Revista Mundo animal

Comportamiento felino i

Por Yonsa
COMPORTAMIENTO FELINO I
Introducción
De todos los animales domesticados por el hombre, el gato es el menos doméstico. Es un animal que posee una gran adaptabilidad a todos los ambientes en los que le toca vivir, pero a su vez nunca pierde el espíritu de animal silvestre e independiente.
Tal vez sea por lo antedicho que el gato ocupa el 2* lugar en el mundo como animal de compañía de los seres humanos, especialmente de aquellos que habitan en grandes ciudades. Solamente en EE.UU. la población felina alcanza los 56 millones, lo que representa una relación del gato mascota cada 3,2 unidades familiares. En Inglaterra está casi a la par del perro como animal de compañía.
Estos datos hablan sobre el poder de adaptabilidad de los gatos, ya que esta razón junto con la necesidad del ser humano de tener algún contacto diario con la vida natural que alguna vez tuvo, son los responsables del hecho curioso de que una especie animal con un patrón de conducta tan distinto al del humano haya alcanzado tanta popularidad como los perros, quienes sí tienen un esquema social más parecido al del Hombre.
Generalidades sobre el comportamiento felino
Cuando se habla acerca del comportamiento de los animales domésticos de compañía se tiende a hacerlo sobre la base de las pautas de conducta de los perros y en forma accidental, esto lleva a englobar a los gatos domésticos dentro de las pautas del comportamiento caninas. Nada más lejano a la realidad, ya que los perros y los gatos tienen patrones de conducta diametralmente opuestos.
El gato no convive con el Hombre sino que permite que éste último esté cerca de él, dentro de su territorio y esto que parece un juego de palabras es la base fundamental para tener un gato como mascota, entenderlo y no tener que soportar problemas de malcomportamiento, que si bien aparecen en menor medida que en los perros, no dejan de producir una sensación de angustia en el propietario, y hace dificultosa la convivencia cotidiana.
Los gatos presentan un porcentaje menor de incidencia en problemas de conducta que los perros. Tal vez la explicación a este hecho se encuentre en dos razones fundamentales. La primera es que los problemas de conducta en gatos tienen un impacto legal, médico y económico menor para el propietario que los que genera un mal comportamiento canino.
La segunda razón y tal vez la de mayor peso, es que merced a su carácter naturalmente independiente, el gato ha conseguido escapar de muchas situaciones de orientación humana y a la mayoría de las presiones ambientales que el Hombre le ha impuesto a los caninos, siendo estas últimas las principales responsables de las alteraciones de conducta de los mismos.
El espíritu y personalidad del gato le ha permitido, aún viviendo en pequeños ambientes, mantener en gran parte su independencia y su estilo de vida particular.
Generalmente los tratamientos de las alteraciones de conducta felinas tienen altos porcentajes de éxito.
Para reconocer un problema de comportamiento felino previamente se debe conocer el comportamiento normal de esta especie.
Comportamiento felino normal
El gato es un animal básicamente asocial, que algunos autores lo definen como no completamente social; o sea que sé autoabastece, consigue su alimento en forma individual y tiene un territorio propio y exclusivo. En resumen, es un animal que está adaptado para realizar una vida solitaria. COMPORTAMIENTO FELINO I
Si bien lo antes dicho es cierto para la generalidad de los casos, observaciones hechas sobre gatos que viven en pequeños grupos han demostrado que existen algunos comportamientos cooperativos en los felinos domésticos.
Algunos autores hablan de los felinos como la especie que, conductalmente hablando se maneja como dos especies distintas, una social y otra asocial.
Cuando el gato es cachorro es un animal altamente social con su grupo (madre y hermanos) y al hacerse adulto se transforma en un animal asocial, de vida independiente, con todas las características antes nombradas.
