Resulta sorprendente y curioso el tratamiento que la prostitución masculina ha recibido por parte del cine. En el caso de los gigolos, que ofrecen sus servicios a mujeres, los personajes suelen ser maduros, atractivos, felices y, por supuesto, ricos o ganando muy bien su vida. En la mayoría de las ocasiones, una ingenua adaptación del gran seductor Don Juan. Sin embargo cuando se trata de los taxi boy, prostitución homosexual, éstos suelen ser jóvenes o, incluso, adolescentes, con problemas de adaptación, escasos medios y relaciones difíciles que acaban en trágicos finales.
MyFrenchFilmFestival, excelente muestra del cine invisible, que se celebra hasta el día 29 de enero a través de Filmin, ha incluido entre los largometrajes de su primera edición una película franco-suiza que trata de nuevo este tema, Complices. Film presente en la selección oficial 2009 de los Festivales de Locarno y Chicago, y que obtuvo en éste último la Golden Plaque en el apartado de nuevos directores.
Vincent, un joven prostituto de apenas 18 años, interpretado por el talentoso Cyril Descours (promesa del cine francés que mejora en cada una de sus interpretaciones), aparece asesinado al mismo tiempo que su novia, Rebecca, se ha escapado de la casa de sus padres sin dejar rastro. Un equipo de inspectores de la policía se encargará de la investigación del caso para esclarecer hasta dónde la complicidad ha llevado a esta joven pareja. La habilidad del guión transforma la habitual historia de asesinato y consiguiente investigación en un brillante paralelismo entre dos universos antagonistas.
El director, Frédéric Mermoud, ha querido confrontar, por un lado, el mundo de los adultos basado en la frustración sexual, la soledad y un impresionante déficit de amor, frente a la ansiedad que produce vivir de manera intensa y al borde del abismo, la inconsciencia y la total libertad sexual de estos jóvenes, que acaban de salir de la adolescencia, en sus relaciones de pareja y en su funcionamiento social.
Un trabajo elegante, un elenco de jóvenes actores que promete, un ritmo sostenido y la radiografía de un submundo aterrador en una película impactante, llena de valentía, con un enfoque de las imágenes acorde con el estado psicológico de los personajes. Estos cómplices, llenos de ternura desde su primer encuentro en un cibercafé, entrarán en una espiral que les obligará a madurar mucho más rápido de lo que normalmente debería exigirles por su edad. Un film interesante para una muestra innovadora de cine invisible. Buen Festival a todos.