República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores
Comunicado
La República Bolivariana de Venezuela rechaza de forma categórica y contundente, el “Informe de Derechos Humanos” presentado el 24 de mayo de 2012 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y en particular el capítulo referido a Venezuela.
La divulgación de estos informes unilaterales constituye una práctica recurrente, ilegítima y desprovista de valor jurídico, que sólo refleja la vocación imperialista del Gobierno de los Estados Unidos, y su incapacidad para establecer relaciones de respeto mutuo con otras naciones soberanas.
La política de promoción y protección integral de los Derechos Humanos que desarrolla el Estado venezolano, ha sido ampliamente documentada y reconocida en el Informe del Grupo de Trabajo sobre el Mecanismo de Examen Periódico Universal (EPU) adoptado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en marzo de 2012. Allí, el Gobierno Bolivariano demostró su compromiso pleno con el fortalecimiento del Sistema Nacional de Derechos Humanos que, por mandato constitucional, requiere el concurso de todos los poderes del Estado y del pueblo democráticamente organizado.
Resulta especialmente escandaloso que el gobierno de los Estados Unidos aspire a erigirse en “juez planetario” en la materia, al tiempo que no acepta la mayor parte de los instrumentos del Sistema Universal de promoción y protección de derechos humanos, ni sus mecanismos de supervisión y control.
Las afirmaciones irresponsables contenidas en el mencionado “Informe”, constituyen un irrespeto a la vocación democrática del pueblo venezolano, una injerencia inaceptable en los asuntos internos y un ataque hacia procesos electorales que son la máxima expresión de la soberanía del Pueblo.
El Gobierno Bolivariano de Venezuela reitera que estos actos de agresión en contra del pueblo venezolano, dueño soberano de su destino y garante pleno de los derechos humanos, no pueden sino deteriorar las ya mermadas relaciones bilaterales y constituyen un obstáculo infranqueable para un diálogo político respetuoso.
Caracas, 24 de mayo de 2012
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