Al nacer el gatito establece un fuerte vínculo con su madre y hermanos de camada, pero al ir creciendo va adoptando cada vez más una conducta independiente y no cooperativa, teniendo esta conducta su máxima expresión cuando el gato alcanza los 8-12 meses de edad, momento en el cual se produce la llamada Dispersión, que es cuando el gato se aleja de su familia y busca un territorio propio, y comienza su vida solitaria. Esto es válido para los machos, pues las hembras muchas veces quedan con su madre y hermanas y forman fuertes lazos afectivos.
Los gatos, luego de la Dispersión viven en forma individual y autoabastecida, pero dentro de una misma agrupación, algo así como la vida en un edificio de departamentos de un solo ambiente, donde sus habitantes son interrelacionan entre sí, pero no por eso realizan una vida cooperativa comunal. Dentro de este esquema cada animal tiene su espacio individual.
La principal expresión de contacto social felino son las famosas reuniones de vecindad, generalmente nocturnas donde, en un área neutral, los gatos de la zona se reúnen formando un círculo a una distancia de aproximadamente 4,5 mts. uno de otro.
En esta sociedad hay un gato macho jefe o mandamás y luego le sigue el resto de los animales
( Grupo intermedio) y por último algunos individuos llamados parias que son castigados por los demás y que por lo común terminan alejándose del grupo y llevando una vida aún más solitaria.
Este punto es importante en los casos que los gatos agreden a personas, generalmente su dueño, pues en algunos casos el gato ubica a su dueño en la categoría de paria y sin motivo aparente lo agrede cuando lo cree correcto y necesario. Es una alteración bastante frecuente y tal vez tenga su origen en la personalidad autoritaria de un gato, aunado a un inapropiado establecimiento de autoridad por parte del dueño durante la crianza o desarrollo conductal del animal.
Dentro del grupo Intermedio, los pleitos que se suscitan se solucionan en el momento mediante demostraciones de amenaza y/o peleas.
Por último para redondear esta reseña de las pautas de comportamiento social del gato habría que puntualizar la importancia de la Distancia social en esta especie.
Los gatos tienen un espacio individual, más o menos circular, con áreas delimitadas desde la periferia hacia el centro, donde el área de mayor tamaño es la llamada Extensión del hogar dentro de la cual se halla la Distancia de pelea, que es una línea imaginaria pero bien definida para el animal, la cual al ser traspasada por un gato extraño lleva al gato propietario del territorio a iniciar demostraciones de amenaza.
Dentro de la extensión del hogar existe un área más pequeña, el territorio propiamente dicho, que por definición es aquella zona o área que el animal defenderá activamente contra extraños de su misma especie.
Incluida en el territorio se encuentra la Distancia crítica que se entremezcla con la Distancia de pelea. El gato tendrá que estar desprevenido para permitir a un extraño llegar hasta su Distancia crítica.
Las áreas más cercanas al gato son las Distancia social y Personal. A éstas distancias sólo les es permitido llegar a gatos conocidos y con los que el propietario del territorio tiene una relación amigable, y a individuos de otras especies a las que el animal no tiene miedo por haber estado en contacto con ellos durante su etapa o período de socialización.
Toda esta explicación sobre las distancias y el territorio del gato que pareciera difícil de entender, es más entendible si lo pensamos en función de nuestra propia casa, ya que uno va a tener una actitud distinta si un extraño intenta entrar a nuestro jardín, de la que tendríamos si intentara entrar a nuestra casa propiamente dicha. Nuestro dormitorio, que sería el equivalente a las distancias personal y social del gato, es un área reservada, por lo general, a gente bastante allegada a nosotros.
Períodos de socialización en felinos domésticos
Otro tema importante, desde mi punto de vista, es el desarrollo conductal o comportamental del gato cachorro, el cual se divide en períodos, al igual que en los caninos.
