El pasado sábado 8 de marzo, la Gran Asamblea de
la Gran Logia de España, Obediencia masónica española con presencia en
los Países Catalanes, aprobó una resolución de adhesión y apoyo a la Corona
española. El Gran Oriente de Cataluña, Obediencia de la Francmasonería
Universal mixta, liberal, adogmática y de ámbito catalán, quiere hacer
públicas las siguientes consideraciones al respecto de esta resolución
de la G.·.L.·.E.·.:
1. Que la G.·.L.·.E.·. representa sólo una tendencia
de las dos en las que desgraciadamente se encuentra dividida la Masonería
Universal, en concreto, la tendencia dogmática, que rechaza la
admisión en la Masonería de mujeres y no creyentes, en contraposición a la
tendencia liberal y adogmática, a la que pertenece el G.·.O.·.C.·., que
practica y predica la absoluta libertad de conciencia en materia espiritual y
religiosa, así como el pleno reconocimiento de la iniciación masónica tanto de
hombres como de mujeres, en pie de igualdad.
2. Que, por tanto, ni esta ni ninguna otra resolución
de la G.·.L.·.E.·. representa la opinión de la globalidad de los Masones del
Estado español, y aún menos de los Países Catalanes, más aún si tenemos en
cuenta que la Masonería histórica de nuestro país, así como del conjunto
del Estado español, siempre se encuadró dentro de la corriente liberal y
adogmática. La corriente dogmática, representada por la G.·.L.·.E.·., no
aparecerá en el Estado español hasta fechas recientes, concretamente en el año
1980. Figuras como Rossend Arús, Manuel Serra i Moret, Francesc Ferrer i
Guardia, Lluís Companys o Valentí Almirall, estrellas brillantes del firmamento
histórico de la Masonería Catalana, siempre pertenecieron a Obediencias
masónicas liberales.
3. Que es costumbre entre los Masones de todo el
mundo brindar, en sus banquetes ceremoniales, a la salud del jefe de
Estado de su país.
4. Que el G.·.O.·.C.·., como Obediencia que afirma
la plena soberanía del pueblo catalán y que, por tanto, rechaza la soberanía
española sobre nuestro país (en tanto que ésta nunca ha sido refrendada
democráticamente por los catalanes y las catalanas) brinda a la salud del
Presidente de la Generalitat (con independencia de quien sea, en cada
momento, el titular del cargo), no a la del Rey de España.
5. Que, en cualquier caso, una cosa es la costumbre
del brindis a la salud del jefe de Estado del país al que pertenece una
Obediencia, y otra muy distinta una adhesión pública a una institución
política como la Monarquía Española liderada por la Casa de Borbón, que a
nuestro entender difícilmente puede encarnar (ya sea hoy en día o en términos
históricos) ni los exigentes estándares morales de la Masonería
Universal, ni la herencia del Siglo de las Luces, ni el ideal de la
Laicidad, ni los valores de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
6. Que la Tradición Masónica desaconseja las
discusiones sectarias sobre política y religión en el seno de los Talleres,
y que por tanto toda Obediencia debe ser cuidadosa en sus posicionamientos
públicos, procurando que éstos no reflejen más que los grandes consensos
existentes en su interior.
7. Que respetamos fraternalmente la adhesión
pública de la G.·.L.·.E.·. a la Monarquía Española, pero que por lo que ya
hemos expresado en los puntos anteriores nos desmarcamos con rotundidad de
esa adhesión, y expresamos nuestra comprensión y apoyo a los numerosos
Hermanos que, trabajando en Talleres de la G.·.L.·.E.·., han
experimentado desasosiego por la adhesión de su Obediencia a una
institución que, a nuestro entender, está en las antípodas de los ideales con
los que históricamente se ha identificado la Masonería Universal, en particular
en nuestro país y en el conjunto del Estado español.
Al Oriente de Barcelona, 25 de
marzo de 2014
Fuente:Web GOC