Somos distintos, somos iguales, pero en la calle nadie lo sabe
(Celtas Cortos)
Una situación genética muy similar a la actual
Este artículo (doble) lo había concebido inicialmente como apéndice de mi artículo central sobre Iberia en la Edad del Bronce:
https://jocilesferrer.wordpress.com/2014/11/09/iberia-en-los-tiempos-miticos-bibliografia-y-teoria/
Que cuenta ya con casi dos años de antigüedad. Desde entonces he seguido documentándome al respecto y he escrito algunos otros artículos relacionados. Sigo actualizando su apartado de “Bibliografía” y la tabla “Pueblos de Iberia en el tiempo”, pero por lo demás creo que es mejor dejar el cuerpo del artículo como está. De hecho al finalizar el presente doble artículo, pienso que de algún modo ha “superado” al central original. Los lectores diréis si estoy en lo cierto.
En esta ocasión quiero hablar en concreto de la composición genética de Iberia al finalizar la Edad del Bronce, poniéndola en relación con aspectos arqueológicos, lingüísticos, historiográficos y mitológicos, como de costumbre, pues todas las fuentes disponibles ayudan a comprender y tener una visión más completa de la realidad. La mencionada tabla de pueblos, actualizada, la publicaré también aquí y es la que usaré para trazar las conclusiones de este artículo, que en el momento de empezar a escribirlo, aún no tengo del todo claras cuáles serán.
Del mismo modo que empecé a documentarme para escribir mi novela o serie de novelas “Iberia Mítica”, la tabla de pueblos comencé a confeccionarla para un boceto de capítulo, en que un personaje principal narraría (en tono épico y mítico) la formación de los pueblos de Iberia con epicentro en Tartessos.
Pretendía ser un Tolkien ibérico pero de momento soy más bien un Forrest Gump del estudio de la antigua Iberia, comencé a documentarme y no pude parar…
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Por lo visto se ha demostrado que la composición genética de los antiguos pobladores de Iberia prerromana es muy similar a la que se encuentra en la actualidad, lo que sugiere una fuerte continuidad dese entonces. Por España y Portugal pasaron muchos pueblos, pero los que lo hicieron tras las Guerras Púnicas dejaron poca huella genética (o ha quedado enmascarada con otras), parece ser el caso de árabes, visigodos, judíos, romanos y cartagineses. No voy a explicar aquí en detalle por qué, podéis consultarlo en la citada bibliografía. Lo que me interesa es la situación al final de la Edad del Bronce y baste con saber que, aplicando ciertos filtros, es muy similar a la conocida actual.
Para describir esa composición, me basaré en las dos líneas trazables de ascendencia para cada persona, la materna y la paterna:
- Línea materna (división en clanes femeninos): Se basa en el seguimiento inverso en el tiempo de mutaciones concretas e inocuas desde el punto de vista evolutivo, en el ADN mitocondrial, que todo el mundo hereda sólo por vía materna. Así se localiza en el espacio y el tiempo a una “madre” para cada clan, que no tiene nada de especial excepto que fue la primera en tener esa marca en su ADN y que todas las personas que la tienen, pueden asegurar que son descendientes comunes de esa mujer, lo que ayuda a hacerse una idea de las distribuciones y movimientos poblacionales en el tiempo. Aunque aparecieron en distintos momentos, separados por miles de años, ninguna de estas líneas maternas identificadas es descendiente a su vez de otra.
- Línea paterna (haplogrupos del cromosoma Y): Un método similar al materno, pero basados en mutaciones también inocuas en el cromosoma Y, que sólo los hombres heredan de su padre (pues es el cromosoma que determina la masculinidad). Las mujeres pertenecerían al mismo grupo que su padre biológico.
Existen diferencias en la distribución e historia de ambas líneas. Los clanes maternos se establecen a más largo plazo que los masculinos, también por la tasa de mutación mitocondrial y muestran una distribución mucho más homogénea y repartida en toda Europa. En el caso de los clanes paternos se da mucho más la predominancia concentrada por zonas de uno u otro. Grosso modo, los maternos demuestran que los europeos descienden al 83% de mujeres que ya estaban en Europa en el Paleolítico y que sólo el 17% descienden de un clan materno, posterior a los anteriores en su aparición, que trajo el neolítico desde Siria. Los clanes paternos son más útiles para demostrar los movimientos o no de pueblos prehistóricos más conocidos hasta la edad de los metales y más allá.
Antes de describir los clanes principales en la Iberia de la Edad del Hierro, explicaré brevemente los descartes posteriores y su por qué:
- Por vía materna: Simplemente no hay clanes maternos existentes en Europa, incluida Iberia, que no sean los 6 paleolíticos aborígenes más el neolítico sirio, por lo que me ceñiré a ellos en el análisis de datos.
