COMUNION Y CEREMONIA: colección VALENTINA

Valentina vivía en su preciosa casa en el bosque. A Valentina lo que más le gustaba en el mundo era pasear y observar de cerca a todos los animales, a los que adoraba por igual. Ciervos, zorros, ratones, conejos y pájaros, todos ellos eran sus más y mejores amigos. Un día, la pequeña Valentina, decidió ir un poco más lejos de donde solía dar sus largos paseos, para explorar así otros senderos y conocer a más animales. Estaba observando como las ardillas cuidaban a sus crías, de repente escuchó un sonido agudo, lastimero y muy desafinado: _¡Aúúúúú! Ella se asustó muchísimo, recogió su mochila y a punto estuvo de salir corriendo, pero se detuvo de repente y observó que los lamentos provenían de una zona en la que descubrió un grandísimo y anciano árbol. De un brinco se puso en pie y caminó con prudencia y muy despacio hacia él. Ya más de cerca, le pareció muy seco y melancólico. Valentina le preguntó al árbol: _¿Arbolito por qué estás seco, abandonado y triste? -El árbol le respondió: _Estoy así porque cuando era joven, frondoso, bonito e hidratado vinieron unos hombres que talaron mis ramas y dejaron basura junto a mis raices, es por eso que ahora estoy así. _¡Oh! Arbolito que pena me da tu situación. Dijo ella. _!Espera! Yo puedo ayudarte. Voy a traer un poco de agua del río, limpiaré tus hojas y retiraré la basura de tus raices. Estoy segura de que así podrás vivir muchos, muchos años mas! Y así lo hizo: Valentina y todos sus amigos, los animales del bosque sin excepción, ayudaron a su amiga y entre todos, juntos y en equipo, dejaron al viejo árbol limpio y reluciente, y brillaron de nuevo sus grandes y verdes hojas.

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