Revista Maternidad
Comunicación de la Eliminación
Por: Mónica Salazar (FamiliaLibre.com)
"Los bebés están concientes de sus funciones de eliminación desde su nacimiento, y manifiestan sus necesidades de orinar o defecar en forma consistente, aunque con las limitaciones de comunicación propias de un infante. Si los padres ponemos atención, nos daremos cuenta de que muchos de esos llantos sin razón son probablemente formas usadas por nuestro bebé para comunicarnos su necesidad de eliminar. Este concepto nos puede parecer irreal a quienes hemos crecido en ciudades donde los niños llevan pañales hasta pasados los 2 años de edad, asumiendo que su uso es la única alternativa a la higiene infantil. Sin embargo, existen lugares en el mundo donde los pañales son usados únicamente en circunstancias especiales, o no se usan del todo. Este método de higiene infantil ha sido practicado durante miles de años, pero ha ido perdiendo popularidad durante los últimos siglos, especialmente en las áreas urbanas en donde se han popularizado los productos desechables.
Muchos padres nos hemos cuestionado la dependencia hacia los pañales en la crianza de los niños, encontrando que existen estudios, artículos y libros acerca de la práctica de atender las necesidades de higiene de los niños sin depender completamente de los pañales. Este método de higiene infantil es conocido en el mundo occidental como “Comunicación de la Eliminación” (CE), “Higiene Natural Infantil” (HNI), o “Control Temprano de los Esfínteres” (CTE), y no es más que una adaptación a la vida urbana contemporánea del método practicado por miles de años y que en la actualidad aún se practica en algunas partes del mundo.
Un método respetuoso y compasivo
La Comunicación de la Eliminación es un método compasivo de respuesta a las necesidades del bebé, y en ningún caso es compatible con la manipulación, burla o amenazas a las que lastimosamente están sujetos muchos niños a la hora de dejar el pañal. Este método respeta los ciclos de desarrollo del niño, por lo que no se espera que el niño hable para ser atendido, si no que se observan y responden a otros tipos de manifestaciones, como gestos, muecas, sonidos o señas. Los bebés más pequeños son levantados en los brazos del padre o cuidador cada vez que debe ser colocado en el orinal; mientras que los más grandecitos pueden mantenerse sentados solos, pero requieren supervisión. De esta forma, poco a poco el niño gana independencia, sus señales son más claras y por lo tanto irá necesitando menor atención del adulto a cargo.
Relación con el adulto
La relación del adulto con el niño se fortalece cada vez que respondemos a sus necesidades, ya sean estas de alimentación, abrigo, afecto o eliminación. El niño es escuchado, respetado y atendido en forma cariñosa, lo que lo incentiva a continuar comunicándose con el adulto. Estas primeras experiencias de comunicación, cuando reciben respuesta, establecen una relación profunda con los padres o cuidadores, basada en el amor y respeto. En el futuro estas experiencias serán pilares de la buena relación familiar y el reconocimiento de la autoridad de los padres.
¿Quiénes pueden practicar este método?
Todos los padres y cuidadores que deseen establecer este tipo de comunicación con sus bebés y a quienes el método les parezca lógico. Se debe tener muy en cuenta que la Comunicación de la Eliminación no es compatible con los castigos ni regaños, y que el principal objetivo es establecer una comunicación más profunda con el infante.
Los padres o cuidadores deben tener una actitud relajada y no hacerse expectativas muy elevadas, estar dispuestos a aceptar fallas en la comunicación como parte del aprendizaje y concentrarse en cultivar la relación con el bebé.
Existen miles de padres alrededor del mundo que practican la CE, entre ellos padres que trabajan y solo dedican unas horas al día al cuidado de sus bebés; padres con algún tipo de discapacidad; madres solteras; estudiantes; y gente de climas cálidos a extremadamente fríos. La CE se practica igualmente en zonas urbanas, en casas alfombradas de pared a pared y en fincas rurales; en familias numerosas, con la ayuda de abuelos y familiares, e incluso en algunos centros de cuidado infantil. También existen familias que practican este método con más de un niño a la vez. Es así que existen muchas formas de entablar este tipo de relación con nuestros bebés, siendo perceptivos y abiertos a los cambios en el desarrollo del infante y del entorno.
Uso de pañales
Se puede practicar la CE conjuntamente con el uso de pañales, aunque esto constituye una barrera para la comunicación. Si se decide recurrir a los pañales se debe cambiar al niño tan pronto lo moje, para evitar que se acostumbre a ignorar la sensación de eliminación. Se debe evitar el uso de pañales desechables, ya que por ser estos muy absorbentes no permiten a los padres darse cuenta cuando el niño ha eliminado, ni al niño relacionar la sensación de eliminación con la sensación de humedad. Los padres pueden establecer un tiempo sin pañal de acuerdo a sus posibilidades, y usar pañales de tela o pantalones de entrenamiento durante el resto del día. Es importante vestir al niño de forma que sea fácil ponerlo al orinal en cuanto nos dé una señal, por lo que los vestidos de una pieza resultan bastante inconvenientes.
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