- Haplogrupo J1, judío y árabe: Su presencia actual varía desde el 0% en Cataluña y Aragón al 5-10% en el sur de Portugal y 2,5-5% en resto de Portugal, sur de Andalucía, La Mancha ¡y Cantabria! En todo caso se debe a la diáspora israelí, los ocho siglos de Al-Ándalus y las posteriores deportaciones de judíos y moriscos en la Edad Moderna, por lo que no cuenta para la época de interés.
- Haplogrupo I1, nórdico o germánico: Actualmente alcanza el 1% fuera de las zonas entorno al País Vasco y al sur del Guadalquivir y se ha de deber al reino visigodo y tal vez a las inmigraciones cristianas durante la reconquista (ambos factores enmascarados también dentro de R1b y R1a). Tampoco cuenta para este estudio por el mismo motivo que el anterior. Al parecer los visigodos llegaron como 100.000 personas, hombres y mujeres, sobre una población hispano-romana de 2 millones (el 5%). Tratándose de un estrato dominante (reyes y nobles), lo que se heredó y volvió a imponer tras la reconquista, el 1% de herencia parece demasiado poco. Mi explicación es que, como en la actual Götaland en Suecia, de la que provenían los godos, el I1 era superior al 40% entre ellos, pero también estaban el R1b, el R1a y otros que reforzaban lo que ya había en la Península.
- Romanos: Está demostrado que nunca masacraron ni suplantaron a las poblaciones locales conquistadas, desde Iberia hasta el Rin y Britania, pues los clanes maternos quedaban intactos tras la conquista y los paternos eran incorporados a las legiones. En todo caso cualquier inmigración masculina desde la Península Itálica quedaría enmascarada con otros grupos locales: J2 (griego, romano) y R1b (céltico, itálico).
- Cartagineses: Indistinguibles de fenicios (J2) y norteafricanos (E1b).
Ahora expondré un análisis de los porcentajes poblacionales que figuran en las últimas filas de esta tabla (que como explico en mi artículo central es el fruto de años de recopilación e interrelación de datos de todas las fuentes que aparecen en mi bibliografía y otras como visitas a museos, yacimientos, etc.), siguiendo la trayectoria de cada clan importante en Iberia, materno y después paterno, en ella:
Clanes maternos de Iberia
Se enumeran en orden de porcentajes de pertenencia actuales, empezando por el mayor. La situación al final de la Edad del Bronce para las Baleares era similar al este de Iberia, para las Canarias al noroeste de África, las Azores y Madeira estaban deshabitadas entonces.
Helena
Aparece en torno a 18.000 a.C. en los Pirineos, cazadoras. 16.000 a.C. Cultura Magdaleniense desde los Pirineos a Europa central. Alrededor de 14.000 a.C. se les identifica con los Elurianos del sur de Francia que llegan incluso a América. 10.000 a.C. alcanzan la actual Inglaterra (junto con haplogrupo R1b) y probablemente el interior de Iberia. 8.000 a.C. pueblos cazadores, repueblan Europa occidental desde el norte de Iberia y el sur de Francia (también junto con haplogrupo R1b). 5.000 a.C. pueblos megalíticos en Iberia, Italia, Francia e Islas Británicas, con una sociedad matriarcal. 3.000 a.C. Calcolítico en Europa occidental. 2.200 a.C. Cultura del vaso. 1.550 a.C. Bronce inicial con foco en Huelva, Portugal y Galicia. 1.300 a.C. Campos de Túmulos en Europa occidental, pastores cerealistas. 1.200 a.C. Bronce final Manchego, del Suroeste, Valenciano, el Argar; Cultura de Hallstatt (haplogrupo R1b) se expande. 1.100 a.C. Cynetes en Extremadura y Sur de Portugal, apogeo de Tartessos, pueblos célticos = campos de túmulos + campos de urnas, penetran en Iberia. 1.000 a.C. celtas en el interior, oeste y norte de Iberia, íberos en la franja costera del sur y del este, valles bajos del Ebro y Guadalquivir. El 47% de la población de Iberia (y de Europa) pertenece al clan de Helena, siendo aún más frecuente entre los vascos.
Jasmine
Aparece en torno a 8.000 a.C. en la actual Siria, clan de agricultoras, contemporáneo de los sumerios en Mesopotamia. A partir de 6.500 a.C. pasan a través de Anatolia a Europa enseñando la agricultura; siguiendo la costa mediterránea alcanzan Iberia y desde allí, siguiendo la atlántica, Francia y las Islas Británicas; también siguen los ríos de Europa central. 5.000 a.C. pueblos megalíticos en Iberia, Italia, Francia e Islas Británicas; a partir de aquí, sigue el mismo curso que el clan de Helena. Al clan de Jasmine pertenecen el 17% de los europeos y es aún más frecuente en Iberia (excepto entre los vascos donde es inexistente), Cornualles, Gales y Escocia. Es el único clan materno europeo originado fuera de Europa y posterior al Paleolítico.
