Texto: Mercedes Aguirre Lipperheide
A la hora de intentar mejorar un cuadro de artritis o artrosis, es importante tener bien claro que se trata de situaciones distintas, siendo la inflamación y un proceso de ‘autoataque’ o autoinmune la base de una (artritis) mientras que en la segunda, la base del problema es un ‘desgaste’ derivado del uso (artrosis). En ambos casos, hay un elemento común que puede estar presente: la inflamación. Mientras haya inflamación, se acumularán sustancias nocivas en la articulación que harán que el daño articular se auto perpetúe en el tiempo.
Por tanto, un elemento clave para este tipo de procesos es ‘frenar’ en la medida de lo posible la inflamación articular (que típicamente es más habitual en la artritis, aunque también puede estar presente en la artrosis). Para tal efecto nos podemos servir de:
1) Un concentrado de ácido eicosapentaenoico (EPA), un ácido graso omega 3 con un fuerte efecto antiinflamatorio a nivel articular.
2) Un preparado a base de aceite de mejillón verde (Perna canaliculus), conocido por sus propiedades antiinflamatorias.
3) Un extracto concentrado de cúrcuma, también de gran interés a nivel antiinflamatorio.
4) Otra opción sería la toma de preparados a base de harpagofito (Harpagophytum procumbens), un clásico en inflamaciones articulares o de Scutellaria baicalensis (rico en baicalina), o Boswellia serrata (rico en ácidos boswélicos) ambos con reconocidas propiedades antiinflamatorias.
Para el caso de la artritis, típicamente suele ser de origen autoinmune, en cuyo caso es de especial interés el uso de un preparado a base de enzimas proteolíticas (ej. bromelaína, papaína, tripsina, rutina, pancreatina). Ahora bien, si se tratase de una artritis de origen infeccioso y en caso de no estar tomando un antibiótico, entonces habría que echar mano de elementos antisépticos como pueden ser ciertas mezclas de oligoelementos antisépticos, propóleo, etc.
Para el caso de la artrosis, el desgaste de cartílago suele ser complicado de revertir y en cualquier caso, la toma de suplementos para su refuerzo va a tener que ser larga en el tiempo. Típicamente, los preparados más utilizados en casos de artrosis son el condroitin sulfato y el sulfato de glucosamina, siendo más fácilmente asimilable por nuestro organismo este último. Además de estos, puede ser de interés tomar preparados a base colágeno y/o cartílago de tiburón (no se recomienda su toma en personas con problemas renales, circulatorios o con tendencia a hincharse), acompañados de minerales (flúor, calcio, magnesio), vitaminas D y B. En general, este tipo de preparados suelen sentar bien en casos donde el desgaste articular no es muy acusado, pero en cualquier caso, se requiere tiempo y paciencia.En ocasiones, si el desgaste artrósico está muy avanzado, puede ser difícil ver mejoras importantes, siendo los casos moderados los más agradecidos, y más en el caso de grandes articulaciones que en el caso de pequeñas, donde el estado cardiovascular de la persona puede ‘limitar’ el acceso de nutrientes a las articulaciones afectadas.
ALIMENTOS RECOMENDADOS
PESCADO AZUL
La riqueza en Omega3 de los pescados azules (sardina, anchoa, caballa, atún, arenque…) ayuda a reducir la inflamación propia de las enfermedades articulares.
FRUTOS SECOS Y SEMILLAS
Los frutos secos contienen vitamina E, selenio y calcio, que mejoran el funcionamiento de las articulaciones. Las semillas de sésamo y lino consumidas crudas son un gran aporte de ácidos grasos que disminuyen la inflamación.
ACEITES VEGETALES
Algunos aceites vegetales, como el de linaza, el de nuez, el de soja, de sésamo, o el aceite de germen de trigo, también tienen un alto contenido en Omega3.
VERDURAS, FRUTAS Y HORTALIZAS
Sobre todo las de hoja verde, que contienen mucha cantidad de vitamina C y propiedades antioxidantes que neutralizan el daño de los radicales libres sobre las articulaciones. Coles, lechugas, brócoli, acelgas, apio, espárragos, pepino, perejil… Las zanahorias aportan betacarotenos muy convenientes para los artríticos. Calabazas y calabacines tienen propiedades desintoxicantes excelentes en la artritis infecciosa. Frutas como las manzanas, el plátano, melón, sandía, fresas, arándanos, frambuesas, aguacate o cerezas, tienen un aporte nutricional que favorece el buen funcionamiento articular.
CEREALES INTEGRALES
El uso de cereales no refinados aporta selenio y vitaminas, y una gran catidad de fibra que favorece el correcto tránsito intestinal y la eliminación de impurezas del organismo, lo que también reducirá la inflamación.