Estos períodos son:
Neonatal o Infantil: Este período está caracterizado por los patrones de comportamiento ingestivo y de dormir neonatales, que son innatos y perfeccionados por la repetición y el reforzamiento de la conducta. Por ejemplo: Es innato que el cachorro repte hacia una mama (recordar que nacen con ojos y oídos ocluidos), pero al utilizar una mama le imprimen su olor y cada vez les resulta más fácil encontrar la misma. Obviamente es una etapa muy corta que abarca desde el nacimiento hasta la 2* semana de vida.
Transicional o Intermedio: Esta etapa es, como su nombre lo indica, una transición entre la etapa anterior y la siguiente. Abarca de la 2* a la 3* semana de vida, y es donde se observa la maduración de los patrones de conducta adultos, tanto alimenticios como locomotores y también se observan formas inmaduras de comportamiento social.
Socialización: Es el período más importante en la vida del gato. Esta etapa abarca desde la 3* semana de vida hasta la 9* semana, aproximadamente, y es el momento en el cual el gato está en contacto estrecho con otras especies (incluida la humana) y de tener experiencias positivas, o por lo menos no traumáticas con ellos, cuando llegue a adulto no les temerá ni intentará escaparles. En este período también ocurre la identificación de especies, lo cual le servirá para reconocer a otros felinos para que las futuras cópulas no sean un problema y también aprende a tolerar o aceptar a otros gatos en determinadas situaciones sociales. También es donde aprende a reconocer las especies a predar.
Por definición, la Socialización es el proceso por el cual un individuo forma un apego o lazo de estima para con los individuos, de su misma o diferente especie, con los que estuvo en contacto durante un tiempo limitado. De esta definición se desprende que un gatito que en este período estuvo en contacto con personas y tuvo experiencias positivas, reducirá a cero su Distancia personal y Social, permitiendo el contacto íntimo con las personas durante el resto de su vida.
Juvenil: Esta etapa sería el paso entre la infancia y la adultez, o sea la adolescencia y es importante pues el animal sigue teniendo capacidad de socializarse, aunque es más dificultoso que en la etapa anterior.
Existe una gran diferencia en esta etapa con el desarrollo conductal de los caninos, pues en los gatos este período es muy breve comparándolo con el de aquellos, los gatos tienen una adolescencia muy corta y pasan a la adultez casi en forma repentina y por lo dicho anteriormente de las distintas conductas sociales entre la infancia y la adultez, es fácil de imaginar la perplejidad que puede crear en un dueño que no conoce el tema, ver el cambio drástico de actitud de su animal.
Alteraciones del Comportamiento Felino
Con respecto a las Patologías del Comportamiento felino, se encuentran distintas clasificaciones de las mismas y también variados datos estadísticos de incidencia clínica de cada una de ellas. Esta diversidad de opiniones y datos quizás se deba a que los propietarios de gatos son más renuentes a llevar sus animales a un especialista en conducta animal y a que es más fácil sentimental y socialmente desprenderse de un gato-problema que de una perro con mal comportamiento.
A mi juicio, una clasificación bastante simple y completa de las alteraciones de la conducta felina es la realizada por la Dra. Voith, quien las clasifica en 7 ítems:
1- Comportamiento de Marcaje urinario
2- Micción y defecación inadecuada.
3- Agresión interespecífica (hacia otras especies, incluido el Hombre)
4- Agresión Intraespecífica (hacia otros gatos)
5- Alteraciones de la ingesta.
6- Hiperactividad.
7- Actividad de aislamiento.
Podría agregarse un 8* punto que sería el de Trastornos compulsivos o Conductas Estereotipadas.
