La OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económicos) ha publicado un informe sobre competencias básicas de la población adulta (de 16 a 65 años) y España sale de las primeras por la cola. Nos dice el informe que tenemos una comprensión lectora muy limitada y que tampoco andamos muy bien en matemáticas. Ponerle un examen al mundo era ya lo que nos faltaba para completar un sistema educativo basado en la esquizofrenia y el equívoco. Se esmeran por aprobar los exámenes aquellos que piensan que los exámenes están cuestionando su estar en el mundo, o su responsabilidad, o su bondad, o su carácter, o cualquier cosa que no sea lo que realmente se pregunta en el examen. He de acertar, se dice el examinado. Luego, cuando el examen termina, se espera impaciente el veredicto. En esta mecánica de esperas de juicios subliminales vamos creciendo. Yo no sé aún si mis suspensos dicen de mí lo que yo quería decir realmente cuando suspendía, o cuando faltaba a clase.
Como esta encuesta (equivalente al sacrosanto informe PISA) está enfocada a la población adulta, el Partido popular no ha dejado pasar la ocasión para explicarnos quién tiene la culpa del suspenso: la LOGSE. Lo aterrador no es que se atrevan a decirlo, lo aterrador es que algunos medios de comunicación (COPE) den la noticia del siguiente modo: “España suspende en comprensión lectora y matemáticas; la secretaria de Estado de Educación Montserrat Gomendio culpa a la LOGSE del fracaso”. Si ellos hubieran gobernado durante treinta años esto no hubiera pasado y todos responderíamos a coro, como cuando en las escuelas se recitaba el padre nuestro. Ver a la población adulta adocenada, coreando al unísono la respuesta correcta a la pregunta infame, es el único deseo del partido popular. Ya no queda ninguna duda: ciudadanos de bien que se quedan en casa, regulación del derecho a manifestarse para que la ciudad no sea un caos, la responsabilidad como una forma de sumisión. Todos los mensajes del Gobierno orbitan en torno al mismo planeta: El planeta de los monstruos.
Que los medios de comunicación cercanos a la derecha obvien las valoraciones de los expertos y den sólo la palabra a la secretaria del ramo demuestra una vez más la ficción en la que vive la prensa dominante de este país. Una ficción llamada dinero. Me extraña que la población adulta saque malas notas en matemáticas.
Pero el informe encierra también cierto romanticismo, el romanticismo del perdedor, la inocencia del ignorante. Que seamos uno de los países a nivel mundial que peor comprende lo que lee nos deja a todos con cara de tontos y nos anima a leer dos veces la misma noticia, una vez para aturdirnos y otra para corroborar que ahí dice algo que no se entiende. Esa también es otra posible lectura: que son los otros los que no comprenden nada, que el informe está prostituido y no tiene ninguna validez, que la LOGSE fue una fiesta y la EGB un aburrimiento de nombres aprendidos para vomitarlos una sola vez.