Si todo transcurre como debe ser, tus ojos seguirán el objeto con suavidad, sin perderlo de vista. Ahora bien, compliquémoslo un poco. Prueba a seguir suavemente un objeto imaginario que se mueve de un punto a otro de tu campo de visión e intenta seguirlo sin mover la cabeza.
¿Puedes? Probablemente no. Seguramente tus ojos se muevan rápidamente de un extremo al otro del recorrido, de forma similar al siguiente vídeo.
Estos son los llamados movimientos sacádicos del ojo. La razón de esta prueba se tan solo para demostrar que para iniciar y mantener un seguimiento con los ojos, es necesario que haya algo que seguir. Dicho de esta manera parece obvio. Lo realmente curioso es que no puedes pensar en un objeto imaginario y seguirlo, ya que los ojos se moverán de manera brusca.
Cuando sigues un objeto, no lo haces de manera voluntaria. Sin embargo, a veces sí se puede realizar voluntariamente el seguimiento suave de un objeto. Por ejemplo, si anticipamos que un objeto se va a mover o si este desaparece momentáneamente.
Y para terminar, ¿quieres seguir con la mirada un objeto que no ves evitando los movimientos sacádicos? Tan sencillo como seguir tu propio dedo con la luz apagada.
Fuentes:
- Well spent journey
- Barnes GR. Cognitive processes involved in smooth pursuit eye movements. Brain and Cognition, 2008, 68(3):309-326.
- Gauthier GM and Hofferer JM. Eye tracking of self-moved targets in the absence of vision. Experimental Brain Research, 1976, 26(2):121-139.