Úrsula
43.000 a.C. clan “Úrsula” en Grecia, son usuarias de herramientas de piedra; se diseminan por todo el continente. 20.000 a.C. comienzan las migraciones entre Europa y el norte de África. A partir de 15.000 a.C. está presente en España. A partir de aquí indistinguible del clan de Helena en Iberia. Al clan de Úrsula pertenecen el 11% de europeos y especialmente frecuente en el oeste de Gran Bretaña, es el clan materno más antiguo.
Tara
15.000 a.C. el clan “Tara”, de cazadoras, aparece en la Toscana. 10.000 a.C. llegan a Irlanda (a Iberia es probable que llegasen antes), posiblemente eran de pelo castaño, ojos azules y piel aceitunada. A partir de aquí indistinguible del clan de Helena en Iberia. Son descendientes directos de Tara el 9% de los europeos y con más frecuencia en el Mediterráneo occidental (Iberia), Irlanda y el oeste de Gran Bretaña.
Xenia
23.000 a.C. surge el clan “Xenia” en el Cáucaso, se disemina por toda Europa. 8.000 a.C. Fin de la Glaciación de Würm, indoeuropeos en el Cáucaso y al norte del Mar Negro. 4.500 a.C. Pastores Kurgán (indoeuropeos) en Ucrania, posible complexión robusta, piel, cabellos y ojos claros; sociedad patriarcal. 4.400 a.C. Oleadas de indoeuropeos a Europa occidental, comienzo de la separación subfamilias de lenguas indoeuropeas; domesticación del caballo. 3.000 a.C. 3ª oleada indoeuropea (junto con haplogrupos R1a y/o I2a) al Guadalquivir, Ebro y Pirineos, dejan huella en la lengua meridional-ibero-pirenaica. A partir de aquí indistinguible del clan de Helena y los demás maternos en Iberia. Actualmente el 6% de los europeos son descendientes de Xenia, aunque posiblemente con mayor frecuencia en el norte, desde las estepas de Eurasia a Gran Bretaña.
Katrine
13.000 a.C. clan “Katrine” en el norte de Italia. 8.000 a.C. Clan “Katrine” desde Venecia a los Alpes, pueblos cazadores, junto con haplogrupo R1b. A partir de aquí trayectoria indistinguible de Helena y Tara para Iberia. El 6% de los europeos pertenecen a este clan materno.
Velda
15.000 a.C. el clan de “Velda” tiene su origen en Cantabria. Conviven con las úrsulas en España y quizá forman parte materna de los Elurianos del sur de Francia. Pueblos cazadores en definitiva. 8.000 a.C. las veldas emigran a Laponia, persiguiendo las condiciones de glaciación en retroceso a las que estaban perfectamente adaptadas. El 5% de los europeos son descendientes directos de Velda, especialmente los lapones; en Iberia posiblemente el porcentaje sea menor.
Migraciones entre Iberia y norte de África y vuelta, clanes maternos
20.000 a.C. comienzo migraciones entre Europa y el norte de África, a través del Estrecho de Gibraltar. 10.000 a.C. Se funden los glaciares, sube el nivel del Atlántico, del Mediterráneo y del Mar Negro (Diluvio I). 9.000 a.C. Fin de las migraciones entre Europa y norte de África.
Los clanes maternos que han podido emigrar desde Iberia al norte de África hasta este momento (porque ya estaban en Iberia) son: Helena, Úrsula, muy posiblemente Tara aunque por espacio de uno o dos milenios. Xenia y Katrine no, con toda probabilidad y a Jasmine le quedaba un milenio para aparecer en Siria. No en vano, Helena, Úrsula y Tara son los tres más numerosos de los aborígenes paleolíticos europeos.
8.000 a.C. fin de la Glaciación de Würm y comienzo del Neolítico en Oriente Próximo; la cultura Capsiana en el norte de África, (proto-bereber) se difunde desde Marruecos (marcador U6b) hacia el noroeste de Iberia. 7.000 a.C. pueblos líbico-bereber-canarios campesinos desde el norte de África (haplogrupos E1b y U6a) irrumpen en Sicilia, Creta, Francia, Iberia, Italia y Canarias.
Lo único que encaja en el rompecabezas (véase mi tabla de pueblos con detenimiento), es que estos pueblos norteafricanos que traen la agricultura a Iberia, tienen como mitad femenina a las helenas, úrsulas y taras, de vuelta a Europa. Hasta este ejercicio de correlación e interpolación que acabo de hacer mi suposición era que lo hicieron mayormente acompañados de las jasmines, pero estas llegaron como muy pronto, medio milenio más tarde y todas las fuentes afirman que lo hicieron siguiendo la ribera norte del Mediterráneo, no la sur. Es posible que me falten datos, o que aún ni siquiera estén disponibles. Veamos más adelante el análisis al respecto de los clanes paternos, pero de momento esta es la conclusión que puedo sacar respecto de los clanes maternos en Iberia. Recordaré que aparte de la neolítica y siria Jasmine, no se ha encontrado ninguna madre de los europeos fuera de Europa, es decir autóctona norteafricana, por lo que necesariamente tenían que ser clanes “de ida y vuelta”, que pasaron unos milenios en el Sáhara fértil mientras gran parte de Europa sufría condiciones de glaciación.
