Comprar perfumes de imitación. ¡No gracias!

¡Cómo me gustan los mercadillos!

Cuando voy a Burgos, los domingos por la mañana mi madre y yo tenemos siempre una cita ineludible. Nos dejamos caer por el mercadillo sin buscar nada en concreto.

Nos probamos anillos, gafas, sombreros…
Alguna vez nos vamos para casa con algún “tesorito”, la mayoría de las veces con las manos vacías, pero el buen rato que pasamos me encanta.

Hace unos años (cuando todavía no me dedicaba a esto de los blogs de belleza) en uno de esos paseos paramos delante de un puesto repleto de perfumes de imitación.

Se veían tan monos, tan cerraditos, tan ¨iguales¨ y sobre todo… tan baratos, que no nos pudimos resistir.

Los tuvimos en las manos, los dimos mil vueltas y al final fuimos unas incautas y nos llevamos tres, mi madre y mi tía Coco Mademoiselle, yo Tresor.

De camino para casa las fuimos abriendo y con cada paso y cada retirada de plástico notaba como iba subiendo mi indignación.

Mi “Tresor” de mercadillo se parecía al Tresor original como un huevo a una gallina, nada de nada.

La caja era de cartón rugoso, el frasco era ligeramente parecido al original pero la gota que colmo el vaso fue el olor, ¡madre mía aquello olía a mata ratas!

Yo sé que hay algunas mejor logradas y que a nosotras nos timaron demasiado, aun así no es recomendable comprar este tipo de productos en el mercadillo, no.

Hace unos días la OCU celebró el evento Huele a Falso y nos dan cinco claves para no caer en estas trampas, partiendo de la base de que con total seguridad el 100% de los perfumes que venden en mercadillos van a ser falsos.

Pero si alguna vez tenéis muchas, muchas dudas al respecto, quedaros con estas tres claves para descubrirlo:

1. En el perfume original el celofán va pegado a la caja como una segunda piel, en los falsos hay aire, si lo frotáis con la mano notareis que hace ruido.
2. Las cajas de los perfumes son de cartón bueno, suaves y consistentes, en el interior lleva sujeciones, los perfumes falsos vienen en una caja de cartón malo, se nota nada más tocarlo.
   En este punto ya hay poco que hacer porque para quitar el plástico ya habéis tenido que pagar el perfume, cuidado, os pueden producir alergias.
3. Los frascos originales son suaves y homogéneos, los falsos son porosos y tienen irregularidades. Seguramente para probar te enseñen el original pero en la caja te vas a encontrar otra cosa.

Pensad siempre que una gran marca no permite jamás que sus productos lleguen a los mercadillos y menos a esos precios. Que detrás de todo esto haya redes de explotación laboral, en muchos casos mano de obra infantil y que por supuesto no pasen ningún tipo de controles.

Que huelas mal es lo mínimo que te puede pasar.

Y esto en cuanto a perfumes, pero seguro que también habéis visto que venden cremas y maquillajes de todas las marcas en los mismos puestos, son igualmente falsos, y con estos sí que hay que tener un especial cuidado.

Zapatillas, bolsos, anillos, pendientes… Lo que queráis, pero perfumes y cosméticos no chicas, os están timando.