¡Hola, amig@s!
Pues sí, el día de Arnold Bennett ha llegado. Hoy, 27 de marzo, se conmemora el 82 aniversario de su fallecimiento y hemos sido varios los bogueros que nos hemos sumado a la iniciativa de Elena Rius, deNotas para lectores curiosos, y José C. Vales, de Las luciérnagas no usan pilas, y su Arnold Bennet Assembly para recordar en este día su figura.
Arnold Bennet nació en Stradforshire en 1867 y falleció en Londres el 27 de marzo de 1931, como ya os decía. En su época fue una verdadera star, una estrella a la que todo el mundo conocía. Sin embargo, permanece hoy en día en semi abandono. Las críticas que Virginia Woolf y el grupo de Bloomsbury le dirigieron debió contribuir en algo a este olvido. La Arnold Bennett Society, de la que la hija del autor fue presidenta, continúa con su labor de recuperación y difusión de su figura y su obra con actividades varias.
Sea como fuere, Bennett nos ha dejado varias obras de ficción, de no ficción, artículos periodísticos,... Ana de las cinco ciudades, por ejemplo, cuya acción se sitúa, como la mayoría de sus novelas, en los Potteries- zona industrial inglesa- es una de obras que me gustaría leer de él. No son fáciles de encontrar, sin embargo, sus obras ni en castellano ni en inglés (ya sabéis que leo en papel) y no la encontré por aquí, así que me decidí por otro título que sí encontré en editorial Melusina. Se trata de Cómo vivir con veinticuatro horas al día, corto y encantador ensayo publicado en 1925 y que formaba parte de otro de mayor extensión, Cómo vivir.
El pequeño volumen de 170 deliciosas páginas, consta además de otro pequeño texto, Apuntes sobre el éxito, y el epílogo a la edición americana de Cómo vivir. En el breve Apuntes sobre el éxito, partiendo de su escepticismo sobre esa tan cacareado éxito, analizada de forma sencilla, ligera y divertida los tipos de éxito y de exitosos.
Cómo vivir con veinticuatro hora al día ocupa la mayor parte del libro. Está dividido en doce capítulos y se lee con sumo agrado y una permanente sonrisa. Con frecuentes apelaciones al lector los consejos del autor se leen como los de un amigo que quiere ayudar. Sus recomendaciones siguen vigentes aún en nuestro presente y, a pesar de la dificultad de mantener y llevar a cabo el programa, pueden redundar en una mayor satisfacción y felicidad personal. Bennett reconoce no tener la fórmula secreta, pero de modo ligero, sencillo, tierno, haciendo gala de un irónico sentido del humor, va desglosando algunas de esas sugerencias: conocerse a uno mismo, leer, cazar mariposas un plena calle,... y pensar."Estoy decidido a abordar el tema con una franqueza que puede resultar inquietante. Percibo que es tan peligroso decir la verdad sobre el éxito como decir la verdad sobre los Estados Unidos, pero como ya estoy acostumbrado al silbar de las balas sobre mi cabeza, lo intentaré de todos modos."
"La segunda sugerencia es que, además de leer, pienses. Conozco personas que no paran de leer y para el bien que les hace más les valdría dedicarse a untar tostadas. Se entregan a la lectura como los hombres resolutivos se dan a la bebida. Pasan a todo gas por las provincias de la literatura, en un movimiento perpetuo que se justifica a sí mismo. Son el tipo de personas que te dicen cuántos libros han leído en un año."
Marcapáginas 202
"Tenemos todo el tiempo que hay", como él bien dice, y de nuestra mamo está el vivir- no solo existir- y el convertirnos en "entusiastas aspirantes de la vida". Leyendo a Arnold Bennet comenzaremos el programa con una sonrisa, que no es poco.Ah, y como curiosidad, si vais al hotel Savoy, no os olvidéis de probar la tortilla que lleva su nombre...
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...