Con el culo al aire

Leo en El Mundo de ayer, 23.06.2010, que a Josep Antonio Durán Lleida, secretario general de CIU, le sorprende que la Generalitat sea gay friendly. Al político catalán le sorprende que la Consejería de Sanidad investigue a unos psiquiatras que han prometido curar la homosexualidad.
El diario añade una cita textual del blog de Durán: "yo nunca he dicho que la homosexualidad sea una enfermedad pero me sorprende que, cuando una persona -después de años casada y con hijos- llega a la conclusión de que en realidad es homosexual y quiere confirmar esa tendencia y considera que necesita ayuda, su demanda es atendida y el hecho de salir del armario, celebrado. Pero en el caso inverso, esta persona no lo puede hacer si acude voluntariamente a pedir asistencia médica".
Y añade Durán: "Estoy en contra de represaliar la asistencia médica a las personas qeu busquen modificar su homosexualidad. Es una contradicción radical que la ideología de género afirme que el sexo es una opción mudable, transitoria incluso, y lo importante es el género, y que este mismo principio no se aplique cuando quien pide hacer el tránsito a la heterosexualidad es un homosexual".
Esto es lo que nos cuenta la noticia en letra pequeña, noticia firmada por Leonor Mayor. Un lógico y coherente titular podría ser: "Durán lamenta la poca ayuda que reciben algunos gays que quieren dejar de serlo" o algo similar, pero no. Mi asombro viene ante la flagrante manipulación del titular de la noticia, que cambia no sólo el contexto sino el texto y tiene poco que ver con la realidad: "Durán también quiere curar a los gays". Oiga, no. No es Durán, son muchos los gays que quieren curarse, o como quiera usted llamarlo, y hay que respetar su libertad por encima de todo. El psiquiatra Joaquín Muñoz, director de una de esas clínicas, afirma: "Nadie quiere ser homosexual, le cae encima. Si con una pastilla pudiesen cambiar su orientación sexual, el 99% querría tomarla".
Supongo que unos querrán seguir siendo homosexuales y otros no. En cualquier caso, habrá que respetar su decisión. Y siempre habrá que informar con veracidad. Si la periodista quiere un titular llamativo, sensacionalista, pero que se ajuste a la realidad, le sugiere éste, que es en definitiva cómo deja la consejera de Sanidad a muchos gays: " Con el culo al aire".