¿cómo vivir con un neurótico?

Todos conocemos a alguien que nada le sirve, todo le molesta y vive en una eterna pelea con el mundo, recuerden ese vecino que era gruñón en cada encuentro o el compañero de trabajo que pierde el control en medio de una reunión porque las cosas no salieron como él esperaba.

Entender que vivimos en un mundo donde la neurosis está a la vuelta de la esquina nos lleva a aceptar que todos somos neuróticos, si, esa es la triste realidad, todos tenemos algún rasgo que nos complica la vida, ya sea desde el simple malestar por la vecina de arriba que anda en tacones, hasta quienes se enfurecen haciendo la fila del banco o mientras conducen.

Ser neurótico es sinónimo de baja inteligencia emocional, porque nos dejamos arrastrar por las emociones y no sabemos qué hacer cuando comenzamos a sentirnos alterados; valga una aclaración y es que en términos de neurosis hay muchos tipos y niveles, por esto entender que características principales tiene un neurótico de alto nivel es muy importante para lograr una sana convivencia en el trabajo y en la vida personal.

Características que te pueden ayudar a identificar si alguien es un poquito más neurótico de lo común:

• Se siente triste la mayor parte del tiempo, con falta de interés por buscar pasatiempos o diversiones.
• Tiene problemas interpersonales derivados de su poca tolerancia a los demás.
• Suele ser bastante irritable.
• Explota fácilmente y se frustra ante problemas cotidianos.
• Es muy sensibles y presenta signos de sufrimiento emocional frecuentemente.
• Actúa como el eterno inconforme.
• Vive entre la añoranza del pasado y el temor al futuro.
• Se le dificulta tomar decisiones.
• Augura catástrofes que la mayor parte del tiempo no suceden.
• Exige ser tratado con particular sutileza y atenciones.
• Tiene momentos de ansiedad elevada sin un detonante aparente.
• Se ve a sí mismo como incapaces de hacer algo ante su tormenta emocional interna.

Como puedes ver son muchas las situaciones que hacen que quienes tienen un nivel mayor de neuroticismo sean personas que sufren y la pasan bastante mal la mayor parte del tiempo, pues terminan siendo víctimas de sus emociones y seres bastante sensibles ante el medio que les rodea, para el resto de la humanidad que los mira de manera crítica son tan solo personas “toxicas”, molestas o “desadaptadas” pero en muchas ocasiones no logramos ver el dolor que viven estas “incomodas” personas en su día a día.

Quiero colocarte un ejemplo: imagínate que tienes un gran temor a que algo malo le pase a tu pareja, dentro de tu mente existe la certeza que el mundo es peligroso y la gente es mala y que puede lastimar a la persona que más amas, ¿qué crees que harías? Protegerla a toda costa, aun en contra de lo que él o ella considere adecuado, ya que para ti es lo correcto; ahora colócate en el lugar de esa pareja ¿cómo se sentirá? asfixiada, perseguida, acosada y saturada de los cuidados extremos, puede llegar a pensar que su pareja es muy loca por considerar esto de las personas y es justo allí donde entran en juego las creencias disfuncionales, esos guiones que nos entregaron cuando éramos niños y a los cuales nos hemos acogido a pie juntillas por estar “programados” para creer que son correctas y por lo tanto no colocarlas en tela de juicio.

Por eso la mente es una construcción muy linda, pero tan extraña que a veces nos juega muy malas pasadas; la única forma que tenemos de ser realmente dueños de nosotros mismos es aprendiendo a bucear en las profundidades de nuestro ser, descubriendo cada una de estas creencias y definiendo si son funcionales o disfuncionales y aceptando que si las dejamos intactas con el paso del tiempo se convierten en esquemas y terminan dirigiendo nuestras vidas, es muy fuerte, porque es tener la sensación de estar “programados” para vivir de determinada forma y no poder elegir cambiar sin un fuerte trabajo emocional.

De allí que tener fortaleza emocional es un reto para personas de alto rendimiento, solo los más osados se atreven a mirarse a sí mismos, a explorar su mente y reconocer que han cultivado malezas mentales durante toda su vida y solo cuando logran tener la suficiente madurez emocional pueden reconocer que son neuróticos y que la manera en la que han vivido no es la mejor, llegar a este nivel no es fácil, ni agradable pero créeme que realmente vale la pena, es algo como despertar de un sueño y poder vivir de manera consciente, eligiendo las emociones que habitan la mente y pasando de reaccionar (desde el impulso primario) a responder (activando la razón) ese momento en que actúas con inteligencia emocional es muy emocionante, yo lo comparo con domar un animal salvaje, con controlar la fiera antes de que salga a flote y arruine todo, en ese instante te sientes ganador y te refuerzas a ti mismo el que tienes la capacidad de ser el director de tu mente, ya no quieres volver a ser la victima de las circunstancias, se terminó el actuar como un observador pasivo del mar de tus emociones, ahora tu estas al mando y sabes que puedes activar el control cuanto lo consideres necesario.

Para llegar allí necesitas equiparte muy bien a nivel mental, con diferentes elementos que al articularse te dan el poder de regular las emociones, los principales son:

• Atención plena: para saber reconocer las alteraciones en las emociones, las sensaciones y los pensamientos, y por supuesto para a tiempo
• Flexibilidad: te ayuda a cambiar el punto de vista y considerar la mejor opción de respuesta
• Autocontrol: te facilita el activar la calma cuando estés comenzando a alterarte
• Empatía: para entender las razones de las otras personas, aunque no las compartas, cuando entiendes el sufrimiento en el otro no necesitas ganar, sino resolver la situación
• Resiliencia: La clave para aprender de cada experiencia y generar alternativas de respuesta para futuras situaciones, fortaleciéndote emocionalmente un poco más cada vez

Aprender a ser menos neuróticos requiere de ir avanzando un paso a la vez, reconociendo las conductas que nos quitan bienestar y renunciando cada que tengamos la oportunidad a ser neuróticos sin causa, no siempre necesitamos tener la razón, ni ser tratados como miembros de la realeza británica, ni estar exentos de la más mínima incomodidad, lo único realmente valioso es vivir plenamente, conscientes que la vida misma es una aventura que se compone de diferentes capítulos y que tal vez los que menos nos gustan son los que más nos fortalecen, así que te invito a hacer parte del club de las personas extraordinarias esos seres imperfectamente felices que trabajan por ser una mejor versión de si mismo.