Revista Cultura y Ocio
Esta tendencia que tengo al existencialismo a la francesa no me deja a veces expresar todo lo bueno que me rodea. Y, por eso, hoy quiero dedicar unas breves y sentidas palabras a hablar del compañerismo. En España tal vez no tengamos el mejor nivel del mundo en educación (no es que lo diga yo, sino un montón de estadísticas, aunque es probable que sean malintencionadas), pero tenemos calidad humana. De eso vamos sobrados. Dicen que la envidia es el defecto nacional, pero no estoy de acuerdo. De hecho no sé por qué se ha creado esta leyenda negra, cuando es todo lo contrario. Los compañeros son solidarios, pacientes con las manías y defectos de uno, comprensivos con sus angustias, siempre prestos a pasar por alto la paja en el ojo ajeno y hacer un ejercicio de autocrítica con la viga del propio. En resumen, no son compañeros sino amigos y hermanos. Y es cierto que si lo tuviera presente más a menudo estaría cmpletamente tranquila con respecto al futuro. La buena gente construye y siempre tendrá un mañana.