El porcentaje de incidencia de cada una de éstas alteraciones también está marcado por la diversidad de datos al respecto. Particularmente me inclino por un trabajo realizado por el Dr. Mugford a partir de una muestra de 100 gatos presentados a consulta por problemas de comportamiento y de donde extrajo la siguiente tabla de incidencia:
Micción y defecación inadecuada 31 %
Agresión en sus distintas formas 26 %
Marcaje urinario 23 %
Automutilación (conducta estereotipada) 7 %
Fobias y /o miedos varios 4 %
Alteraciones de la ingesta 3 %
Otras (excesivo lamido, arañado de muebles, etc. ) 6 %
En mi experiencia personal, las dos principales alteraciones que llevan a la consulta conductal son la Agresión hacia los dueños y el Marcaje urinario, pero esto puede no ser representativo ya que ambas entidades patológicas atañen directamente a los dueños, ya sea a su integridad física como a su calidad de vida, mientras que los demás problemas de conducta que pueden presentar los gatos, no son tomados como tales por los dueños y, por consiguiente, no son llevados a la consulta.
Breve reseña de las alteraciones del comportamiento eliminativo de los felinos
CONDUCTA ELIMINATIVA
No sería correcto hablar de Marcaje urinario como uno de los dos problemas más frecuentes de alteración del comportamiento felino, sino que se debe hablar de alteraciones de la conducta eliminativa de los felinos que involucra tanto a la micción y/o defecación inadecuada como al marcaje urinario.
Si bien el marcaje urinario presenta un índice menor de frecuencia de aparición en la práctica que el problema de la micción/ defecación inadecuada, es mucho más difícil de aceptar y molesto para el propietario, ya que como es un comportamiento generalmente de animales enteros y sobre todo machos, el olor que produce la orina en estos casos afecta mucho más la calidad de vida del dueño del animal de lo que lo afecta el hecho de que su gato no utilice adecuadamente la caja sanitaria.
Marcaje Urinario:
Es una conducta normal felina que en general es presentada por machos adultos enteros. Esta conducta usada para marcar el territorio es más frecuente cuando conviven con hembras enteras adultas y se acentúa aún más en los momentos en que en la “comunidad” hay una desorganización social, es decir cuando hay varios machos compitiendo por un mismo rango social. Es fácilmente diferenciable de la micción inadecuada porque el gato en el marcaje orina en forma perpendicular al objeto marcado, a una distancia de 30 cm del piso, en estación, con la cola erecta y no hay rascado posterior de la superficie, mientras que en la micción inadecuada el animal orina en un lugar no aceptable pero en posición agachada, con la cola baja y perpendicular a la superficie del suelo.
La principal diferenciación se hace en base a la cantidad de orina evacuada por el animal, siendo de aproximadamente 1 ml en el caso del marcaje y de unos 20 ml en el caso de la eliminación inadecuada.
Además de diferenciar entre ambas entidades, es importante descubrir el porqué del inicio de esta conducta. Los gatos suelen comenzar con el marcaje por alguna situación transitoria y luego de superada ésta, continuar con la aspersión. Los factores etiológicos involucrados además del factor hormonal, son: el ingreso de un nuevo integrante a la casa, mudanzas, algún castigo desmedido por parte del dueño, un gato nuevo en el vecindario que está marcando con orina en el exterior de la casa, etc.
El tratamiento indicado es la castración que elimina rápidamente el olor acre de la orina del gato macho entero, pero no extingue la conducta de marcaje en la totalidad de los casos; Es por eso que el manejo conductal del caso es importante y todo no se reduce solamente a indicar la castración del animal. Es importante aconsejar al dueño del animal que no castigue físicamente al mismo pues esto puede llevar a aumentar la conducta del animal y a perpetuar el problema por generar un deterioro en la relación dueño- gato. Es de ayuda el castigo remoto con rociador de agua ( consiste en rociar al animal en el momento en que realiza el comportamiento a corregir, sin que el animal tome conciencia de que fue su propietario quien lo castigo) y en los casos de que la aspersión siempre sea sobre un determinado objeto, puede ser una solución el colocar alrededor de éste, en el piso, algún material sobre el cual al gato no le guste caminar como por ejemplo papel de aluminio.