Que las jasmines sean el único clan materno surgido a la par que el Neolítico y además coincidentes en el espacio con él, no quiere decir que fueran necesariamente las únicas en propagarlo, aunque sin duda lo hicieron, en persona y descendencia. La tecnología y el Neolítico primeramente consiste en una innovación tecnológica –piedra pulimentada, agricultura, pastoreo- no necesita de grandes migraciones para transmitirse, basta con el boca-oreja o con que unos pocos apóstoles emigren, propagando la palabra. Lo primero que se me ocurre es que así es cómo llegó pronto al Sáhara entonces fértil, a través del movimiento de algunos pocos emigrantes paternos. Lo analizaremos más adelante.
Clanes paternos de Iberia
Para todos hay un sitio el concierto va a empezar
(Celtas Cortos)
Al igual que en el caso de los clanes maternos, se enumeran en orden de porcentajes de pertenencia actuales en Iberia (e islas), empezando por el mayor. La situación al final de la Edad del Bronce para las Baleares era similar al este de Iberia, para las Canarias al noroeste de África, las Azores y Madeira estaban deshabitadas entonces.
Haplogrupo R1b – céltico, vasco, itálico, sajón
50.000 a.C. antepasados del grupo (euroasiático occidental) en Persia. 25.000 a.C. Aparece en los Alpes (hombres de Cromagnon), sus ancestros llegaron a través de los Balcanes. 17.000 a.C. habría alcanzado Francia al menos, con toda probabilidad sus parejas mayoritarias eran las helenas, posiblemente también muchas úrsulas y puede que ya algunas xenias. 16.000 a.C. Cultura Magdaleniense desde los Pirineos a Europa central, junto con las helenas. 14.000 a.C. son los Elurianos del sur de Francia, junto con las helenas. 13.000 a.C. coincidirían con las katrines en el norte de Italia. 10.000 a.C. alcanzan (el interior de) Iberia y Gran Bretaña junto con las helenas y muy posiblemente Irlanda junto con las taras. 9.580 a.C. origen de la presencia mitológica de los atlantes entre Iberia y el Atlas, de tener algo de cierto el mito, podría tratarse de los R1b (junto con las úrsulas, helenas, taras…); en todo caso venían produciéndose migraciones entre Iberia y el norte de África desde hacía diez milenios, que cesaron cinco siglos más tarde, es decir, que había presencia humana en la zona, se le dé el nombre que se le dé. 9.000 a.C. fin de las migraciones entre Europa y el norte de África, junto con la desaparición completa de un archipiélago frente al Estrecho; es decir los R1b dejarían de “saltar” de Europa a África en este punto. 8.000 a.C. Fin de la glaciación, son los pueblos cazadores que repueblan Europa occidental desde el norte de la península y el sur de Francia, junto con las helenas y las veldas, que abandonan mayormente su tierra de origen cantábrica. 5.000 a.C. pueblos megalíticos en Iberia, Italia, Francia e Islas Británicas, con una sociedad matriarcal (junto con las helenas y demás clanes maternos). 3.000 a.C. Inicio del Calcolítico, cultura megalítica u oestrymnios en Europa occidental. Motivos con círculos concéntricos en Iberia, Francia e Islas Británicas, a donde llega un grupo de pescadores cantábricos (R1b) constituyendo su huella genética más común. 2.200 a.C. cultura del Vaso Campaniforme se propaga desde Iberia a Europa Central y Occidental. 2.150 a.C. fundación mítica de Toledo (Tubleto) por Túbal, nieto de Noé. 2.000 a.C. El Argar en Almería. 1.550 a.C. Bronce inicial con foco en Huelva, Portugal y Galicia (junto con las helenas y demás clanes maternos de Iberia). Desaparición mítica de la acrópolis Atlante en la boca del estrecho de Gibraltar. 1300 a.C. Cultura de los Campos de Túmulos en Europa occidental y por tanto en Iberia, pastores cerealistas. Aparecen las estelas del sudoeste. 1.200 a.C. Bronce final. Cultura de Hallstatt (céltica) desde Europa central, se expande en celtas alpinos, ibéricos, galos, insulares y en germanos e itálicos, así como siguiendo el Danubio (atención ahora a lo que sucedía 1.000 años antes con el Vaso Campaniforme). En Iberia se dan las culturas del Bronce manchego, del suroeste, valenciano y Argar, de aristocracias guerreras. 1.100 a.C. Cynetes en Extremadura y sur de Portugal, con castros en altozanos. Apogeo de Tartessos. Pueblos célticos penetran en Iberia, los guerreros ocupan la banda aristocrática.
