A un año de la pandemia, un pequeño comercio en Japón encontró una manera “divertida” de sobrellevar el tema del camuflaje facial: una mascarilla hiperrealista que imprime rasgos de un extraño en tres dimensiones.
El creador de estas caras es Shuhei Okawara y, aunque no protegen al portador ni a los demás contra el virus, le dan una apariencia realista de una persona adulta japonesa.
“Pensé que sería divertido hacer algo así”, dijo Okawara.
Okawara eligió un rostro como modelo de mascarilla, por el que pagó 40.000 yenes, entre más de 100 solicitantes que le enviaron sus fotos después de lanzar el proyecto en octubre. Un artesano reelaboró entonces la imagen ganadora, creada en una impresora 3D.
“Como suele ocurrir con los clientes de mi tienda, no hay tanta gente que compre (mascarillas) para fines específicos. La mayoría las ven como piezas artísticas”, dijo Okawara, quien plenea agregar nuevos rostros, incluyendo algunos del extranjero.
Okawara muestra en su cuenta de Twitter como se ve la máscaraいろいろなことをかんがえたけどやっぱりこっちのほうがよくない？ pic.twitter.com/3jyjzJ0PbL
— 大川原 脩平 (@shuhei_ookawara) December 5, 2020
Las mascarillas saldrán a la venta a principios del año que viene por 98.000 yenes (950 dólares) cada una en su tienda de Tokio, Kamenya Omote, cuyos accesorios para fiestas también se han hecho populares.
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