Otra opción terapéutica a utilizar en los casos en que la castración no haya funcionado, es la medicación con progestágenos en las dosis y frecuencia citadas anteriormente. Los datos estadísticos reportan un 30 % de éxito con el uso de estos últimos en los animales que no respondieron satisfactoriamente al tratamiento quirúrgico, lo cual convalida la importancia de conocer el origen de la conducta y no tomarlo como un problema de base hormonal exclusivamente.
La tractotomía olfatoria ha demostrado ser un tratamiento neuroquirúrgico exitoso ya que presenta un 50 % de éxito en los machos y casi un 100 % en las hembras, hablando del grupo de animales que hayan sido refractarios a las anteriores medidas terapéuticas.
Micción inadecuada:
En esta conducta son muchos los factores que contribuyen a la instalación de la misma. Como ya se ha dicho los gatos son animales muy sensibles a los cambios ambientales como ser: Aparición de otros animales o personas en la casa, mala relación con el dueño, mudanzas, etc.. y estos factores ambientales pueden originar esta alteración de conducta. Otra posible etiología es el desagrado del animal hacia el sustrato elegido como material sanitario por el dueño, o el cambio de ese material ( distinta marca comercial de la “piedritas”, cambio de aserrín o arena por las “piedritas, o viceversa, etc.) Otro aspecto importante a tener en cuenta como inicio de esta alteración es una mala ubicación de la caja sanitaria, la misma debe estar colocada en un lugar tranquilo, alejada de la zona de mayor circulación de la casa y lejos del lugar de alimentación o juego del gato.
Los gatos en general, son exageradamente pulcros y escrupulosos, pues esta condición surge de la selección natural y es una medida de adaptación de la especie a su hábitat ya que es la forma en que los felinos evolucionaron en el control de enfermedades principalmente parasitarias. Los gatos evitan los lugares contaminados con lo cual la mala limpieza de la caja sanitaria por parte del propietario lleva al animal a ensuciar en otro lugar y aunque luego se corrija esa actitud, el animal puede seguir sin utilizar la caja sanitaria aunque está se encuentre limpia.
Los gatos viejos principalmente, que siempre han usado la caja y de pronto comienzan a eliminar fuera de ella es muy probable que lo hagan por presentar un problema orgánico, por ejemplo, un gato con un episodio diarreico doloroso, una cistitis, una litiasis vesico uretral puede llevar al animal a relacionar el episodio doloroso con el sustrato sanitario o con la caja sanitario o lo más común con ambos elementos, y aunque luego se lo cure de la patología clínica el animal puede persistir con su asociación dolor - caja sanitaria y continuar con la alteración conductal.
Borchelt presentó una comunicación personal, donde acredita haber atendido un número desproporcionado de gatos Persas con problemas de eliminación inadecuada por no uso de la caja sanitaria y supone una influencia genética en este mal comportamiento.
Como se deduce de todo lo anteriormente citado, el tratamiento de elección es el correcto asesoramiento al propietario del animal - problema con respecto al manejo que debe hacer de la caja sanitaria ( ubicación, sustrato, limpieza ). Identificación exacta del origen del problema (mala relación dueño - animal, stress por cambios ambientales, problemas clínicos, elección errónea de ubicación y/ o material sanitario, etc. ) y reeducación del animal que consiste básicamente en no castigar físicamente al animal, desalentar al gato mediante castigo remoto cuando se lo encuentra ensuciando en un lugar inadecuado y recompensar la conducta adecuada. Con respecto a los productos comerciales conocidos como repelentes de gatos ( o perros ) en mi experiencia personal, jamás funcionan exitosamente.