1.000 a.C. Celtas (denominación cultural) en el interior, oeste y norte de Iberia, similares a los de Irlanda, Gran Bretaña y Francia; cultura de castros, trashumancia y élites guerreras. Armas de bronce auténtico atlántico desde Tartessos hasta Portugal. Llegada mítica a Irlanda de los milesios desde Iberia. Íberos (denominación cultural) en la franja costera del sur y del este de Iberia, valles bajos del Ebro y Guadalquivir; cultura de artesanos, agricultores y estamento guerrero en la cúspide. Étnicamente, forman parte de los habitantes originales de Europa occidental, similares a sus vecinos celtas. 900 a.C. celtas e íberos se mezclan al norte del Ebro y del Duero para formar el pueblo de los celtíberos. Actualmente, según regiones, entre al menos el 50% y el 80% de los habitantes de Iberia, pertenecen al haplogrupo o clan paterno R1b, con concentración máxima en los bordes pirenaicos, desde Euskadi a Cataluña, media en el este, centro y Galicia y mínima en el oeste y Andalucía. En todo caso es siempre superior al 50%, como en Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Benelux, oeste de Alemania y norte de Italia. En la zona costera de Marruecos suponen algo más del 5%. Estos porcentajes parecen indicar que el grupo, pese a que se extendió por Iberia haciéndose mayoritario e incluso saltó el estrecho (¿refugio durante la glaciación?) siempre continuó siendo más abundante en la zona original pirenaica del magdaleniense y de sus herederos megalíticos de 10.000 años más tarde. También que en un gradiente creciente en sentido norte – sur y este – oeste, hubo mayor mezcla y aporte de otros clanes paternos.
Haplogrupo E1b – norteafricano, bereber
50.000 a.C. haplogrupo E (africano) en Sudán. 13.000 a.C. Afroasiáticos en África nororiental, pueblos recolectores. 10.000 a.C. Haplogrupo E1b1b en Egipto, comienza a migrar al Magreb. 9.580 a.C. presencia mítica de Atlantes entre Iberia y el Atlas, parece que los E1b1b también podrían ser componentes de este pueblo mítico, junto con los R1b. 8.000 a.C. Cultura Capsiana en el norte de África, se difunde desde Marruecos hacia el noroeste de Iberia. 7.000 a.C. pueblos líbico-bereber-canarios (protoibéricos) campesinos, irrumpen desde el norte de África (Sáhara) en Sicilia, Creta, Francia, Iberia, Italia y Canarias.
6.000 a.C. presencia según su propia mitología de los tartesios en el Guadalquivir. 5.285 a.C. origen dinastías faraónicas en Egipto. 5.000 a.C. los antiguos europeos o pueblos megalíticos surgen de la unión de los campesinos norteafricanos con los antiguos cazadores (R1b principalmente, junto con las helenas y demás clanes maternos) en Iberia, Italia, Francia e Islas Británicas. 3.000 a.C. Calcolítico, cultura megalítica en Iberia, Francia e Islas Británicas. Escritura Lineal Atlántica de clara filiación norteafricana, muy semejante a la Líbico-Bereber-Canaria y motivos con círculos concéntricos en el área, África noroccidental y Canarias. Expansión bereber entre el Magreb y Egipto. Invasión mítica de fomorianos y firbolgs en Islas Británicas y norte Francia. A partir de aquí sigue una trayectoria difícilmente distinguible del haplogrupo R1b en Iberia. En la actualidad entre el 0 y el 30% de la población de Iberia pertenece a este haplogrupo. La concentración es la mayor en la mitad occidental entre el 10 y el 30%, alcanzando sus cotas máximas en el interior de Galicia y curiosamente, en algún punto entre Cantabria y Vizcaya; lo que parece corresponderse con la expansión Capsiana y posteriores desde el norte de África. La presencia llega a ser muy superior a la ibérica (más del 50%), en puntos del sur de Italia y sobre todo de los Balcanes (Albania, Peloponeso) y similar en toda Italia y este de Francia, lo que parece dar cuenta de la migración campesina del 6º milenio a.C. En todo el noroeste de África es superior al 50%. En Levante y Andalucía Mediterránea tiene presencia media y es la menor en el interior oriental Baleares y sobre todo en el área Pirenaica y del Valle del Ebro, inferior al 5%, donde domina el R1b. La escasa presencia en el oeste de Francia e Islas Británicas, también inferior al 5%, hace pensar que la expansión de cazadores (R1b) desde el área pirenaica durante el 7º milenio a.C., constituyó la base de los pueblos megalíticos en esas tierras. Es posible que hubiera aportes adicionales a este grupo durante la invasión y siglos de ocupación musulmana de la península, aunque entonces lo lógico es que su presencia fuese más abundante al sur y al este, donde duró más el dominio islámico y no al contrario, como de hecho sucede. Notoria es la menor presencia en la antigua Corona de Aragón, donde la línea de reconquista se mantuvo más al norte durante más siglos que en el lado Castellano, Leonés y Portugués. Mi hipótesis para explicar esto es que las expulsiones y migraciones forzosas de los siglos XV al XVII (de moriscos), por ejemplo, de Granada al noroeste y fuera de los territorios aragoneses favorecerían estos porcentajes.
