Los siete huesos en el cuello se llaman vértebras cervicales, que forman la parte superior de la columna vertebral. Juntos se llaman la columna cervical, y protegen la parte superior de la médula espinal y sus raíces nerviosas.
Anatomía del cuello
Entre los huesos de la columna cervical hay discos fibrosos, que ayudan a evitar que los huesos se froten entre sí. A veces, los discos cervicales se dilatan ( hernia), causando la compresión de las raíces nerviosas. Esta condición conduce a síntomas como dolor, entumecimiento y hormigueo, así como debilidad en el brazo y el hombro.
El cuello o la cirugía de la columna cervical se realiza generalmente para tratar el choque nervioso o de la médula espinal (también llamado cirugía de descompresión) e inestabilidad espinal (llamada cirugía de fusión). Se puede realizar una discectomía cervical anterior y una fusión (cirugía ACDF) desde el frente del cuello para extraer una hernia de disco para aliviar la presión de la médula espinal o la raíz nerviosa. Una pequeña placa también se puede utilizar para reconstruir la columna vertebral para ayudar a aumentar la estabilidad del cuello. Si bien este procedimiento es más comúnmente utilizado para tratar una hernia de disco cervical, también puede hacerse para las enfermedades que implican discos degenerativos.
Para promover la curación postoperatoria, el cirujano de la columna puede aconsejar el uso de un cuello cervical durante un corto período de tiempo. Un cuello cervical ayuda a sanar y a evitar el movimiento extremo del cuello. El cirujano también proporciona instrucciones sobre restricciones de actividad en el período post- operatorio. El uso de estimuladores óseos externos puede ser recomendado para ayudar a la fusión ósea en pacientes que pueden tener un alto riesgo de fusión pobre. A los pacientes también se les puede aconsejar que eviten el uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para el alivio del dolor, porque pueden inhibir la formación ósea y la fusión. Debe evitarse el tabaquismo, que también se reconoce como un factor de riesgo para el fracaso de la fusión. En la mayoría de los casos, la curación adecuada o la fusión se produce de tres a seis meses. Se pueden requerir radiografías secuenciales con el tiempo para monitorear la cicatrización adecuada y la alineación apropiada en el sitio quirúrgico.
Discectomía cervical anterior y complicaciones de fusión
Al igual que cualquier cirugía, hay una serie de posibles riesgos y complicaciones asociadas con la cirugía del cuello.
Estos pueden variar de acuerdo a la edad del paciente y estado general de salud, el grado de participación del disco, las habilidades técnicas del cirujano y otros factores.
- Alivio inadecuado del dolor y otros síntomas después de la cirugía
- Sangría
- Infección
- Ronquera temporal
- Daño a la raíz nerviosa, causando dolor, hormigueo, entumecimiento y debilidad en el brazo
- Daño a la médula espinal, causando pérdida de función intestinal / vesical y deterioro de la función sexual
- Daño a estructuras circundantes como la tráquea, esófago o vasos sanguíneos principales
- No sindicación debido al fracaso de la curación del injerto óseo
- Trastornos persistentes del habla o deglución
- Fugas de líquido cefalorraquídeo
- Hernia recurrente del disco
- Las complicaciones mecánicas del injerto (como la migración del injerto) y la placa (como arrancamiento del tornillo y rotura de la placa)
Antes de someterse a una cirugía, es importante hablar con su médico acerca de sus síntomas y obtener un diagnóstico preciso. También debe ser consciente de los posibles riesgos y complicaciones de la cirugía del cuello, así como sus opciones de tratamiento.
En el período postoperatorio, es necesario obtener una supervisión adecuada de su proceso de curación. Consultar de inmediato las complicaciones que puedan surgir después de la cirugía.