AGRESIÓN EN FELINOS
Debido a que el gato fue el animal favorito para la investigación neurofisiológica, es que se sabe fehacientemente que la agresión es regulada por el lóbulo temporal, el sistema límbico y el hipotálamo. También se conoce que el cuerpo amigdaloide ejerce cierto grado de influencia sobre este comportamiento, pero sin duda alguna, es el hipotálamo el área neural primaria involucrada en el comportamiento agresivo, ya que estudios realizados muestran que al ir aumentando la estimulación eléctrica del hipotálamo aparecen las siguientes secuencias de comportamiento: alerta, midriasis, retracción de orejas, piloerección, siseo y protrusión de garras. Las reacciones agresivas de defensa pueden ser excitadas desde el hipotálamo mediante estimulación a la corta edad de 12 días de vida.
Los neurotransmisores dopamina, norepinefrina y acetilcolina, muestran una influencia estimuladora en la agresión efectiva, mientras que la serotonina tiene un efecto inhibitorio sobre la misma.
Hay casos fehacientemente corroborados que demuestran el involucro del hipotálamo en las manifestaciones aberrantes del comportamiento agresivo, particularmente, cuando existen tumores en su zona ventro-medial.
La agresión felina comprende distintas formas y se clasifica en:
Agresión entre machos:
Esta es la forma más común de agresión felina. La culpable de esta conducta es la Testosterona, que ya en la etapa prenatal masculiniza el cerebro del gatito.
En el animal adulto la testosterona es tomada selectivamente por la porción del cerebro que controla el comportamiento agresivo y también la hormona masculina es la responsable del engrosamiento dérmico del cuello de los gatos machos.
Los machos no sólo pelean por hembras para copular, sino también por territorios y rango social ( lo que le representa al animal superior prioridad de acceso a los llamados recursos críticos ). Si bien la castración tiene un 90 % de eficacia en la corrección de esta conducta, en la práctica es importante que el propietario del gato sepa que el mismo va a seguir escapándose por las noches, pues la conducta social de reuniones de vecindad no está regida por la testosterona, pero que sí se logrará que el gato no pelee tan frecuente ni salvajemente.
Tanto en los casos en que los propietarios no deseen castrar a sus gatos, como en el 10 % de gatos que al ser castrados no dejan de pelear es efectiva la terapia progestágena.
Agresión Territorial:
Machos y hembras castrados o enteros defenderán su territorio, independientemente de su estado hormonal. Esta es una conducta normal, pero se transforma en problemática cuando dos o más gatos conviven en una misma casa. La terapia progestágena es de ayuda durante un período de 2 o 3 semanas mientras se establece un nivel de tolerancia entre ellos. También la terapia ansiolítica puede resultar efectiva como por ejemplo el uso de las Benzodiazepinas ( tener siempre presente el posible efecto rebote que estas drogas pueden producir ) En mi caso particular prefiero el uso de Clonazepán al del Diazepán pues el primero permite su uso una vez al día y tiene un efecto hipnótico que no posee el segundo. La dosis que utilizo es 0.12 mg/tot una vez al día pero está dosis puede ser modificada según la idiosincrasia del paciente. Obviamente, la solución de este tipo de alteración dependerá del grado de hacinamiento al que estén sometidos los animales y al manejo que tenga el dueño sobre sus animales.
Agresión por miedo y/o dolor:
En general el gato al asustarse, su agilidad y tamaño hacen que no se genere una agresión, pues el animal escapa evitando la confrontación con la persona o animal que origina su miedo. La situación peligrosa se produce cuando el gato no encuentra una vía de escape. El dolor y el miedo son estímulos muy fuertes e importantes en el desencadenamiento de la agresión felina. Este tipo de agresión es la causa más común de mordidas y rasguños hacia los niños. No hay duda que el tratamiento obligado es el correcto manejo del animal por parte del propietario y el control de los niños principalmente.
Con respecto al dolor que producen las curaciones que se les debe realizar a un gato, al igual que en los perros la única forma de evitar que se genere una conducta agresiva por parte del animal es la correcta crianza del mismo y el manejo del dueño y la confianza que tiene el animal en su propietario. No existen soluciones rápidas ni mágicas y cuando un gato tiene conductas agresivas ante las curaciones que se les deben realizar, personalmente utilizo una mezcla de Acetilpromacina 0,2 ml con Clorhidrato de Ketamina 0,3 ml y dándoselo vía bucal a través de una jeringa, está mezcla me permite el manejo para curaciones rápidas o para realizar una anestesia intramuscular.
