Hace tiempo era un niño buen cazador de nubes
y es que al cielo subía por sumas de escaleras
trepando por la hierba de luz del arco iris
o por los hilos de sol de mis cometas.
Ahora quiero volar, y sé que antes del silencio,
antes del bien y del mal, del cruel y del tirano
pasaba por el mundo sobre ángeles y cosas
un hombre libre con alas en las manos.
Ahora vuelvo a volar. Tengo unas alas blancas
con que abrazar el aire, rasgar el horizonte,
llegar hasta ciudades lejanas como sueños
y enseñarles a todos que es posible la vida.
Suben a mi ventana gritos alucinados,
chirridos de sirena arañándome entero
y gritos de «estás loco, volar es para pájaros»;
pero extiendo mis alas, miro hacia el cielo y salto,
miro hacia el suelo y caigo.
Es fácil encontrar la canción y disfrutar de ella; otra de esas brillantes demostraciones de Hilario Camacho de leer con música la poesía. Nota bene: he encontrado esa antigua fotografía de arriba en una noticia sobre el cantante y compositor granadino Raúl Alcover, en la que está con Pablo Guerrero, Joaquín Sabina, Elisa Serna, Luis Pastor e Hilario Camacho. Debe de ser de la época de «Volar es para pájaros»; quizá anterior.