nunca debería faltar pues ¡nunca se sabe!.
Lo que no debes de hacer es engordar tu maleta con toallas, sean de tocador o de baño, ni por supuesto las de piscina. Todas estas estarán a tu disposición bien en el camarote o en la cubierta de piscina, totalmente gratuitas aunque controladas. Según que compañías y camarote seleccionado también es posible que encuentres a tu disposición albornoces. No se trata de ninguna prenda de vestir, pero aprovecho también para indicarlo: ¡no es necesario que te lleves el secador de pelo!.
Para la tarde/noche, además de lo indicado anteriormente, serás tú el que decidas tu forma de combinar prendas en cada uno de los días al objeto de que tu maleta pese lo menos posible. Al contrario que con las compañías aéreas no existe límite de kilos, pero tampoco es necesario llevar cosas que después no vas a utilizar; eso sí, un par de bañadores nunca viene mal.
¿Y los zapatos?.
¡Claro, también son prendas de vestir!. ¡Recuerda!: los zapatos son las prendas que más volumen y peso tienen. Mi sugerencia es que pienses en tres pares: algo cómodo, para el día del viaje y/o excursiones; algo práctico e informal, tipo sandalias/chanclas para piscina y algo formal, para la noche.
Te dejo con un interesante enlace que te permitirá obtener la situación climatológica de cualquier destino del mundo. Así tendrás más ayuda aunque, no lo olvides, si algo sale mal no es culpa de este redactor.
The Weather Channel….. http://espanol.weather.com/
Otros artículos de interés:
¿Por qué elegir un crucero?
La elección del camarote perfecto.
¿Qué incluye el precio de un crucero?
Que no olvidar antes de un viaje.