Antes de presentar a esta maravillosa escritora, queremos agradecerle que haya querido participar en esta serie de artículos de “Comparte tu Experiencia”, donde quien lo desee puede contarnos sus proyectos y su experiencia. En Estudio KA queremos aprender de otros emprendedores y perseguidores de sueños y compartirlo con vosotros, y no hay nada mejor para ello que entrevistarlos y difundirlo a través de este Blog.
Mar Cantero Sánchez es madrileña de nacimiento, escritora y coach personal, y se define como creativa y literaria. Ha escrito novelas románticas, libros de autoayuda, de humor y eróticos, y es articulista en revistas tan conocidas como Cosmopolitan, Objetivo Bienestar, Psicología Práctica y Piensa es gratis.
Nos ha llamado mucho la atención su libro “La vida es fácil si sabes simplificar (Zenith-Planeta)”, donde desarrolla una filosofía de vida que a nosotros nos encanta y que, día a día, intentamos aplicar: ser felices con las cosas sencillas, y atraer lo bueno y positivo.
1.- Mar, sabemos que es difícil explicar cómo cambiar de vida o la forma de verla. En este caso, siendo coach y durante el proceso de creación del libro, ¿por qué decidiste crear una guía-libro?
Lo cierto es que el libro surgió tras años de estar escribiendo artículos en las revistas, sobre bienestar y autoayuda, así que me di cuenta que ya tenía muchos temas de los que hablar y los conocimientos necesarios para escribir sobre ello. Además, en mis talleres siempre me he encontrado con personas que se complican la vida o permiten que otros se la compliquen, y empecé a darme cuenta de que, siguiendo unos sencillos pasos que nos ayudan a simplificar, la vida puede ser muy fácil, y esto hace que se convierta en una vida mucho más intensa e interesante de vivir, y sobre todo, más feliz, porque quitarnos de encima el lastre que no nos permite vivir en libertad y fácilmente, es lo mejor que podemos hacer. Entonces, es cuando de verdad nos elevamos y evolucionamos, y también cuando más nos divertimos porque hacemos lo que queremos por fin.
2.-Nos encanta lo que intentas comunicar con este libro, y a nivel de diseño la portada es llamativa e invita a leerlo y curiosear en sus páginas. ¿Crees que el diseño de la portada es importante para atraer la atención del lector?
Por supuesto que lo es. Vivimos en una época en la que la imagen cuenta y se ve más rápido que las palabras. No vale más, como dice el refrán, al menos para mí, puesto que las palabras tienen un valor y un poder enorme también, pero sí es cierto que lo primero que llama a alguien a leer un libro es la portada, como ocurre con un vestido o con cualquier cosa que podamos admirar con un simple golpe de vista. La semana pasada pude ver la nueva portada del libro en su edición portuguesa y me encantó, casi más que la española, y esto corrobora una vez más que la portada de un libro es lo que llama la atención del lector. No obstante, después es absolutamente necesario que tenga un contenido valioso, si no, vaya decepción sería, ¿verdad?
3.- Has escrito otros libros de género romántico, erótico y de humor ¿cómo obtienes la inspiración y cuáles son tus últimas obras? ¿Cuáles son tus referentes (autores, género, etc)?
Así es, pienso que si un autor tiene capacidad y habilidad para escribir varios géneros, ¿por qué no hacerlo? Además, a mí no me gusta que me encasillen, y me divierte mucho probar cosas nuevas, no podría tampoco estancarme yo misma en un solo género literario, y tampoco hay ninguna razón para hacerlo. Además, la autoayuda me sirve mucho para después crear mis personajes y mis historias, pues creo que la mayoría tenemos cosas que superar en la vida, y mis personajes también, siempre se superan y avanzan, como todos, claro.
Mi última obra publicada, además de “La vida es fácil si sabes simplificar” es una novela romántica y erótica, titulada “Reset Love (Reiniciando el amor)”, tengo la suerte de que se va a traducir al inglés y a publicarse en Estados Unidos y Canadá este año. Creo que es una novela muy de película, así que pienso que en el mercado norteamericano puede gustar mucho. Es una historia de amor invencible que se desarrolla en el futuro, en el siglo XXII. Es la historia de Alberto e India. Él es un “recuperado” (no puedo decir mucho lo que esto significa porque me cargaría lo mejor de la novela, claro) y ella es un ser humano, se aman pero la sociedad, que siempre tiene prejuicios y suele juzgar lo que ignora, va a impedir que ellos puedan amarse libremente, para conseguirlo tendrán que superar obstáculos que parecen insalvables. Además, está el tema del olvido en la novela. Olvidar lo negativo pero también lo positivo, etc.; el amor que no se puede olvidar porque se queda en el corazón y no en la mente, al menos, si es verdadero; y también aparece la pregunta de si somos nosotros gracias a nuestros recuerdos o no, puede que seamos nosotros mismos aunque no recordemos el pasado… En fin, los lectores dicen que despierta muchas preguntas de una forma fácil y bonita, y me alegra porque es lo que he intentado, pienso que aunque escriba novela romántica, quiero dar a los lectores algo más profundo e importante con lo que quedarse, que la mera historia de amor, que ya de por sí, es preciosa.
Mis referentes han sido tantos que sería imposible nombrarlos, pero intentaré dejar caer algunos: Oscar Wilde, Terenci Moix, Pepa Roma, Talane Miedaner, Joe Dispenza, Wayne Dyer, Paulo Coelho, J.J. Benítez, Antonio Gala, Pablo Neruda, Rosalía de Castro, Verlaine, Antonio Machado, etc. ¡Imposible nombrarlos a todos!
4.- ¿Qué es lo que tiene escribir que tanto te apasiona?¿Cómo se convirtió en tu trabajo?
Realmente no lo sé. Escribo desde niña, aprendí a leer y a escribir con tres años, y a los seis ya estaba escribiendo mis primeros cuentos. Después, en el colegio, una vez escribí un periódico por mi cuenta, en el que tuve que dibujar yo misma las fotografías, (risas), e inventarme las noticias. Empezó a convertirse en mi trabajo cuando, siendo muy joven aún, resulté finalista en el Premio Ateneo Joven de Sevilla con mi novela “Los viernes, el paro duerme (De Profundis Ediciones)”, que hablaba de las peripecias y experiencias de unos jóvenes en paro, con sus primeras entrevistas de trabajo y demás, pero con mucho humor y risas en la novela, nada negativo ni triste, sino todo lo contrario. Supongo que fue eso lo que más sorprendió al jurado. A partir de ahí, escribir se convirtió en mi carrera, aunque tuve que luchar mucho y muy duro para lograrlo. Después, empecé a escribir en revistas y seguí publicando libros, y creando e impartiendo mis propios talleres de Escritura Creativa y de Terapia con Escritura, porque creo que la escritura, además de un arte, puede ser una maravillosa herramienta de autoayuda, si sigues unos buenos ejercicios de escritura guiada, como digo en mi libro “Escribe para ser feliz” o en mi novela “La viajera de la felicidad”, ambos publicados por De Profundis Ediciones, y ya no he parado de escribir. Y por ahora tengo demasiadas ideas esperando a la cola como para poder parar. ¡Imposible! (risas).
5.- Por último, ¿qué consejos darías a los que intentan conseguir sus sueños y metas, y que tienen un proyecto?
Uno solo. Que se pongan manos a la obra. Yo he querido rendirme muchas veces, como nos pasa a todos, además el mundo de la literatura es muy duro, hay mucha competencia y no siempre te abren las puertas que necesitas, pero fíjate, yo, cuando me cierran una puerta, me voy a llamar a otra. Hay más puertas de las que uno cree, esperando a que llames. Y no todas son tan herméticas. Pide ayuda si lo necesitas, busca la ayuda y encontrarás. Si sigues adelante, luchando por tu sueño, cuidándolo, respetándolo, pronto vas a encontrar una puerta abierta y después otra, y luego otra, etc. Eso sí, no olvides que tu sueño es tuyo y si no lo cuidas tú, nadie lo va a hacer, por eso los que no siguen sus sueños es porque no creen en ellos realmente. Para cumplir un sueño, hay que creer en él, pero también demostrárselo al mundo. Así que, mi consejo, o mejor dicho, mi sugerencia (ya que no me gusta aconsejar pues todo es muy personal y subjetivo) es esta: ¿Quieres algo? Pues no dejes que otros te digan que no. Así de sencillo. Sigue adelante “y si no encuentras el camino, créalo”, como dijo Aníbal. Es una frase con la que siempre camino cada día.
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