Haplogrupo J2 – griego, fenicio
50.000 a.C. haplogrupo J (euroasiático occidental) en Persia. 25.000 a.C. haplogrupo J2 identificado en Anatolia. 6.500 a.C. si no lo habían hecho antes, a partir de esta época pasarían a la Grecia continental e islas, junto con las jasmines, portando la agricultura. Y muy posiblemente seguirían la costa mediterránea y después la atlántica hasta Iberia, Francia y las Islas Británicas, junto con ellas (recuérdese que hablar de las jasmines y de los J2 como pueblos diferentes que migraban juntos es una abstracción para indicar que, el ADN mitocondrial de mamá, portaba mayormente el clan Jasmine, mientras que el haplogrupo Y de papá, lo hacía con el J2, pero evidentemente se trataba de las mismas familias / clanes ya neolíticos compuestos por mujeres y hombres). 3.000 a.C. muy probablemente la civilización minoica de Creta visita Iberia en prospección de metal, donde encuentra una cultura megalítica al inicio del Calcolítico (¿fueron los minoicos los que lo “trajeron” o surgió espontáneo?). Por otro lado recuérdese que cuatro milenios antes, los E1b norteafricanos arriban a Creta al tiempo que lo hacen a Iberia; actualmente J2 es mayoritario en Creta pero E1b es el segundo en presencia, lo que con matices, se da también en el resto de Grecia con proporciones a favor del E1b en la Grecia continental donde en algunas zonas, supera al J2. 2.000 a.C. Micenas en Grecia es motor y distribuidor del bronce; muy posiblemente los micénicos visitan (y colonizan) Iberia, también en prospección de metal. En cuyo caso en los barcos vendrían acompañados en mayor o menor medida de las helenas, jasmines, úrsulas… Lo que tampoco modificaría sensiblemente las proporciones de clanes maternos en Iberia. Los carros de caballos de origen anatolio, se extienden por Europa. El Argar en Almería, aparece como primera cultura urbana del occidente mediterráneo, sus usos tecnológicos y costumbres apuntan a un origen egeo, o en todo caso calcado de visitantes de aquellas tierras.
1.759 a.C. refundación mítica de Toledo por Hércules (evidentemente aunque hablemos de mitología, antes hubo de completar sus “trabajos” en Iberia). 1.720 a.C. reinado mítico de Hispan nieto de Hércules. 1668 a.C. Hércules anciano ya reina en Iberia.1550 a.C. Bronce inicial en Iberia con foco en Huelva, Portugal y Galicia; nótese que es cuatro siglos posterior a la llegada micénica. Desaparición mítica de La Atlántida bajo el mar, al final de una guerra contra aqueos y egipcios. Buscando coherencia mitológica de fechas (desde X milenio a.C.) y ubicación (acrópolis frente al estrecho de Gibraltar) y fijándonos sólo en los clanes paternos, los atlantes sólo podían ser los cazadores (R1b) paleolíticos, a los que se suman en los tres siguientes milenios los campesinos (E1b) líbico-bereber-canarios, de lo que da cuenta como propia presencia en el área tras cuatro siglos la mitología tartesia, desde el X milenio a.C. se identifica como pueblos megalíticos en toda Europa occidental, tres milenios más tarde con el Vaso Campaniforme, extendido a Europa central y occidental y poco después ya llegan los micénicos (J2). Los mitos, dicen claramente que los egeos se impusieron a los locales, al principio (Hércules) y al final (Atlántida), la arqueología y recientemente, la epigrafía, dan muestras de que los locales adoptaron tecnología y costumbres de los visitantes y la genética, de que muchos de ellos, se quedaron. Pregunta interesante me parece hasta qué punto la mítica Atlántida, que Platón describe como de primera división entre las civilizaciones, era un imperio fundamentalmente aborigen (R1b + E1b) que se rebeló para echar a los egeos e incluso llegó míticamente a poner en jaque los territorios egeos y egipcios o su mezcla era liderada por descendientes de egeos (J2), que se enfrentaban a la antigua metrópoli (como las colonias británicas de Norteamérica o la América española). Me inclino a pensar que se trataba de lo segundo y que el relato de Platón era básicamente verdadero. Otra pregunta relacionada en qué extensión los nombres Tartessos y Atlantis hacen referencia a lo mismo. Mi opinión es que fundamentalmente se refieren al mismo reino, pero que hubo distintas acrópolis desaparecidas. 1.400 a.C. hay contactos de El Argar con Micenas y el Mediterráneo oriental. 1.230 a.C. Guerra de Troya. 