Charlotte compró un huevo para decorar su casa en Internet, pero con el correr de los días ocurrió lo inesperado.
Todos veces nos hemos preguntado si es posible que al comprar una caja de huevos en el supermercado, estos puedan eclosionar y convertirnos en dueños de un pollito recién nacido. Debido a que los huevos de gallina que se comercializan no son fecundados o son tratados con hormonas, es realmente poco probable que esto ocurra.
Sin embargo, y con algunas variantes, esta probabilidad se hizo realidad en el caso de Charlotte Harrison, que decidió comprar a través de Internet un extraño huevo para decorar la casa en la que vive en Bordon, Hampshire, Reino Unido.
La cáscara era oscura y gruesa, y el huevo era mucho más grande de lo normal, por lo que no dudó en gastar 30 dólares para adquirirlo, cuenta UPSOCL.
47 días pasaron luego de comprar el huevo, y algo extraño comenzó a suceder. Para proteger el huevo, Charlotte lo había dejado al interior de un recipiente que actuó como incubadora. Transcurrido este tiempo, el huevo eclosionó, sorprendiendo gratamente a Charlotte y su familia.
¿De qué era el huevo? Pues tras la apertura de la cáscara, descubrieron que se trataba de un Emú Australiano, el cual la pequeña hija de Charlotte ha bautizado como Kevin.
“Me siento muy unida a él, debe ser porque el proceso de incubación en el que lo dejé y la posterior eclosión genera lazos muy similares al embarazo y el parto”, aseguró Harrison a Metro.
Pese a que Charlotte, su hija y Kévin han generado lazos, creen que pronto deberán dejar al ave en un corral especializado que existe cerca de su casa, debido a que en su adultez el emú alcanza una altura de casi dos metros. Por el momento, la familia disfruta del nuevo y plumífero integrante como si se tratara de un hijo más.
Fotos: Charlotte Harrison