Así que puse manos a la obra y probé hacerlo. Lo único que necesitan es un poco de café y discos de algodón.

Antes de hacerme las compresas me apliqué esta mascarilla de André Latour que amo con toda mi alma; ya que estamos de día de spa en casa, mejor hacerlo completo.


Embeban un disco de algodón en el café, estrujen y dividanlo en dos mitades. Apliquenlos con cuidado en los ojos y dejen reposar unos minutos (yo colgué y me lo dejé 15 minutos).


Pasado el tiempo deseado, retiren y enjuaguen suavemente con agua tibia. Si quieren, pueden aplicarse un poco de aceite de almendras por todo el contorno del ojo; ésto ayuda a mantener esa zona tan sensible nutrida y acondicionada.
Por último, rocíen agua mineral por toda la cara y den suaves movimientos de bajo hacia arriba para estimular la circulación.
¡Y eso es todo! Disfruten de su mini spa facial casero. Y no me digan que no lo hicieron, ¿quién no tiene café en su casa?
Ah, ¿no te gusta el café?
Hacelo con té, es lo mismo.

