Compañías de electrodomésticos populares en los 80 y 90 que acabaron desapareciendo (II)

Corcho

Hablar de Corcho es referirnos a una de las grandes compañías industriales del país, la cual fue fundada a mediados del siglo XIX (1855) y estuvo a la altura de conglomerados como Siemens o Bosch aunque, como otras muchas compañías españolas, no sobrevivió a la crisis industrial de los 80.

Con origen en Santander, tuvo en sus comienzos un enfoque totalmente industrial, produciendo y comercializando productos y piezas metálicas para el sector naval y ferroviario, sistemas de saneamiento, hidráulicos, etc, llegando incluso a tener un área muy potente de reparación y mantenimiento de buques.

Compañías de electrodomésticos populares en los 80 y 90 que acabaron desapareciendo (II)

No es hasta lo años 60 cuando Corcho se especializa en electrodomésticos, fundamentalmente de cocinas industriales, aunque en los años siguientes se centra en el ámbito del hogar. Ya en los 70 se convierte en referencia en productos como neveras, lavadoras, calentadores y, por supuesto, cocinas de gas y vitrocerámicas para el hogar, electrodomésticos que conservamos todavía en nuestros recuerdos de niñez. Asimismo, en los 70 Corcho es comprada por el grupo navarro Orbaiceta (propietario a su vez de otra marca legendaria, Super Ser)

Por desgracia, los 80 fueron unos duros años para Corcho, la cual acaba en manos del gobierno de Navarra para ser finalmente adquirida en el año 1989 por BS Electrodomésticos (junto al grupo Orbaiceta) formada por Bosch-Siemens. Por desgracia, el conglomerado alemán no conservó la marca Corcho, aunque siguió produciendo en la fábrica de Santander (la originaria de Corcho) encimeras de gas de marca blanca.

Saba

Como decía el anuncio, “Quien sabe Saba”. Cualquier nostálgico recordará esta marca tan habitual en los años 80 y 90 y que, como otras muchas de aquel entonces, ha desaparecido.

Saba nació en Alemania en 1835 como una compañía fabricante de relojes, especializándose a principios del siglo XX en equipos y componentes de radios. A partir de 1950 pasó también a producir televisores, producto éste en el que se especializó junto a los equipos de música.

A finales de los 60 la empresa se vendió a la americana GTE, si bien en 1980 se volvió a vender, esta vez a la francesa Thomson (hoy absorbida por la china TLC). Bajo el paraguas de ésta vivió sus mejores momentos, convirtiéndose en marca líder en televisores en Europa y presente en muchos de los salones de España.

Con la llegada de las grandes marcas japonesas y coreanas a finales de los 90 y principios de 2000, así como a raíz de la revolución de las pantallas planas, Thomson se deshizo de Saba y, con ello, de una de las más míticas marcas de nuestra niñez.

Super Ser

Super Ser se convirtió en una de las marcas de estufas y neveras que más se extendieron por las casas españolas en los 70 y 80, resultando raro que un hogar de aquellos años no dispusiera de uno de estos productos de la mítica marca.

Super Ser fue fundada por Ignacio Orbaiceta en Navarra en los años 50, tras varios años en donde su fundador, junto a su hermano, habían regentado un negocio de montaje de ciclomotores. Comenzaron con las estufas de gas, las cuales rápidamente adquirieron gran popularidad, vendiendo unas 400.000 al año y sentando una fuerte base para su expansión. De ahí pasaron a producir grandes electrodomésticos de cocina, especialmente neveras y frigoríficos, pero también hornos, cocinas y lavadoras.

Tras adquirir otras compañías del sector en los 70 (entre ellas Corcho, como indicábamos más arriba), la década de los 80 supuso el principio del fin impulsado por la gran crisis del sector industrial. En este sentido, el gobierno navarro adquirió la compañía con fondos públicos, creando un grupo con otras empresas del sector, para venderlo a la alemana BSH (que compró también Balay) en 1990, crando de esta forma una de las empresas de electrodomésticos más importante de España, la cual continúa hasta nuestros días. Por desgracia la marca Super Ser se perdió en el camino.