Partiré contando que como a los 25 años comencé a fijarme mucho en mi dentadura y cada día que pasaba mis dientes se veían más feos, me comencé a acomplejar full y el tiempo iba pasando cada vez más rápido (años). Mi dentista, es una top, me dijo "tu única solución es colocarte brackets" (o frenillos como se conocen acá) cuando me dijo eso casi morí, le dije, "pero doctora, ¿cómo voy a usar brackets a esta edad???", ya estaba en mis 28 casi 29. Ella, tan amorosa como siempre, me dijo: "Pero si están de moda, todos a tu edad se están arreglando su sonrisa, además te quedará perfecta". Le di varias vueltas en mi cabeza, le pedí consejo a mi hermana, a mis amigas, a mi pololo (novio, me cuesta una infinidad decirle así, es como que estuviéramos comprometidos para casarnos y no, aun no lo estamos). Al final todo el mundo me decía, póntelos no más, los meses pasan volando.
Llegó el día, aparecí en la consulta feliz, escuchando buena música con mis audífonos. El proceso no fue tan complicado ni doloroso y en unos aproximados 40 minutos salí con brackets.
Debía comer cosas blanditas primero y la doctora me advirtió que me dolerían los primeros días y que, posiblemente, me harían pequeñas heridas en la boca por el roce de los alambres, yo toda canchera “sí doctora, no se preocupe, me acostumbraré rápido”, llegué a mi trabajo y fue atroz, todos me miraban con cara rara como diciendo, ¿por qué te pusiste eso a tu edad? Me sentía observada pero eso no era todo, estaba mil dolorida, lo único que deseaba era sacármelos, quería comer pero no podía, llamé a mi pololo casi llorando que estaba arrepentida de habérmelos puesto.
Con el correr de los días el dolor pasó y pude comer normal y todo, si hay cosas que uno debe tratar de no comer como “calugas” o cosas muy duras, depende la comida a veces me incomodaba que me quedaran restos entre los dientes pero después uno va adoptando técnicas para que eso no suceda.
Luego con los meses toda la gente iba notando como mis dientes comenzaban a enderezarse y me preguntaban, ¿por cuanto te salió?, ¿te duele?, ¿crees que a mí me quedarían bien?, etc. Yo toda feliz, cada vez me quedaba menos tiempo con ellos, convencí a muchas amigas de que se los colocaran, incluso a mi hermana que es un año menor que yo. Debo reconocer que en un comienzo no me gustó ver mi sonrisa toda metalizada, además, cuando conocía a alguien me decía... ¿Usas frenillos? Y de inmediato venia la segunda pregunta: ¿Cuántos años tienes? Luego me acostumbré a eso, asumí mi periodo de Betty la fea para ahora, ¡tener una sonrisa hermosa!!!!
Les recomiendo a todas las chicas que quieren atreverse a usar brackets que lo hagan, el tiempo pasa volando y quedarán con una sonrisa bella para siempre.
Además que importa la edad, si uno se siente bien.
¿Y tú, qué opinas?
publicado el 01 diciembre a las 00:05
Vale la pena ponerse brackets a cualquier edad y quedas con una sonrisa linda!