1.200 a.C. los fenicios llegan al sur de Iberia donde encuentran las culturas del Bronce Final. El mediterráneo oriental sigue manteniendo contactos con El Argar. En Grecia la unión de dorios y aqueos da lugar a los griegos míticos. 1.100 a.C. los fenicios recorren Extremadura donde encuentran a los cynetes. Tartessos está en su apogeo. 1.000 a.C. los fenicios fundan Gadir, practican ya una escritura plenamente desarrollada. 969 a.C. Tiro centro de Fenicia es aliada de Israel. 900 a.C. los nuevos griegos vuelven a explorar Iberia. 814 a.C. fundación de Cartago. La aportación de clanes maternos de los fenicios no pudo ser distinta de la anterior egea. Y no hay otro clan materno en Iberia, originado fuera de la Europa paleolítica, que no sea el de las jasmines. Nótese que tradicionalmente se nos ha presentado a griegos y fenicios como adversarios bien diferenciados, indoeuropeos los primeros, semitas los segundos, cuando la evidencia genética es que en ese aspecto son “lo mismo”. En los aspectos lingüístico y religioso-mitológico la diferenciación sí sería sin embargo bastante acertada. No obstante se ha descubierto que, poco antes de salir los fenicios a la luz histórica, coincidiendo con las invasiones en Oriente Próximo de los pueblos del mar (1.250 a.C.), colonos egeos acompañados de gentes del Mediterráneo occidental (¿íberos?) se asientan en Fenicia y se mezclan con los cananeos semitas. Los ejércitos de la futura potencia púnica Cartago empleaban el griego y no el fenicio como lengua de trabajo. Cada cual que saque sus propias conclusiones. En la actualidad, al haplogrupo J2 pertenecen entre el 1 y el 15% de los habitantes de Iberia y sus islas. Alcanzando la mayor proporción en toda la zona costera sur de este a oeste, es decir, en las antiguas zonas de influencia tartésica y argárica y penetrando por el interior hasta todo el curso del Tajo, desde su desembocadura hasta sus fuentes como una cuña. Tiene presencia media en toda la antigua Corona de Aragón y en todo el cuadrante noroeste (como en Francia y sur de Inglaterra) y la mínima en la zona vascónica, cántabra y norte de Castilla. Nótese también que el clan paterno más estrechamente emparentado –genéticamente- con el J2, es el J1 (judío y árabe).
Haplogrupo I2a – dinárico, eslavo del sur
50.000 a.C. haplogrupo I (euroasiático occidental) en Persia. 25.000 a.C. el haplogrupo I2 alcanza los Balcanes. 23.000 a.C. tal vez se disemina hacia el este pero también hacia el oeste junto con las xenias. 9.000 a.C. Protoindoeuropeos en el área desde Europa central a las estepas euroasiáticas. 8.000 a.C. fin de la glaciación, indoeuropeos en el Cáucaso y al norte del Mar Negro. 6.500 a.C. posiblemente también acompañan a las jasmines desde Siria a través de Anatolia a Europa (junto a los J2). 5.500 a.C. la mitad norte actual del Mar Negro queda bajo las aguas (Diluvio II). 5.000 a.C. Agricultores – pastores europeos colonizan las estepas de Eurasia. Pueblos megalíticos en Europa central. 4.500 a.C. Pastores Kurgán o indoeuropeos en Ucrania, sociedad patriarcal. 4.400 a.C. oleadas de indoeuropeos migran a Europa occidental (acompañados de vuelta o no, de las helenas, jasmines, úrsulas, xenias, katrines) donde se encuentran con los pueblos megalíticos, comienzo de la separación en subfamilias de las lenguas indoeuropeas. Domesticación del caballo. Estos hitos me parecen importantes, pues aquí está el origen remoto de las lenguas habladas mayoritariamente en la actualidad en la Península Ibérica e islas, de la mano de los latinos, que era un pueblo que migró al Lacio desde el bajo Rin y de otras lenguas (célticas y protocélticas) que se hablaron con anterioridad durante siglos. Mi teoría de por qué estos pueblos, con una presencia genética discreta, incluso entre los clanes paternos, llegaron a imponer sus lenguas y conceptos mitológicos a otros con los que se mezclaron (los megalíticos en Europa central y occidental), es porque también traían la sociedad patriarcal. El otro elemento que les proporcionaba superioridad era el caballo, cuya domesticación pienso que fueron estos pueblos quienes la trajeron a Iberia; aunque habría que esperar muchos siglos para su uso con carro y más aún como montura. 3.000 a.C. tercera oleada indoeuropea que llega al Guadalquivir, Ebro y Pirineos, de ella han quedado restos de la lengua meridional-ibero-pirenaica en la toponimia de esas zonas. Encuentran en Iberia a la Cultura Megalítica al inicio del Calcolítico, es decir, del uso de metales ¿quién enseñó a quién?
