El segundo grupo de infraestructuras no
cotizado más grande de España, con una facturación agregada superior a los
2.000 millones de euros en 2010 (-2,4%) y presencia en una quincena de países,
espera cerrar este ejercicio con un ligero crecimiento basado sustancialmente
en el aumento de su negocio exterior que ya supone el 45% del total de la
cartera de contratos.
Este grupo familiar es fruto de la fusión,
concretada en 2009, de las dos empresas familiares catalanas que le dan nombre.
La división de infraestructuras supone un poco más de la mitad del negocio.
Otras actividades son Ingeniería y sistemas (32%) seguido de Medio Ambiente. El
resto corresponde a Transporte, Logística, Concesiones y Energías Renovables.
La compañía que preside Jorge Miarnau ha seguido
creciendo en número de empleados, hasta superar en la actualidad los 10.000
trabajadores. Su vicepresidente, Carles Sumarroca, ha explicado en un acto que
PWC organiza en Barcelona para sus clientes la difícil situación por la que
pasa la obra pública en España donde las licitaciones han caído desde el 44%
hasta situarse este año en los entornos del 15%. “Lo lógico es que nos situemos
en los niveles de países de nuestro entorno, con cifras alrededor del 20% que
supone un 2,5% del PIB”.
Sumarroca considera que España tiene una gran
oportunidad de apostar por la reindustrialización en algunos sectores
intensivos en mano de obra que marcharon de nuestro país pero que ahora se han
reconvertido y apuestan por la tecnología y la inversión en capital, como son
las industrias de la automoción, agroalimentación, textil, farmacia o la
química.
Comsa Emte ha realizado algunas adquisiciones
de empresas en el exterior pero su apuesta es crecer orgánicamente en los
mercados donde está posicionada.
Revista Economía
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