No somos triunfalistas. Para nosotros, cada objetivo es una lucha; cada meta, un desafío. Estamos curtidos por la experiencia de lucha de los trabajadores, cuyo enemigo cuenta con todos los recursos del poder -nacional e internacional.
Publicamos los números de la encuesta de Zuleta Puceiro porque señalan que el Frente de Izquierda estaría ingresando en la nueva etapa electoral con una tendencia en ascenso. Los 520 mil votos que obtuvimos en las ‘primarias’ van más allá del rechazo a la proscripción de la izquierda en la campaña posterior.
Los votos hacia nuestro Frente hace tres semanas reflejan entonces una voluntad popular de desarrollar un bloque obrero, de izquierda y socialista, y una alternativa social y política a la derecha -la que se aloja tanto en la ‘oposición’ como en el oficialismo- y a la ‘izquierda oficialista’, la cual oficia de cobertura a un régimen que paga la deuda usuraria con la plata de los jubilados.
La tarea ahora es poner todo nuestro esfuerzo para obtener una segunda victoria: instalar un bloque del Frente de Izquierda en el Congreso de la Nación y también en varios municipios de Córdoba y Neuquén, donde habrá elecciones en las próximas semanas.
La realización de este objetivo cambiaría la estructura política de Argentina: en lugar de un régimen presidido por un gobierno que algunas veces se define como progresista o de centroizquierda y otras como ‘nacional y popular’, que enfrenta a una oposición a la que designa como sojera, destituyente o derechista, iríamos a una polarización de la agenda de otro carácter -entre ese gobierno (que ya reúne los votos para un tercer mandato) y una oposición obrera, de izquierda y socialista.
Un voto para incorporar un bloque del Frente de Izquierda en el Congreso sería un paso importante para desarrollar un partido de trabajadores, que cambiaría el desarrollo político de la clase obrera del último medio siglo -completamente agotado desde hace ya mucho tiempo.
El derrumbe de la oposición de derecha en las ‘primarias’ libera a la masa de trabajadores que votó por el gobierno para evitar una victoria derechista de volver a votar de la misma manera -o sea votar por el llamado ‘mal menor’ o el ‘voto útil’ hacia el gobierno que ha designado a esa derecha como ‘el enemigo fundamental’. Ahora puede votar por el Frente de Izquierda sin ceder a la extorsión de que votar a la izquierda sería ‘funcional’ a la derecha.
El verdadero cambio, el 23 de octubre próximo, no es ‘más de lo mismo’, sino votar para que nuestro Frente ingrese en el Congreso y para establecer así una nueva correlación de fuerzas: una oposición de izquierda y un puntapié hacia el partido de los trabajadores.
Las patronales han advertido este ‘peligro’ y por eso ‘animan’ a Binner, sin importarles que venga acompañado por la CTA no kirchnerista. Lo han paseado por cuanto foro empresarial ha habido en las últimas semanas, porque quieren ponerle a la Presidenta una oposición designada por ellos, un ‘relevo’ de los desprestigiados Duhalde, De Narváez o Alfonsín.
Binner se reunió con Moyano para asegurar su fidelidad al monopolio de los sindicatos por parte de la burocracia, sin importar que con eso ‘traiciona' a sus candidatos de la CTA, quienes reclaman "libertad sindical". De Gennaro y compañía han respondido de la peor manera: con el silencio.
¡Hasta la Iglesia ha saludado al ‘socialista’ Binner, porque al igual que su colega uruguayo, Tabaré Vázquez -"otro médico", dice-, se ha declarado contra el derecho al aborto!
Llamamos a todos los militantes, simpatizantes, amigos y en especial a todos aquellos que se han acercado al Frente en los últimos meses a multiplicar los esfuerzos, a emprender con toda energía una movilización intensa para consagrar un bloque obrero y socialista en el Congreso y para dar un fuerte impulso al desarrollo de un partido de trabajadores.
JORGE ALTAMIRA, CANDIDATO A PRESIDENTE DE LA NACION POR EL FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES