Parece mentira que 9 días puedan pasar tan rápido pero sí, todo lo bueno pasa deprisa. Mañana volveremos cada uno a nuestras obligaciones en exclusiva, que además no son pocas, tenemos los dos una semanita de las de órdago.
Esta tarde, en pleno apogeo del síndrome post vacacional, pensaba yo que una de las cosas que más me han gustado siempre de las vacaciones ha sido el poder compartir rutinas. Es algo que me gusta desde la infancia, desde bien pequeña me gustaba enseñar a mis padres las cosas que me gustaban, las cosas que se me daban bien, los sitios que compartía con mis compañeros... De alguna forma, integrarles en una rutina de la que ellos no formaban parte.
Sin embargo, cada vez es menos posible compartir estas rutinas con mi marido cuando coge vacaciones. Las empresas no suelen estar dispuestas a conceder alegremente días de vacaciones fuera de las fechas señaladas (bueno, de hecho, no suelen estar dispuestas a conceder vacaciones en ninguna fecha, ¡parece que nunca les termina de venir bien!). Y cuando coges vacaciones cuando todo el mundo las coge, te encuentras con que es imposible seguir las rutinas. Esta semana que hoy termina no hemos tenido AT, se suspendió la clase de Baby Deli, no hubo curso de masaje... Siendo sincera, nunca he entendido estas cosas. Será que yo no tengo costumbre de irme de vacaciones y, por eso, me sigue sorprendiendo que el país se paralice tan fácilmente cada vez que hay un puente (no digamos ya en agosto).
En fin, que me hubiera gustado muchísmo que mi marido pudiera compartir con nosotros el ir a las sesiones de AT, que por fin pudiera estar presente en una clase de Baby Deli... Pero nuevamente ha sido imposible, qué le vamos a hacer.
Y ya no es sólo por el gusto de compartirlo con él y mostrárselo, sino que también, egoístamente, me sirve de mucha más ayuda que él nos acompañe en todas las actividades que hacemos semanalmente que el que esté en casa en un periodo donde poco se puede hacer porque todas las actividades están suspendidas y todo permanece cerrado.
Así que hemos decidido de común acuerdo, siempre y cuando sea posible (esto de las alineaciones planetarias y demás), que a partir de ahora no va a coger más vacaciones en puentes y festivos en los que todo el mundo se las coge. Prefiero aguantar yo el tirón y después disfrutar del merecido descanso cuando el resto del mundo sigue trabajando y moviéndose.
¿Se me nota ya que estoy pensando en las vacaciones de verano?. Sí, estoy pensando en unos días en la última semana de junio, ojalá sean posibles... Ay, ¡y estoy pensando también en la jornada de verano, ya va quedando menos!.
¡Quien no se consuela es porque no quiere!.