Compromiso con la Vida

A veces debatimos los mejores momentos de nuestra vida pensando en ¿los cómos?, sí, aquellos que usamos para cuestionarnos de alguna manera nuestra vida, así por ejemplo, ¿cómo sería si se diera ésto ó aquello?, ¿cómo sería si tuviese ésto ó lo otro que quiero?, ¿cómo sería si estuviera aquí ó allá?, entre otros; soslayando en alguna manera todo lo que tenemos. Y estoy apuntando no sólo a las cosas materiales, sino que diserto, de nuestras capacidades, nuestras habilidades, incluso de aquello que desde nuestra perspectiva, representan “imperfecciones” o defectos, pero que si las miramos desde otra óptica, es muy probable que con ellas motivamos otros crecimientos en nuestro desarrollo como en el de otras personas; también me refiero, al amor que nos rodea en sus múltiples expresiones.

Pues bien, cuando nos encontramos en controversias como las acarreadas por los ¿cómos?, empezar por reconocer quiénes somos y dónde estamos, es fundamental en el disfrute de la vida, descubriendo los preciosos momentos del día a día, caminando paso a paso apreciando lo que hay en el camino, seleccionando en qué momento vale la pena estacionarse para admirar, visualizar aquellas rutas que pueden ofrecer oportunidades de entregas recíprocas de valor, abrazando todo lo que procure bienestar, belleza _en el amplio sentido de la palabra_ , en fin, todo lo que motive el ser mejores personas, lo cual representa sin duda, un compromiso con la vida.

Estoy segura que, bajo esta perspectiva, nuestro día a día, más que una consecución de momentos desérticos, serán ineludiblemente una elevación de días con propósito.

Qué la paz, la gratitud y el amor inunde tu ser cada día!

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