2.200 a.C. cultura del Vaso Campaniforme se propaga desde Iberia a Europa Central y Occidental, en ambas zonas estaba ya presente el haplogrupo I2a, aunque R1b fuese mayoritario, sin duda el primero tuvo que ser también parte importante del intercambio. 1.550 a.C. Bronce inicial en Europa central y occidental. 1.300 a.C. Campos de Urnas en Europa central y Campos de Túmulos en Europa occidental, ambas culturas de pastores cerealistas. 1.200 a.C. Bronce final en Europa central y occidental, la Cultura de Hallstatt se expande en los diversos grupos celtas, itálicos y germanos incluyendo a los celtas ibéricos. En mi opinión este es el momento de expansión de las lenguas celtas, que pudo verse reforzada sobre sustratos de las oleadas indoeuropeas previas, como la mencionada meridional-ibero-pirenaica en Iberia. Aunque vistas las concentraciones de haplogrupos en por regiones, poco aporte del I2a debió de haber en este momento a Iberia. 1.100 a.C. desde Ucrania extensión al resto de Europa del uso del caballo como montura, aún sin silla. Por lo demás, a partir de aquí, indistinguible de la trayectoria de R1b en Iberia. Actualmente hasta un 15% de los habitantes de Iberia e islas, pertenecen a este clan paterno, según regiones. La mayor concentración 10-15% es muy coincidente con los límites actuales de la Comunidad de Aragón. La media se da en el resto del área pirenaica, valle del Ebro, Levante y Andalucía ¿os recuerda al nombre de alguna lengua del Calcolítico que se ha mencionado? En el resto es al menos superior al 1%, como en el resto de Europa occidental y norte del Magreb. Es decir, a la altura de principios del siglo X a.C. se trata de un haplogrupo característico de los “íberos” frente a los “celtas” ibéricos. Para encontrar concentraciones similares de este clan paterno hay que irse a los límites de la Europa eslava y curiosamente a la isla de Cerdeña. El otro haplogrupo presente en Iberia e islas más estrechamente emparentado, genéticamente con el I2b, sería el I1 (nórdico).
Haplogrupo R1a – eslavo, kurgan
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50.000 a.C. antepasados del grupo (euroasiático occidental) en Persia. 25.000 a.C. el haplogrupo está presente al norte del Mar Caspio y del Cáucaso, llega bordeando el mar por el este. 10.000 a.C. alcanza el norte del Mar Negro. Durante todos estos milenios compartirían la presencia en la zona con las úrsulas y las xenias. 8.000 a.C. se identificarían como indoeuropeos en el Cáucaso y al norte del Mar Negro. A partir de aquí trayectoria indistinguible del haplogrupo I2a respecto de Iberia (véase el apartado anterior dedicado a dicho clan paterno).
3.000 a.C. en las estepas del norte de Rusia nómadas pastores. 3ª oleada indoeuropea al Guadalquivir, Ebro y Pirineos. Actualmente la presencia de este clan paterno en Iberia es moderada aunque apreciable y un tanto misteriosa. Pertenecen a él más de un 2,5% de los habitantes, entre el Duero y la costa Cantábrica en Asturias y Cantabria. También alcanza esta presencia en toda la costa mediterránea desde Málaga hasta la desembocadura del Ebro. La máxima concentración se da en Cantabria y la zona de León limítrofe con Asturias (más del 5%). Fuera de estas zonas su presencia es inexistente. Pienso que estas concentraciones pueden deberse, en el norte, a la expansión de los Campos de Túmulos, desde 1.300 a.C. o de la Cultura de Hallstatt desde 1.200 a.C., es decir, acompañando a los R1b y en Levante a la tercera oleada indoeuropea (meridional-ibero-pirenaica) desde 3.000 a.C., acompañando a los I2a. El haplogrupo presente en Iberia más estrechamente emparentado genéticamente con el R1a, sería lógicamente el R1b (céltico), es decir el mayoritario.
El misterioso marcador U6b – atlante
Este marcador tiene una presencia testimonial en Iberia y Europa occidental, no obstante es interesante seguir su traza prehistórica, asociada en Iberia al E1b, pues nos puede dar pistas de cómo se llegaron a formar las poblaciones de la zona y en especial del arco atlántico europeo. 28.000 a.C. el marcador U6 presente entre Asia Menor y Oriente Próximo, se extiende al norte de África (en origen euroasiático occidental y no africano como E1b). 18.000 a.C. expansión del marcador U6a desde al Magreb hacia el este. 16.000 a.C. marcador U6a1 desde África Oriental de vuelta al Magreb. 8.000 a.C. Cultura Capsiana en el norte de África, se difunde desde Marruecos hacia el noroeste de Iberia. 6.000 a.C. marcador U6b en noroeste de Iberia, Gales e Inglaterra y en Senegal. 4.000 a.C. marcador U6b1 en Canarias y en la Iberia atlántica. Por lo demás y a partir de aquí sería difícilmente distinguible de la trayectoria de E1b y R1b en el la Iberia atlántica y arco atlántico europeo y tampoco hay información de con qué clanes maternos realizó el salto del Estrecho (área que parece ser su epicentro), desde el fin de la glaciación.
Gracias por leer hasta aquí, si este ladrillo te ha resultado interesante, te recomiendo que sigas con su segunda parte, donde encontrarás la traza lingüística y las conclusiones ¡comentarios siempre bienvenidos!:
Los íberos no llegaron desde ninguna parte sencillamente porque siempre estuvieron aquí
(Benjamín Collado Hinarejos)