Tras un periodo de largas vacaciones, por suerte o por desgracia, empieza la vuelta a la rutina y no sabes como volver a entrenar. Es más que probable que te hayas pasado un poco con la alimentación y los combinados, y ahora toca volver al cauce de hace unos meses, con el plus de la “vuelta al cole”.
Dicho así, todo esto estresa hasta al más valiente, pero yo te digo que no tiene por qué ser un quebradero de cabeza.
Y es que te subes a la báscula, miras tu nevera, compruebas que te han pasado la cuota del mes del gimnasio y apenas lo has pisado, y en lo primero que piensas es en echarte las manos a la cabeza.
Pues bien, vamos a ver algunos consejos para que tu frigorífico vuelva a ser saludable, y tu vida se torne un poco más activa en lo que a entrenamiento se refiere.
Di adiós a los pensamientos negativos
Como bien he dicho antes, cuando acaban las vacaciones y tienes que volver a entrenar, no paramos de pensar en que ojalá no hubiera comido esto o aquello, que tenías que haber salido de fiesta sólo los fines de semana en lugar de martes a domingo, etc. Lo que tienes que hacer es olvidar todo eso, pasar de página, y pensar que quien tuvo retuvo, que nunca es tarde para empezar a cuidarse de nuevo. Piensa que si has llevado una vida saludable durante el resto de los meses, un mes de excesos tampoco es para tanto. ¡Porque tú lo vales!
Ojo con la báscula
Registrar tus progresos en reducción de peso y porcentaje de grasa está muy bien. Es más, lo recomiendo encarecidamente. Pero jamás debes obsesionarte pesándote cada día. Recuerda que cada decimal que marca tu báscula no define el esfuerzo que estás llevando a cabo.
¿Por qué correr si no te gusta?
No a todo el mundo le gusta correr, y no pasa nada. Forzarte a hacer algo que no te gusta no va a hacer que quieras continuar. Hay muchas otras alternativas al “running”, y otros muchos ejercicios cardiovasculares que pueden tener el mismo efecto. Si odias corrers, métete a Body Pump. ¿Qué tampoco te gusta? Pásate a la bici. ¿Tampoco? Pues Zumba o GAP. Como ves, no será por falta de actividades. Sólo tienes que buscar, probar, y quedarte con la que más te guste. Siempre será mejor que quedarte en casa en el sofá porque no te gusta correr.
No entrenes para cambiar una parte de tu cuerpo
Entrenar porque no te gusta tu cuerpo es lo peor que puedes hacer. Hacer ejercicio te hace sentir mejor, se liberan endorfinas que mejoran tu autoestima y tu estado de ánimo. Entrena para sentirte mejor, para tener más fuerza, menos dolores, y eso tendrá como resultado un cuerpo más atlético y saludable.
¿Te gusta el brócoli?
Ahora se ha puesto de moda el brócoli como alimento fit pero, ¿de verdad quieres comerlo aunque no te guste? Con la alimentación pasa lo mismo que con el ejercicio, no te fuerces a comer un alimento que no te gusta porque sea saludable y lo tomen todos los famosos. Hay otras muchas opciones con beneficios similares que seguro que te apetecen más.