“La poesía no es solo una ventana a mi alma,
sino una vía para llegar a los otros en la alegría y en la pena.
La poesía endulza la vida y humaniza nuestro mundo”.
Este verso del poema Escribir un poema podría ser, perfectamente, la clave del nuevo libro bilingüe de Cecilia Castro Lee, Con el fuego en las manos, una obra que arde con belleza, pasión y lucidez.
Publicado por el grupo editorial Sial Pigmalion, con prólogo de Marjorie Snipes, epílogo del presidente del Pen Club, Carlos Vázquez Zawadzki, y palabras laudatorias de Robert C. Covel y mi persona, este poemario se erige como una ofrenda al poder transformador del arte. Como un Prometeo contemporáneo, Castro Lee nos entrega el fuego creador, no para castigar, sino para sanar, celebrar y rendir homenaje.
Cuando enfermó de cáncer, nos ofreció La fiesta no ha terminado, un canto luminoso a la vida. Más tarde, en plena pandemia, publicó Palabras que respiran, un libro hecho de amor y resistencia. Hoy, con Con el fuego en las manos, nos entrega una obra profundamente estética y espiritual, un puente entre la palabra poética y las artes visuales, entre lo sagrado y lo cotidiano, un paseo por la historia del arte y sus creadores.
A través de sus versos, recorre museos, paisajes, sonidos y memorias. Cada poema es una ventana a la contemplación, un testimonio de la fuerza del arte para hacernos humanos. Cecilia vuelve poesía la llegada de Juan Valdez a Madrid, el trabajo de las tejedoras de Sierra Mágina, la presencia de santos como San Sebastián o Santa Teresa de los Andes, los girasoles de Van Gogh, la música de Mozart, la primavera, la muerte y la memoria.
Hay homenajes profundos, como el que dedica a su hermano, Monseñor Luis Augusto Castro, en el poema que da nombre al libro. Allí, la vida, el fuego y el amor se entrelazan para recordarnos lo que significa dejar huella desde la fe y la palabra. También hay tributos a escritores y artistas que han marcado el alma de la autora, entre muchos otros está: Miguel Ángel, Flannery O’Connor, Goethe, Chagall, Rubén Darío, Cervantes, Alfonsina Storni, Sylvia Plath, María Mercedes Carranza, y el entrañable Carlos Rojas, su mentor, cuya presencia revive en los poemas Conversaciones con Manuel Marià y La magia de un momento.
Castro Lee recurre a la ekphrasis como recurso literario para dar vida a imágenes a través de la palabra. En Remando en el río de las palabras, nos habla de Candelario Obeso y la poesía negra en Colombia. En La belleza: sustento del alma, escribe:
“La belleza satisface nuestra necesidad de asombro,
agudiza nuestros sentidos, eleva nuestro espíritu,
le concede sentido a nuestra existencia.”
Su obra es también una celebración de la feminidad. Dedica poemas a las mujeres de Sierra Mágina y En Cuerpos fuertes, corazones tiernos, dedica un tributo conmovedor a Rosalía de Castro y a las mujeres gallegas, exaltando su fuerza callada, su ternura indomable y su resistencia histórica:
“Las mujeres gallegas sufren las iniquidades de la historia,
escasez, violencia, emigración.
Sostienen las fatigas de los campos de sol a sol…”
Como ella misma escribe en Escribir un poema, la poesía es un refugio, una manera de avivar las emociones y de hablar desde el alma. Este libro lo confirma con cada página.
Cecilia Castro Lee, PhD, es escritora, poeta, investigadora y traductora colombiana. Profesora Emérita de la Universidad de West Georgia, ha dedicado su vida a explorar los vínculos entre la literatura, la historia y el arte. Con el fuego en las manos es su tercer poemario bilingüe, una obra íntima y universal, donde la palabra se enciende para iluminar, resistir y amar.
Este libro no solo se lee: se contempla, se respira, se abraza. Porque en sus páginas, la poesía es fuego… y el fuego, esperanza.
