Os presentamos una nueva entrada sobre la comunicación no verbal. En este caso nos ocupamos de la voz
Como habíamos comentado en la anterior entrada mensual, con este artículo terminamos la serie que he dedicado a la comunicación no verbal.
Pese a que al charlar digamos usando igual habla e iguales vocablos invariablemente no se deducirá lo análogo. Una idéntica locución puede tener un cúmulo de conceptos diferentes obedeciendo al modo en qué se exprese, dependiendo de la modulación y vocalización.
Cada individuo dialoga de forma distinta, viniendo condicionado por su carácter emocional y sus sensaciones ,así la voz se presentará con un tono o con otro. Unido a la mirada, las apariencias relacionadas al carácter de la voz son una de las piezas más demostrativas del temperamento y de la actitud emocional del individuo.
Parece mentira, pero la voz que poseemos está conformada por
las costumbres en nuestros años de vida y revela nuestra identidad, nuestros miedos y nuestras manías. Pero la voz puede ser instruida para que avale la percepción que queremos transmitir. El cultivar la voz es un trabajo laborioso que muchas veces no da los resultados que buscamos o queremos obtener.En contraposición, en la interacción con otras personas, si somos capaces de procurar vigilar la vocalización de nuestra voz un componente que según como se use afianza la interconexión dentro de unas variables o otras.
Cuando queremos exponer algo, solemos desequilibrar el tono elevándolo, pero por el contrario cuando queremos equilibrarlo también lo hacemos en nuestra tonalidad.
Si la otra persona está enfadada o irritada no podemos equipararnos en su tonalidad porque lo que lograríamos sería no calmar la situación sino el efecto inverso.
Lo que debemos procurar en este caso es bajar nuestra tonalidad por debajo de la de la otra persona y usar ademanes lo menos provocadores posibles. De manera bajaremos nuestra tonalidad para ir llevándolo hacia dónde queremos llevarle para que entre en armonía con nosotros. Si conseguimos esta armonía el interlocutor asimilará su tono con el nuestro.
Pues así terminamos el análisis de la comunicación no verbal. Espero que os haya gustado y volveremos el mes que viene con una temática nueva dentro del campo de los RRHH.
Este es un artículo de Begoña Viña, Directora de Valle de Empleo, para NoSoloEconomia
Imagen de cabecera por cortesía de FreeDigitalPhotos
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