Agresión Aprendida:
Cuando un gato por alguna razón agrede o amenaza a otro gato, perro o humano y esto le proporciona alguna ventaja ( desde su óptica felina ) es altamente probable que repita esa conducta. Por ejemplo: Sí un niño tira de la cola a un gato y éste lo araña, el niño lo deja en paz e inclusive lo comenzará a evitar. El gato aprende que arañar o agredir al chico le dio un resultado favorable y es factible que lo vuelva a agredir aún cuando el niño no lo moleste, y puede ir más allá, generalizando la conducta a todas las personas de la casa. El tratamiento consiste en aplicar un castigo directo como es la mojadura con un rociador de agua en cada intento de agresión que presenta el animal y a su vez premiar con comida la conducta no agresiva. El castigo corporal está totalmente contraindicado en gatos pues genera un mal vínculo del animal para con quien lo castiga y genera mayor cantidad de problemas de conducta que los que resuelve.
Agresión redirigida:
Es otra forma de agresión que engloba a la agresión hacia las personas. Cuando el gato se frustra por no poder atacar al blanco que hace de estímulo para su agresión, atacará a quien esté más ceca, generalmente el propietario, quien distraído se acerca a acariciar a su animal justamente por que tal vez lo ve inquieto y el animal lo ataca rápida y decididamente. El ejemplo clásico es el del gato que está mirando a través de una ventana a otro gato de los alrededores y no tiene posibilidad de salir, el gato de la casa se inquieta y se frustra por no poder sacar al otro gato de su territorio y redirige su agresión contenida con quien se acerca a tocarlo, esta situación puede derivar en la llamada agresión aprendida si no es controlada y manejada a tiempo.
El tratamiento consiste en evitar la posibilidad de frustración del animal. En el caso de que la situación ya esté instaurada se debe desbaratar la agresión mediante la desviación de la conducta incitando al gato a tener otra actividad distinta a la de estar mirando por la ventana, esto se logra intentando hacer que el animal enfoque su atención en otra actividad. En casos más graves se puede utilizar el castigo remoto con un rociador de agua cada vez que el animal está en la ventana. Castigo remoto se refiere al castigo en el cual el gato no sabe desde donde y desde quien parte el castigo, intentando que asocie la ventana con la situación desagradable de recibir un chorro de agua. Obviamente que según la gravedad de la situación, siempre pueden ser auxiliares útiles los ansiolíticos.
Agresión Social felina:
Este es un tipo de agresividad mostrada por gatos adultos hacia un gatito recién incorporado al hogar. Esta conducta tiene su origen en el hecho de que la especie felina se comporta como si fuese dos especies distintas según la etapa de desarrollo en la que se encuentre el individuo. Cuando el gato es cachorro posee un patrón de conducta social, gregario hasta los 8 -12 meses de edad, momento en el cual ocurre la Dispersión y el gato adopta el comportamiento asocial típico del felino macho adulto, entonces cuando el gatito ( por su conducta social ) se acerca al gato adulto en el ejemplo que se plantea, éste lo agrede, pudiendo lastimarlo seriamente, ya que según la óptica del adulto el gatito no respetó las leyes básica felinas de las Distancias Social, Personal y Crítica. El problema se soluciona introduciendo 2 gatitos de la misma edad en la casa, pero generalmente esta no es una opción aceptada por el dueño, así que se le debe hacer saber que no puede dejar juntos a ambos animales cuando no están en un ambiente controlado o sea cuando están solos y que debe ser él, el propietario, el que debe cumplir el rol de compañero de juegos del gatito recién ingresado. Generalmente a las pocas semanas el gato adulto acepta al nuevo y cuando éste llega a los 8 - 9 meses el problema se soluciona pues ambos animales se manejan con las mismas pautas de conducta.

Agresión debida a problemas médicos:
Se sabe a ciencia cierta que una patología médica que produce en los gatos una conducta agresiva el Hipotiroidismo, por este motivo es que nunca debe olvidarse antes de la consulta conductal tener una seguridad sobre la salud clínica del animal problema. Las alteraciones clínicas es lo primero a descarta antes de realizar un Diagnóstico conductal.
Otra enfermedad clínica involucrada en conductas agresivas es la epilepsia. en muchos casos la conducta agresiva aberrante es un síntoma de una epilepsia subclínica.
Cualquier patología que produzca malestar al animal es potencialmente causal de una respuesta agresiva exagerada de parte del mismo.
Se han reportado cambios de personalidad en gatos luego de haberle sido realizada una anestesia general prolongada con barbitúricos, siendo la posible anoxia neural prolongada una de las posibles explicaciones sugeridas.
Por último, algunas publicaciones incriminan a los aditivos de los alimentos balanceados para gatos como causantes de agresión. Si bien no está debidamente documentado no se debe descartar esta posibilidad si en la anamnesis surge una coincidencia entre el comienzo de la conducta agresiva y el cambio o inicio de una dieta balanceada del animal.
Agresión Predatoria:
La caza supone un comportamiento compuesto que involucra al juego y a la agresión. Una variante de esta conducta normal es aquella situación en la cual el gato ataca los tobillos de las personas cuando están pasan junto a él. Nunca es una agresión peligrosa y se asemeja más a un juego que a una agresión, pero a muchos propietarios les produce molestia y / o miedo. Como el animal está persiguiendo a la presa que escapa la solución del problema es detenerse al sentir el ataque y desalentar al gato a mantener esta conducta. En los casos más graves que involucran a un propietario sumamente sensible y temeroso el mejor consejo es la utilización del castigo directo con agua por parte del mismo.
Agresión hacia personas:
Como se puede observar esta no es una alteración propiamente dicha, sino una consecuencia derivante de otras alteraciones conductales como la agresión por dolor, agresión redirigida, agresión predatoria, etc. En realidad al convivir con una familia humana el gato desarrolla todos los comportamientos que tendría para con otros gatos hacia las personas de su grupo social, tanto las conductas agradables ( juegos, afecto ) como las desagradables ( agresión).
El concepto más importante a recalcar con respecto a la conducta agresiva de los felinos es que por pertenecer a una especie asocial, el conocer y respetar su patrones de conducta específicos es más fácil llevar una convivencia agradable con ellos, y si uno logra que el propietario del animal entienda y acepte que el solo hecho de no fastidiar a su gato y permitirle cierto grado de libertad de decisión evitará grandes conflictos con el mismo, estamos actuando profesionalmente y solucionando y evitándole muchos problemas futuros.
Es importante recordar que el castigo con pistola de agua si bien no parece un método muy catedrático ni sofisticado es un método muy efectivo y que la función de un profesional es resolver el problema y no impactar al propietario con explicaciones grandilocuentes y aparatos sofisticados.
Bibliografía
Medicina y Terapeútica Felinas. Chandler Ed. Acribia
Feline Behavior: A guide for Veterinarians. B. Beaver Ed. Saunders
Readings in Companion Animal Behavior. Voith & Borchelt
(*)Médico Veterinario Especializado en Comportamiento animal - M.P: 6583 // e-mail: [email protected]
Profesor invitado Facultad C. Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Prov. Bs. As.
Materia dictada: Comportamiento animal
A cargo del Servicio de Comportamiento animal del Hospital Veterinario San Marcos S.A.
Miembro del staff de especialistas del Hospital Veterinario “Prof. Hutter”
fuente:
http://www.aamefe.org/comport_fel_bruno.htm

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